¿Y si las neuronas no murieran?

Descubren que, en la enfermedad de Alzheimer, la pérdida neuronal es menor de lo que se creía. Además, ésta parece no contribuir de forma determinante a la progresión de la demencia.

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Un estudio contradice el consenso científico actual. Los resultados muestran que la muerte neuronal en la enfermedad de Alzheimer es menor de lo que se creía. Además, la pérdida de neuronas podría no relacionarse con la progresión del déficit cognitivo. En la imagen, ilustración de una neurona. [Flickr/NIH]

Es un hecho conocido que, en la enfermedad de Alzheimer, el deterioro cognitivo progresivo se asocia con una importante pérdida de sinapsis neuronales. Sin embargo, resultados publicados recientemente por la revista Scientific Reports podrían refutar esta hipótesis. La investigación, realizada por científicos de la Universidad de Pierre y Marie Curie en París, en colaboración con el Instituto Universitario de Salud Douglas en Quebec, muestra que, en realidad, la muerte neuronal en esta patología sería limitada.

En el estudio, se analizó el tejido cerebral, en concreto la zona de la corteza prefrontal, de 171 pacientes con distintos grados de demencia. Los investigadores midieron la expresión de 8 proteínas relacionadas con los neurotransmisores glutamato, GABA y colina, moléculas que estimulan la transmisión de información entre neuronas. Los datos obtenidos mostraron que los niveles de 6 de ellas disminuyen a medida que avanza el alzhéimer. Sin embargo, los cambios de estos marcadores neuronales fueron muy leves.

El hallazgo sorprendió a los científicos, ya que los resultados sugieren que la pérdida de neuronas y sinapsis en esta enfermedad es menor de lo que se creía. Además, según los análisis estadísticos realizados, esta pequeña reducción tampoco parece contribuir de forma determinante a la progresión de la demencia.

Hasta ahora, disminuir e incluso frenar la muerte neuronal ha sido el objetivo principal de las terapias diseñadas para tratar el alzhéimer. Pero, según esta investigación, la enfermedad se relacionaría con la disfunción de las neuronas, no con su desaparición. Por ello, una mejor comprensión de esta desregulación podría permitir el desarrollo de nuevos fármacos más eficaces.

Aunque los científicos creen que sus resultados son muy prometedores, también  destacan la necesidad de realizar nuevos experimentos. El presente trabajo se realizó con homogenados de todo el tejido y estos no permiten estudiar las distintas capas de neuronas presentes en la corteza. Ello podría enmascarar sutiles, pero importantes, diferencias entre los diversos estratos. En un futuro intentarán esclarecer esta cuestión.

Autor: Marta Pulido Salgado

Fuente: investigacionyciencia.es