Los países avanzan hacia la eliminación de la malaria

Las nuevas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) apuntan a un notable aumento del número de países que están avanzando hacia la eliminación de la malaria. En los últimos 14 años, los esfuerzos de prevención han permitido ahorrar en muchos países africanos millones de dólares en costos de atención médica.

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Según el Informe Mundial sobre la Malaria 2015, que publicado la OMS el 9 de diciembre2, más de la mitad (57) de los 106 países afectados por esta enfermedad en 2000 han conseguido reducir para 2015 el número de casos nuevos en al menos 75%. En ese mismo periodo, otros 18 países han logrado reducciones de entre 50% y 75%.

En toda África Subsahariana, la prevención de nuevos casos de malaria se ha traducido en importantes ahorros de costos para los países endémicos. Las nuevas estimaciones presentadas en el informe de la OMS revelan que la reducción de la carga de morbilidad lograda gracias a diversas actividades de control de la malaria ha permitido ahorrar en la región entre 2001 y 2014 unos 900 millones de dólares en costos de atención a los casos. El uso de mosquiteros tratados con insecticidas (MTI) es la intervención que más ahorros ha propiciado, seguida de los tratamientos combinados basados en la artemisinina (TCA) y la fumigación de interiores con insecticidas de acción residual.

“Desde el comienzo de este siglo, las inversiones en prevención y tratamiento de la malaria han evitado más de 6 millones de muertes. Sabemos qué medidas son eficaces. El reto ahora está en intensificar aún más nuestros esfuerzos”, manifestó la Dra. Margaret Chan Fung Fuchun, Directora General de la OMS.

Avances en las regiones

Por primera vez desde que la OMS comenzó a llevar un registro, la Región de Europa ha notificado cero casos autóctonos de malaria. Este logro ha sido posible gracias al fuerte liderazgo del que han hecho gala los países, el apoyo técnico prestado por la OMS y la ayuda financiera aportada por el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.

Desde el año 2000, las tasas de mortalidad por malaria han descendido 72% en la Región de las Américas, 65% en la Región del Pacífico Occidental y 64% en la Región del Mediterráneo Oriental. La Región de África, pese a seguir soportando la carga de malaria más elevada, también ha registrado notables avances: en los últimos 15 años, las tasas de mortalidad han disminuido 66% en el conjunto de la población y 71% en los menores de 5 años, particularmente vulnerables a esta enfermedad.

Progresos hacia la consecución de metas mundiales

A nivel de los países y las regiones, los avances en la lucha contra la malaria se reflejan en las tendencias mundiales de esta enfermedad. Desde 2000, las tasas de incidencia y de mortalidad han disminuido 37% y 60%, respectivamente, en términos mundiales. En los menores de 5 años, las defunciones se han reducido en 65%. Se estima que desde 2000 se han evitado unos 6,2 millones de muertes.

Según el informe, se ha cumplido la Meta 6C de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que prevé detener y comenzar a reducir la incidencia de la malaria y otras enfermedades graves entre 2000 y 2015. También se han realizado importantes progresos hacia la consecución del objetivo de la Asamblea Mundial de la Salud de reducir la carga mundial de malaria en 75% para 2015.

Expansión de las intervenciones de control

Los avances se deben, en gran parte, a la implantación masiva de intervenciones de control de la malaria eficaces y de bajo costo. Desde 2000 se han distribuido en África Subsahariana cerca de mil millones de MTI. A estas alturas, en 2015, alrededor de 55% de la población duerme bajo mosquiteros, lo que supone un aumento importante con respecto al 2% correspondiente a 2000.

El empleo de pruebas de diagnóstico rápido hace que sea mucho más sencillo distinguir de forma casi instantánea las fiebres maláricas de las que no lo son, facilitando así la prestación de un tratamiento adecuado y en tiempo oportuno. Se ha registrado en la Región de África un drástico aumento en el uso de pruebas diagnósticas para la malaria, que aumentó de 36% de los casos sospechosos en 2005 a 65% en 2014. Los TCA, introducidos a gran escala a lo largo de la última década, han resultado muy eficaces contra Plasmodium falciparum, el más prevalente y mortífero de los parásitos causantes de malaria en el ser humano.

Se estima que desde 2001 se han evitado en África Subsahariana unos 663 millones de casos de malaria como resultado directo de la expansión de tres intervenciones de control fundamentales, a saber: los MTI, la fumigación de interiores con insecticidas de acción residual y los TCA. El empleo de mosquiteros, responsable de alrededor de 68% de los casos prevenidos por medio de estas intervenciones, es la medida que mayor impacto ha demostrado tener.

