Un nuevo estudio descubre que el estornudo promedio de un ser humano expulsa una nube a una gran velocidad que puede contaminar una habitación en minutos.
Los investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) llegaron a esa conclusión analizando videos de dos personas sanas que estornudaron unas 50 veces a lo largo de varios días.
Es bien sabido que el estornudo puede propagar enfermedades infecciosas como el sarampión o la influenza, porque el virus suspendido en el estornudo lo pueden inhalar otras personas o se puede depositar en algunas superficies y más tarde, al tocarlas, otras personas lo recogen.
Pero no estaba claro qué distancia pueden llegar a recorrer las gotitas del estornudo, o por qué algunas personas son más propensas a propagar la enfermedad mediante los estornudos que otras.
En un estudio previo, un equipo dirigido por Lydia Bourouiba, del MIT, encontró que en unos pocos minutos, las gotitas de los estornudos pueden cubrir un área del tamaño de una habitación y llegaban a los conductos de la ventilación a la altura del techo.
En su último estudio, descubrieron cómo se forman las gotitas del estornudo en lo que llamaron una “nube de estornudo de alta propulsión. Las gotitas no están todavía formadas ni tienen un tamaño claramente distribuido cuando salen de la boca, como se había asumido previamente en la literatura”, dijo Bourouiba.
En lugar de eso, las gotitas del estornudo “se someten a una fragmentación en cascada compleja que continúa después de abandonar los pulmones, pasa por los labios y se esparce por el aire”, dijo Bourouiba, que es jefa del Laboratorio de Dinámicas de Flujos de la Transmisión de Enfermedades del MIT.
“Saber más sobre la dinámica del estornudo podría llevar a nuevas maneras de prevenir la propagación de las enfermedades, sobre todo durante las epidemias o las pandemias”, dijo.
Los hallazgos fueron presentados el 23 de noviembre de 2015 en la reunión anual de la Sociedad Americana de Física (American Physical Society) en Mobile, Alabama.
Fuente: REC