El valor D-dímero está asociado a la gravedad de los pacientes con la COVID-19

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Mensajes clave

  • En las series principales de pacientes con COVID-19 publicadas hasta la fecha, los pacientes con peor pronóstico han mostrado niveles de D-dímero mucho más altos que los pacientes con enfermedad menos grave.
  • En una serie de pacientes un valor de D-dímero en el momento del ingreso mayor de 1,0 mg/L fue uno de los principales factores de mal pronóstico.
  • En estos estudios también se ha observado un mayor tiempo de protrombina entre los pacientes más graves.

Evidencia clínica

Unos investigadores han recopilado las principales series de pacientes con COVID-19 que describiesen datos analíticos para comprobar si los aumentos en los valores del D-dímero se asocian con la gravedad de la enfermedad [1]. Los investigadores evaluaron cinco estudios en los que se ofrecieron valores de D-dímero tanto para pacientes con una evolución leve como grave de la enfermedad, y calcularon una diferencia ponderada de medias. Los resultados principales de estos estudios fueron los siguientes:

  • Huang Lancet 2020;395 (10223):497–506 [2]: en una serie de 41 pacientes hospitalizados, los valores de D-dímero en los pacientes con una enfermedad grave fueron hasta cinco veces superiores que en aquellos que no ingresaban en la unidad de cuidados intensivos (mediana 2,4 mg/L; rango IQ: 0,6 a 14,4 mg/L frente a 0,5 mg/L; rango QR: 0,3 a 0,8 mg/L; P = 0,004). En estos pacientes el tiempo de protrombina también fue mayor (mediana 12,2 segundos; rango IQ: 11,2 a 13,4 segundos frente a 10,7 segundos; rango QR: 9,8 a 12,1 segundos; P < 0,012).
  • Tang J Thromb Haemost 2020. doi: 10.1111/jth.14768 [3]: en una serie de 183 paciente se describieron valores de D-dímero de hasta 3,5 veces mayores entre los pacientes que fallecían a consecuencia de su enfermedad (mediana 2,12 mg/L; rango IQ: 0,77 a 5,27 mg/L frente a 0,6 mg/L; rango QR: 0,35 a 1,29 mg/L; P < 0,001). Los pacientes que murieron también mostraron un mayor producto de la degradación de la fibrina (mediana 7,6 mg/L; rango IQ: 4,0 a 23,4 mg/L frente a 4,0 mg/L; rango QR: 4,0 a 4,3 mg/L; P < 0,001), y un mayor tiempo de protrombina (mediana 15,5 segundos; rango IQ: 14,4 a 16,3 segundos frente a 13,6 segundos; rango QR: 13,0 a 14,3 segundos; P < 0.001). En el estudio una gran proporción de pacientes que fallecieron cumplieron los criterios internacionales de coagulación intravascular diseminada (71% frente al 0,6% de los pacientes que sobrevivieron).
  • Wang JAMA 2020. doi: 10.1001/jama.2020.1585 [4]: en una serie de 138 pacientes hospitalizados a consecuencia de la COVID-19, estos mostraron unos valores de D-dímero 2,5 veces superiores en los pacientes ingresados en UCI (mediana 4,14 mg/L; rango IQ: 1,91 a 13,2 mg/L frente a 1,66 mg/L; rango QR: 1,01 a 2,85 mg/L; P < 0,001). En este estudio el tiempo de protrombina también fue mayor en los pacientes ingresados en UCI, pero las diferencias no fueron significativas en comparación con los pacientes que no ingresaron (mediana 13,2 segundos; rango IQ: 12,3 a 14,5 segundos frente a 12,9 segundos; rango QR: 12,3 a 13,4 segundos; P = 0,37).
  • Zhou Lancet 2020:S0140-6736(20)30566-3 [5] fue el estudio que mostró una mayor diferencian entre los valores de D-dímero entre pacientes que fallecieron y los que sobrevivieron: en una serie de 191 pacientes con COVID-19 (mediana 5,2 mg/L; rango IQ: 1,5 a 21,0 mg/L frente a 0,60 mg/L; rango QR: 0,3 a 1,0 mg/L; P < 0,001). Un análisis multivariable mostró que un valor de D-dímero mayor que 1,0 mg/L en el momento de ingresar fue una de las principales variables predictoras de mortalidad (OR 18,42, IC95% 2,64 a 128,55; P = 0,0033). En este estudio el tiempo de protrombina también fue mayor en los pacientes que fallecieron (mediana 12,1 segundos; rango IQ: 11,2 a 13,7 segundos frente a 11,4 segundos; rango QR: 10,4 a 12,6 segundos; P = 0,0004).
  • Finalmente Guan N Engl J Med 2020. Doi: 10.1056/NEJMoa2002032 [6] extrajo datos de 1099 pacientes con confirmación de laboratorio de COVID-19 atendidos en 552 hospitales de 30 territorios chinos, y observó una mayor proporción de pacientes con un D-dímero por encima de los valores establecidos (0,5 mg/L) entre los que padecían una enfermedad más grave (59,6% frente a 43,2%; P = 0,002).

