El Dr Maradona vivió en una humilde casita de ladrillo, sin electricidad ni ningún otro servicio y prestando ayuda sin cobrar, a la comunidad indígena de tobas, matacos, mocovíes y pilagás. Se dedicó además a investigar la vida y cultura de los pueblos originarios, así como la fauna y flora de la región.
Despreció toda forma de poder. Dejó testimonio de todos sus contratiempos, esfuerzos y luchas en su libro “A través de la selva”. Y realizó también una valiente denuncia de las condiciones de vida de los indígenas y de su explotación en los ingenios azucareros.