Mapa de Riesgo Ambiental de Dengue 2016

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La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) realiza desde hace años un trabajo conjunto con el Ministerio de Salud de la Nación Argentina para elaborar el Mapa de Riesgo Ambiental de Dengue para todo el territorio argentino, cuya edición para este año 2016 ya se encuentra disponible (1). Los satélites aportan desde el espacio información ambiental, la cual combinada con datos de campo, ofrecen una herramienta única para que los organismos locales vinculados a la salud puedan evaluar el riesgo de aparición y dispersión del dengue, mejorar la identificación potencial o real de la presencia de brotes, dar alerta temprana a la población, y tomar las medidas sanitarias necesarias.

El Mapa de Riesgo de Dengue es resultado de la combinación de datos ambientales estimados a partir de imágenes satelitales que provee la CONAE, y los datos específicos colectados a campo por parte del Ministerio de Salud. A través del desarrollo conjunto de modelos estadísticos, y el uso de herramientas SIG (Sistema de Información Geográfica) y de geoservicios, estos datos iniciales se transforman en un mapa operativo, muy útil como herramienta de control y vigilancia en las zonas afectadas por el dengue.

Desde allí el usuario tiene acceso a una pantalla con un visualizador de mapas y una lista de capas ubicada a la izquierda, para desplegar distintas opciones de información. El Mapa de Riesgo Ambiental de Dengue se encuentra dentro de la carpeta “Proyectos Específicos”, donde se puede visualizar y navegar sobre el mapa para identificar las zonas de alto riesgo, de medio alto, medio bajo y de bajo riesgo de aparición del dengue, en todo el territorio argentino.

“En comparación con el mapa 2015, vemos que hay una incremento importante de las zonas de mayor riesgo ambiental en las provincias de Formosa, Misiones, Chaco, Santa Fe, Córdoba, Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero”, dijo Sandra Torrusio, gerenta adjunta de Relaciones Institucionales de la CONAE.

El mapa presenta color rojo (riesgo alto), naranja (medio), amarillo (medio bajo) o verde (bajo) para indicar los niveles de riesgo. Si se analizan sucesivamente la cuarta (2015) y quinta versión (2016) de estos mapas, se puede verificar cómo los puntos rojos que identifican al “riesgo alto” ganan en profusión en esas provincias.

La asignación del color que indica el riesgo a una localidad surge de un algoritmo que relaciona datos ambientales estimados a partir de imágenes satelitales que provee la CONAE respecto a temperatura, lluvia, humedad y uso del suelo, y los datos específicos colectados en campo por el Ministerio de Salud (social, viral y entomológicos).

“El dengue, junto a otras enfermedades como la hantavirosis, la malaria o la enfermedad de Chagas, tienen un componente ambiental importante, por lo que es útil el uso de las imágenes satelitales a partir de las cuales se pueden estimar parámetros que condicionan la aparición del vector, o favorecen su dispersión”, explicó Torrusio.

En el caso del dengue, el mosquito que lo trasmite prolifera en áreas de temperatura y humedad elevadas, zonas donde llueve mucho y en áreas urbanizadas.

El Ministerio de Salud aporta, por su parte, datos como tipo de viviendas, presencia de vectores infectados, número de casos confirmados y otros.
Un recurso de este tipo permite orientar mejor las medidas de control y monitoreo en las zonas afectadas por el dengue a los organismos involucrados en la lucha contra esta enfermedad.

(1) Tal como dispone el Plan Espacial Nacional, los resultados de esta aplicación de la información de origen espacial para la salud, están puestos a disposición del público usuario a través de la web de CONAE, haciendo clic aquí. Además, haciendo clic aquí, podrá encontrar links de interés recomendados para usuarios con mayor manejo de herramientas SIG y Geoservicios.

Fuente: REC