Referencias

[1] Lippi G, Favaloro EJ. D-dimer is Associated with Severity of Coronavirus Disease 2019: A Pooled Analysis. Thromb Haemost. 2020 Apr 3. doi: 10.1055/s-0040-1709650.

[2] Huang C, Wang Y, Li X, Ren L, Zhao J, Hu Y, Zhang L, Fan G, Xu J, Gu X, Cheng Z, Yu T, Xia J, Wei Y, Wu W, Xie X, Yin W, Li H, Liu M, Xiao Y, Gao H, Guo L, XieJ, Wang G, Jiang R, Gao Z, Jin Q, Wang J, Cao B. Clinical features of patients infected with 2019 novel coronavirus in Wuhan, China. Lancet. 2020 Feb 15;395(10223):497-506. doi: 10.1016/S0140-6736(20)30183-5.

[3] Tang N, Li D, Wang X, Sun Z. Abnormal coagulation parameters are associated with poor prognosis in patients with novel coronavirus pneumonia. J Thromb Haemost. 2020 Apr;18(4):844-847. doi: 10.1111/jth.14768.

[4] Wang D, Hu B, Hu C, Zhu F, Liu X, Zhang J, Wang B, Xiang H, Cheng Z, Xiong Y,  Zhao Y, Li Y, Wang X, Peng Z. Clinical Characteristics of 138 Hospitalized Patients With 2019 Novel Coronavirus-Infected Pneumonia in Wuhan, China. JAMA. 2020 Feb 7. doi: 10.1001/jama.2020.1585.

[5] Zhou F, Yu T, Du R, Fan G, Liu Y, Liu Z, Xiang J, Wang Y, Song B, Gu X, Guan L, Wei Y, Li H, Wu X, Xu J, Tu S, Zhang Y, Chen H, Cao B. Clinical course and risk factors for mortality of adult inpatients with COVID-19 in Wuhan, China: a retrospective cohort study. Lancet. 2020 Mar 28;395(10229):1054-1062. doi: 10.1016/S0140-6736(20)30566-3.

[6] Guan WJ, Ni ZY, Hu Y, Liang WH, Ou CQ, He JX, Liu L, Shan H, Lei CL, Hui DSC,  Du B, Li LJ, Zeng G, Yuen KY, Chen RC, Tang CL, Wang T, Chen PY, Xiang J, Li SY,  Wang JL, Liang ZJ, Peng YX, Wei L, Liu Y, Hu YH, Peng P, Wang JM, Liu JY, Chen Z, Li G, Zheng ZJ, Qiu SQ, Luo J, Ye CJ, Zhu SY, Zhong NS; China Medical Treatment Expert Group for Covid-19. Clinical Characteristics of Coronavirus Disease 2019 in China. N Engl J Med. 2020 Feb 28. doi: 10.1056/NEJMoa2002032.

Fuente: Cochrane Iberoamérica