Se descubrió en una investigación conjunta entre Gambia e Inglaterra, que los perros pueden oler la malaria en muestras de calcetines que usan los niños infectados, por lo que consideran que estos hallazgos podrían llevar a la primera prueba rápida y no invasiva para la malaria.
Incluso tras una limpieza exhaustiva, en las sábanas de las camas de los hospitales puede seguir habiendo rastros de la bacteria Clostridium difficile, que provoca diarrea.
Usarán el Big Data de los boletos de avión para anticipar brotes de enfermedades.