En el marco de un proyecto que cuenta con el apoyo de la FAPESP y con la coordinación por José Eduardo Levi, Jefe del Departamento de Biología Molecular de la Fundación Prosangre/ Hemocentro de São Paulo –una institución dependiente de la Secretaría de Estado de Salud y de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FMUSP)– en Brasil, se desarrolló un método para la detección de la presencia del virus del Zika en la sangre que se utiliza en transfusiones.
De acuerdo con el investigador, inicialmente, esta metodología se emplearía únicamente para la selección de bolsas de sangre destinadas a gestantes o a transfusiones intrauterinas (en las cuales la sangre se le trasfunde directamente al feto). Es una iniciativa que implica una medida de precaución, dado que no existe una confirmación de que la transmisión transfusional del virus represente un riesgo para el feto.
“En el caso del virus del Zika, la gran preocupación es con las embrazadas y los fetos. Creemos que no sería buena idea en esos casos utilizar sangre con riesgo de tener el virus. Nuestra propuesta consistió en elaborar un test para su uso en una pequeña cantidad de bolsas de sangre –el 0,16% del stock del banco de sangre– destinada a ese público”, afirmó.
Desde el comienzo de la epidemia de zika en Brasil en 2015, se confirmaron por lo menos dos casos de transmisión a través de transfusiones sanguíneas en el Hemocentro de la Universidad de Campinas (Unicamp), en el interior de São Paulo.
Con relación al dengue, se sabe que puede producirse la transmisión por esta vía. Según Levi, se estima que hasta el 1% de los donantes de sangre –en los períodos de pico epidémico– corresponde a individuos positivos para el virus del dengue al momento de la donación, pero no se lleva a cabo ningún tipo de selección en los laboratorios.
“Esto nunca se consideró un problema, ya que en la mayor parte de los casos el receptor de sangre ni siquiera llega a desarrollar la enfermedad. En Brasil nunca se detectó un caso grave de dengue transfusional. Ese primer receptor contaminado con el virus del Zika en Campinas tampoco exhibió síntomas de la enfermedad, aunque si se confirmó la presencia del virus en su sangre (el segundo paciente murió como consecuencia de las heridas provocadas por un arma de fuego que derivaron en la necesidad de transfundirlo). En términos generales, aún no existen evidencias de que el virus del Zika sea problemático desde el punto de vista transfusional, a excepción de las embrazadas”, explicó el investigador. “No tenemos evidencias de que el virus el zika contraído por vía transfusional pueda causar microcefalia, pero creemos que existe una alta probabilidad de que eso ocurra.”
Levi también es docente del Instituto de Medicina Tropical de la USP e integra la llamada Red Zika, un grupo conformado en carácter de emergencia durante el pasado mes de diciembre, bajo la coordinación del profesor Paolo Zanotto, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la USP, para abordar temas relacionados con la epidemia de zika y con los crecientes casos de microcefalia asociados a ésta.
“Ya se encontraba en marcha un proyecto apoyado por la FAPESP destinado a la prevención de la transmisión del paludismo en el estado de São Paulo vía transfusiones. En diciembre pasado, solicitamos recursos adicionales que se utilizaron en el desarrollo de este test para la detección del virus del Zika”, comentó Levi.
En este caso, se alía un método de la biología molecular conocido como PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real con protocolos desarrollados en el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos para la detección del virus del Zika.
“El protocolo del CDC sugiere algunos reactivos específicos, primers y sondas que ya están testeados y aprobados para la detección del virus del Zika, mediante el empleo de PCR en tiempo real. Nosotros le hicimos algunas adaptaciones a ese protocolo acá en el Hemocentro de São Paulo”, comentó.
La validación del método se realizó con controles positivos (aislados de los virus cultivados en laboratorio que sirven para confirmar si lo que se está detectando es efectivamente el virus del Zika) suministrados por investigadores de Red Zika.
“Después lo validamos también en el plasma del receptor contaminado por transfusión, cedido gentilmente por el Dr. Marcelo Addas, del Hemocentro de la Unicamp. Como tuvimos éxito, hemos compartido el método en la Red Zika, para quienes deseen aplicarlo”, comentó Levi.
Ante la falta de evidencias acerca de la importancia de tamizar toda la sangre donada en cuanto a la presencia del virus del Zika, según evaluó Levi, no habría posibilidades y/o necesidad de incluir este test en la rutina de todos los bancos de sangre de Brasil.
“Estamos observando atentamente la evolución de los casos y, de surgir evidencias de que esto es necesario, pelearemos para obtener más recursos. Por ahora lo que entendemos que es prudente es tamizar únicamente aquella pequeña parte”, sostuvo.
Fuente: Agencia FAPESP