La COVID-19 estaba presente en diciembre pasado en Francia, un mes antes que el país tuviera el primer caso confirmado de la enfermedad. Esta evidencia surgió luego de que se revisaran los testeos negativos para influenza y otras clases de coronavirus en un hospital de Bobigny, en los suburbios de París.
El jefe de terapia intensiva, profesor Yves Cohen, del Hospital ‘Avicenne’ de Bobihny y del Hospital ‘Jean Verdier’ de Bondy en Saint Denis, dijo que “hubo un caso positivo de COVID-19 el 27 de diciembre pasado: un hombre hospitalizado en el Hospital ‘Jean Verdier’”.
Se llegó a esta conclusión en un análisis retrospectivo de testeos serológicos mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR), efectuados sobre 24 pacientes afectados por neumonía en diciembre y en enero en esos dos hospitales.
Esto significa que el virus estaba circulando antes en el territorio francés, a fines de diciembre, y nadie lo sabía. “No nos asombra, porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que estaba circulando en China desde el 8 de diciembre, al menos. Con la multiplicación de los viajes internacionales, es normal que el virus llegue rápidamente a Francia”, dijo el infectólogo Olivier Bouchaud, que trabaja en el mismo Hospital ‘Avicenne’.
“Este caso estuvo internado el 27 de diciembre. Sus muestras fueron guardadas y pudieron ser reanalizadas”, dijo Bouchaud.
El paciente estaba enfermo hacía 15 días y contagió a sus dos hijos pero no a su esposa, según explicó Cohen. Lo que no entendía era cómo había sido contaminado. “No había viajado, y menos a China. Pero su mujer trabaja en la pescadería de un supermercado, aunque vende productos solo franceses. Por pura suerte supimos que ella trabaja cerca de gente que vende sushi y en las cercanías de un restaurante asiático donde había personal chino”, explicó. Es probable que ella haya contraído la COVID-19 pero no presentara síntomas.
Esto podría demostrar que Wuhan no es la única fuente del virus, porque por entonces no había gente viajando entre esa región y Francia y por lo tanto no existiría una potencial trasmisión, según el profesor Karol Sikora, ex director de la OMS. “Podrían ser varias versiones del virus evolucionando en diferentes tiempos en diferentes lugares. La única forma de saberlo es secuenciar el genoma, que es lo que se hará seguramente en los próximos días”, anunció Sikora.
Bouchaud sugiere que no se está frente al ‘paciente 0’ en Francia. Pero que hay otras investigaciones por hacer. Oficialmente los primeros casos en París surgieron el 24 de enero con tres personas: un francés de origen chino que viajó a Wuhan y regresó a París y una pareja china. Fueron atendidos por el Hospital ‘Bichat-Claude Bernardt’ de Paris y el matrimonio chino por el Centro Hospitalario Universitario de Bordeaux.
Recomendación de la OMS
Luego de este descubrimiento en Francia, la OMS recomendó a los países que tengan muestras de pacientes con neumonías sospechosas de fines de 2019 que las analicen, para así poder identificar posibles casos de COVID-19 anteriores a que China informara de la nueva enfermedad.
“Sería de gran importancia que todos los países con casos de neumonía sin especificar en diciembre, o incluso en noviembre, analicen esas muestras, y algunos ya lo están haciendo”, destacó el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier.
El funcionario subrayó que estos casos “aportan una visión más clara” de la pandemia, y consideró esencial que continúen este tipo de estudios “para entender mejor el potencial de contagio del virus”.
El portavoz de la OMS advirtió que no sería raro que el SARS-CoV-2 hubiese traspasado las fronteras de China en fechas tan tempranas “ya que los primeros casos de la enfermedad se remontan a principios de diciembre y es posible que algunos de los infectados viajaran desde Wuhan hacia otros países”.
Por último, añadió que es una práctica habitual entre muchos médicos guardar muestras de pacientes con neumonías sospechosas, precisamente para poder realizar testeos posteriormente ante posibles brotes de nuevas enfermedades.
Fuente: REC