Revisando trabajos personales y presentación a Jornadas, Cursos de Actualización y Congresos en los que fui disertante o panelista, detecto que desde el año 1994 estoy haciendo referencia a este tema y, sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido aún hoy sigue siendo tema de debate, rechazo, miedos y en muchos casos indiferencia frente a este tema crucial para el colectivo profesional bioquímico y desconocimiento de su implicancia y uso.
Claramente es un tema bioquímico o de los laboratorios de análisis clínicos, pero no por lo que muchos colegas indican en relación con el operador de la práctica sino, al rol profesional que nosotros, los profesionales del laboratorio clínico, tenemos y que muy bien se define en el concepto y paradigma de la Atención Bioquímica.
En este paradigma, claro está, se enuncia el rol de ejecutante del análisis al profesional del laboratorio, sin embargo, el avance tecnológico y la aparición de pruebas en el punto de atención cambia la configuración clásica del operador de instrumentos y revitaliza y resalta la acción bioquímica en dos aspectos no menores, el preanálisis y el post análisis y en nuevo rol de coordinación y capacitación no solo a los colegas, miembros del equipo de salud sino a pacientes y familiares en este nuevo paradigma que es el “Empoderamiento del paciente”.
Por tal razón en participaciones y comunicaciones próximas estaré desarrollando diferentes aspectos de la práctica bioquímica en el contexto de POCT para desmitificarlo, combatir el miedo, corregir ideas previas acerca de la falta de exactitud y generar un cambio conceptual en los profesionales para que asumamos nuestra responsabilidad y defendamos el rol que nos compete frente a este desafío tecnológico.
No hay dudas que, para beneficio de la salud de nuestra sociedad, es imprescindible la detección temprana de afecciones, con diagnósticos que permitan mejorar la calidad de atención del paciente y lograr resultados satisfactorios en términos sanitarios. Ello nos lleva a replantearnos profesionalmente nuestro quehacer para, justamente, satisfacer necesidades y mejorar los servicios que se nos demandan o asegurar éxito en el control de afecciones crónicas.
Con el objetivo enunciado de concientizar y desmitificar el tema inicio este primer contacto con una breve descripción del contexto de las prácticas bioquímicos actuales y que, obviamente, será desarrollado en próximas participaciones en forma extensa.
Prólogo a la descripción de los Escenarios presentes
Son múltiples estos escenarios, desde el paciente domiciliario hasta el paciente hospitalizado pasando por el ambulatorio con afecciones crónicas y sin ellas, en las que surge la necesidad de realizar pruebas autoadministradas por sus condiciones clínicas, hasta las realizadas por agentes del equipo de salud que no necesariamente son los profesionales del laboratorio.
Para todos los que trabajamos en asistencial sabemos que enfermería realiza pruebas de detección de glucemia a través de dispositivos POCT y que frente a datos no referenciales se consulta al laboratorio. Realización por duplicado, facturación, en el mejor de los casos sólo por el laboratorio. Es más, hoy contamos con dispositivos (sensores) no invasivos para determinar en forma continua la glucemia del neonato o del paciente en Cuidados Intensivos evitando las múltiples intervenciones para su detección.
La realidad es que el POCT se ha convertido rápidamente, diría explosivamente, en una ventaja para el tratamiento de pacientes proporcionando resultados en forma rápida, no tanto por la velocidad del análisis, sino por el acortamiento de tiempo en traslado de éste al laboratorio o de su muestra, permitiendo una tratamiento terapéutico rápido y efectivo, siempre y cuando no se utilice inadecuadamente, desde el punto de vista técnico o desde el punto de vista de gestión por usos inadecuados de estos dispositivos.
No hay dudas que, si bien hay una tendencia universal a la centralización de pruebas bioquímicas en centros únicos, emerge la posibilidad, en términos convencionales (coste/beneficio), que es necesario seguir sosteniendo laboratorios no centralizados para pruebas tales como el tiempo de protrombina o el INR en pacientes con tratamiento de anticoagulación, o control de glucemia en pacientes diabéticos, solo a modo de ejemplo.
Como responsables del equipo de salud debemos asegurar “buen uso” de estos dispositivos y prácticas y para ello es necesario analizar las evidencias focalizadas en el paciente y su contexto clínico o estado de salud, la efectividad en el tratamiento por aplicación de estas pruebas, análisis costo beneficio comparando la respuesta analítica en relación con la respuesta terapéutica en términos de tiempo y en términos de resultados, el control del uso y el beneficio económico que implica el logro de eficiencia.
En este escenario resulta imperioso en primer lugar contar con la justificación para sus implementación y uso, en segundo lugar, un dato no menor, conectividad con los sistemas informáticos del laboratorio (SIL) en tiempo real “on line” como así también la validación y control instrumental y, en tercer lugar, la capacitación de profesionales bioquímicos para la interpretación del resultado y el coaching al equipo de salud, imprescindible, para el logro de los objetivos propuestos: Atención Bioquímica para el cuidado de la salud de toda la Sociedad.
Frente a la intención de incorporación del sistema POCT es necesario tener claro los siguientes aspectos:
- Ventajas y desventajas del uso o incorporación de POCT
- Evidencia y fuerza de la evidencia acerca de los resultados logrados con POCT
- Gestión del POCT y Roles bioquímicos y no bioquímicos. Responsabilidades
- Uso de las pruebas y resultados basados en revisiones sistemáticas
- Programas de capacitación para profesionales del laboratorio y para miembros del equipo de salud. Programas de validación tecnológica.
- Programas de capacitación para pacientes y/o familiares en el caso de afecciones crónicas y autoadministradas en domicilio particular
- Revisión de la legislación con miras a la seguridad del paciente y la calidad del servicio suministrado.
Autor: José Magariños. Docente autorizado de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Bioquímico especializado en Inmunohematología y Bancos de Sangre, Coordinador docente y Bioquímico del Laboratorio de Terapia Intensiva y Urgencias del Hospital de Clínicas José de San Martín.
Fuente: Atención Bioquímica