El tejido adiposo epicárdico podría proteger frente a la insuficiencia cardiaca

Investigadores del CiberCV han descubierto que la adecuada expresión del tejido adiposo epicárdico es un factor protector contra la insuficiencia cardiaca.

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Un equipo de investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) han descubierto que el tejido adiposo epicárdico puede proteger frente a la insuficiencia cardiaca, lo que podría ayudar en el tratamiento de esta patología que afecta a más de 26 millones de personas en todo el mundo.

El objetivo del trabajo, publicado en el International Journal of Medical Sciences, y que supone un nuevo paso en el tratamiento y prevención de esta patología, ha sido evaluar los genes termogénicos presentes en el tejido adiposo epicárdico, relacionado con el miocardio y las arterias coronarias, en pacientes que sufren esta enfermedad.

De esta forma, los expertos han mostrado que la adecuada expresión de dicho tejido es un factor protector contra la dolencia, lo que sugiere que una pérdida de las características del tejido adiposo marrón derivaría en cambios nocivos en el metabolismo del corazón.

Relación con la diabetes tipo 2

“Nuestro estudio demuestra que la edad, que el individuo sea del sexo masculino, la obesidad, diabetes tipo 2 y la hipertensión, entre otros factores, se asocian con los niveles de expresión de los genes termogénicos en el tejido adiposo epicárdico y riesgo de enfermedad cardiovascular”, han explicado Luis M. Pérez Belmonte, Mercedes Millán Gómez e Inmaculada Moreno Santos, investigadores del grupo de Eduardo de Teresa del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, del Complejo Hospitalario de A Coruña y del Hospital Universitario de Salamanca, además del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CiberOBN).

Además, los científicos han relacionado la presencia de enfermedad de las arterias coronarias como factor de riesgo de la diabetes mellitus tipo 2. En definitiva, tal y como han asegurado, los genes termogénicos podrían representar un nuevo objetivo terapéutico de cara a la prevención y tratamiento de la insuficiencia cardiaca.

Fuente: Diario Médico