Aún queda mucho por hacer

Pese a estos avances, quedan retos importantes por afrontar. A nivel mundial, unos 3.200 millones de personas –casi la mitad de la población del planeta– están en riesgo de contraer malaria. Se calcula que en 2015 se produjeron unos 214 millones de casos nuevos y unas 438.000 muertes.
Apenas 15 países, la mayoría de ellos pertenecientes al continente africano, acaparan la mayoría de los casos nuevos (80%) y de las muertes (78%) que se registran en el mundo. Según el informe de la OMS, en estos países con alta carga de morbilidad el ritmo medio de descenso de la incidencia de la malaria (32%) ha sido más lento que el observado a nivel mundial en los demás países (53%). En muchos de ellos, un importante escollo para el logro de progresos en materia de control de la malaria es la debilidad de los sistemas de salud.

Sigue habiendo millones de personas sin acceso a los servicios necesarios para prevenir y tratar esta enfermedad. En 2014 aproximadamente una tercera parte de la población del África subsahariana en situación de riesgo vivía en hogares carentes de la protección brindada por los mosquiteros o la fumigación con insecticidas de acción residual.

Resistencia a los insecticidas y a los fármacos

“A medida que disminuye la carga mundial de malaria, van surgiendo nuevos desafíos. En muchos países, los progresos en esta esfera se están viendo amenazados por la rápida evolución y propagación de la resistencia a los insecticidas. La farmacorresistencia también podría socavar los últimos avances en materia de control de la malaria”, explicó el Dr. Pedro Alonso, Director del Programa Mundial sobre Malaria de la OMS.

Desde 2010, 60 de los 78 países que hacen un seguimiento sobre este particular han confirmado resistencia de los vectores a al menos uno de los insecticidas utilizados para el tratamiento de mosquiteros y la fumigación de interiores; de esos 60 países, 49 han notificado la resistencia a dos o más tipos de insecticidas. Por otro lado, se ha detectado resistencia de los parásitos a la artemisinina, el compuesto principal de los antimaláricos más accesibles, en cinco países de la subregión del Gran Mekong.

Medidas para subsanar las deficiencias

La Asamblea Mundial de la Salud adoptó en mayo de 2015 la Estrategia Técnica Mundial contra la Malaria 2016 – 2030, que proporciona un nuevo marco de 15 años de duración para aplicar medidas de control en todos los países endémicos. La estrategia establece una serie de objetivos ambiciosos pero alcanzables para el año 2030, consistentes, entre otras cosas, en reducir las tasas mundiales de incidencia y mortalidad en al menos 90%; eliminar la malaria en 35 países como mínimo; y prevenir posibles rebrotes en todos los países libres de malaria.

La consecución de estos objetivos requerirá un importante liderazgo por parte de los países, un compromiso político sostenido y una triplicación de las inversiones para el control de la malaria: la meta es incrementar esas inversiones de los 2.700 millones de dólares actuales a 8.700 millones en 2030. Esta cifra tiene en cuenta los ahorros futuros en atención a los casos que podrían realizarse si se siguen ampliando las medidas de control de la malaria y sigue aumentando el número de casos evitados.

Otras conclusiones clave del informe

  • En términos mundiales, el número de casos de malaria ha disminuido de un total estimado de 262 millones en 2000 (intervalo: 205 millones a 316 millones) a 214 millones en 2015 (intervalo: 149 millones a 303 millones).
  • En términos mundiales, el número de muertes por malaria ha disminuido de un total estimado de 839.000 en 2000 (intervalo: 653.000 a 1,1 millones) a 438.000 en 2015 (intervalo: 236.000 a 635.000).
  • En los menores de 5 años, el número estimado de defunciones por malaria ha disminuido, en términos mundiales, de 723.000 en 2000 (intervalo: 563.000 a 948.000) a 306.000 en 2015 (intervalo: 219.000 a 421.000). La mayor parte de esta disminución corresponde a la Región de África de la OMS.
  • La Región de África de la OMS acaparó en 2015 la mayor parte de los casos (88%) y las muertes (90%) por malaria.
  • Más de 35% de las muertes por malaria registradas en 2015 en el mundo se concentran en tan solo dos países: Nigeria y la República Democrática del Congo.
  • La Región de Asia Sudoriental de la OMS registró en 2015 un 10% y un 7%, respectivamente, del total mundial de casos de malaria y defunciones debidas a esta causa.
  • La Región del Mediterráneo Oriental de la OMS registró en 2015 un 2% del total mundial de casos de malaria como del total mundial de defunciones por esta causa.
  • En 2014 notificaron cero casos autóctonos de malaria un total de 16 países, a saber: Argentina, Armenia, Azerbaiyán, Costa Rica, Emiratos Árabes Unidos, Georgia, Irak, Kirguistán, Marruecos, Omán, Paraguay, Sri Lanka, Tayikistán, Turkmenistán, Turquía y Uzbekistán. Otros 17 países están notificando niveles inferiores a los 1.000 casos.

Puede consultar el informe completo, en inglés, haciendo clic aquí.

Fuente: REC