Una infodemia es una sobreabundancia de información, en parte precisa y en parte no, lo que dificulta que las personas encuentren fuentes seguras y orientación confiable cuando la necesiten. Presenta un problema grave para la salud pública, ya que las personas necesitan esta guía para saber qué acciones tomar para protegerse a sí mismas y a los demás, y ayudar a mitigar el impacto de una enfermedad. En el contexto de la pandemia de la enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19), la infodemia se ve exacerbada por la escala global de la emergencia y por su propagación a través de la interconexión, en que la información se difunde y se consume a través de las plataformas de redes sociales y otros canales. Si bien la infodemia es un desafío importante para la respuesta a brotes, presenta una oportunidad para identificar y adaptar nuevas herramientas de preparación y respuesta.
La infodemia de la COVID-19 abarca cuatro áreas temáticas principales donde las personas buscan información confiable y encuentran datos erróneos y rumores: la causa y el origen del virus y la enfermedad; sus síntomas y patrones de transmisión; los tratamientos, profilaxis y curas disponibles; y la efectividad e impacto de las intervenciones de las autoridades de salud u otras instituciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estado manejando la infodemia a través de una amplia gama de métodos, como la orientación técnica precisa y oportuna, informes científicos y de situación, conferencias de prensa periódicas, videos educativos y capacitaciones, “desmitificadores”, participación activa en plataformas de redes sociales y orientación personalizada para sectores claves como salud, alimentación y agricultura, y viajes y turismo, entre otros.
Los días 7 y 8 de abril, la Red de Información para Epidemias (EPI-WIN) de la OMS celebró una consulta mundial en línea de dos días sobre la gestión de la infodemia de la COVID-19. La consulta reunió ideas de un grupo interdisciplinario de expertos y 1.375 participantes del seminario web. También se presentaron más de 500 ideas a través de un foro interactivo en línea. Estas ideas formarán la base de un marco informativo para la COVID-19 para guiar las acciones de los gobiernos y las instituciones de salud pública, y estarán disponibles en los próximos días.
El marco se construirá alrededor de cuatro principios clave:
- Las intervenciones y los mensajes deben basarse en la ciencia y la evidencia.
- Este conocimiento debe traducirse en mensajes factibles que cambien el comportamiento, presentados de manera que sean accesibles para todos los sectores de todas las sociedades.
- Los gobiernos deben comunicarse con las comunidades clave para comprender sus inquietudes y necesidades de información, para adaptar mejor los consejos y mensajes que pueden ayudar a estas comunidades a dirigirse a su público.
- Deben crearse asociaciones estratégicas con las redes sociales y las plataformas tecnológicas y las partes interesadas, junto con otros grupos de interés relevantes, como los académicos y la sociedad civil.
La consulta destacó temas claros y necesidades que se desarrollarán más en el marco. Incluyen, pero no se limitan a:
- La necesidad de: (a) coordinación internacional de la respuesta a la infodemia, incluso en torno a cuestiones básicas como la terminología; y (b) métodos coordinados e integrados para gestionar el flujo de información para obtener el máximo impacto positivo. Para llenar estos vacíos, son cruciales una visión general y la comprensión de la distribución y el intercambio de información.
- La confianza pública en la autoridad de salud y otras autoridades relevantes es esencial para mitigar el impacto negativo de una infodemia. Para generar y mantener la confianza, las agencias de salud pública y otras autoridades deben ser transparentes acerca de la situación a medida que esta se desarrolla.
- La educación para la salud y la alfabetización en salud son importantes para ayudar a las personas a recibir y actuar con información confiable.
- La resistencia a la desinformación depende de una fuerte alfabetización digital y sanitaria. Para facilitar esto, las autoridades podrían realizar campañas de información sobre cómo transmitir información precisa, de manera similar a como promueven la higiene personal.
- La cooperación multidisciplinaria es clave para una respuesta efectiva a una infodemia. El alcance y la efectividad de las posibles medidas de respuesta aumentan en relación con el grado de cooperación entre todos estos actores, en toda la sociedad.
- También puede ser necesario un cambio cultural generalizado en torno al manejo de la información en línea (por ejemplo, personas que se retracten y eliminen publicaciones inexactas que podrían haber compartido).
- La información precisa debe adaptarse a las diferentes culturas, idiomas y capacidades de alfabetización, extendiéndose a las comunidades marginadas y vulnerables.
- La educación sanitaria antes de una crisis siempre es enormemente valiosa.
La gestión de la pandemia de COVID-19 y la infodemia relacionada requiere una acción rápida, regular y coordinada de múltiples sectores de la sociedad y el gobierno. La traducción oportuna de la evidencia al conocimiento que las personas pueden usar, adaptada a sus culturas, idiomas y contextos locales, seguirá siendo crucial para combatir la información errónea y salvar vidas a medida que la pandemia continúa evolucionando.
Fuente: REC