Aunque los médicos recomiendan que casi toda la población –desde los seis años en adelante– reciba la vacuna todos los años, menos de la mitad de los estadounidenses sigue ese consejo.
Cada persona que se saltea la vacuna anual reduce la “inmunidad de rebaño”, que es la capacidad de que los integrantes vacunados de una comunidad eviten la diseminación del virus a la minoría que no puede vacunarse por causas de salud. Cuantas más personas estén vacunadas en una comunidad, menor será el riesgo de que la influenza se disemine aunque la vacuna no proteja perfectamente contra la enfermedad.
La influenza se disemina al crear cadenas de transmisión en las que una persona infectada infecta a otros y estos, a la vez, a otros con los que tienen contacto. Se debe vacunar a por lo menos 70% de la población todos los años para lograr la “inmunidad de rebaño”. Se les preguntó a 554 adultos durante la Feria del Estado de Minnesota con qué frecuencia se vacunaban contra la influenza, qué proporción de la gente de su comunidad lo hacía anualmente y si sabían qué era la “inmunidad de rebaño”.
El 37% ignoraba qué era la “inmunidad de rebaño” y 76% pensaba que la tasa de vacunación en el condado era superior a la real. El 68% de las personas que desconocían el término dijo que planeaba vacunarse, comparado con 79% de los que conocían el significado.
Luego de entregarles folletos informativos, la proporción de participantes que quiso vacunarse creció. Con información, 75% del grupo que nunca había oído hablar de la “inmunidad de rebaño” dijo que se vacunaría, como 80% que conocía su significado.
Sin embargo, un mayor deseo no se traduce necesariamente en vacunación.
Puede consultar el artículo completo, en inglés, haciendo clic aquí.
Fuente: REC