El cierre de escuelas tendría un escaso impacto en la contención de la COVID-19

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El cierre de escuelas no tiende a contener la propagación de infecciones durante brotes de enfermedades como la del coronavirus 2019 (COVID-19), pero sí tendrá un gran impacto en cómo las sociedades se reactivan tras las cuarentenas.

La evidencia de epidemias de influenza y brotes causados por otros coronavirus sugiere que el impacto de los cierres de escuelas en la propagación de la enfermedad será pequeño.

Estudios previos han mostrado que el cierre de escuelas tiene su máximo efecto con un virus de baja transmisibilidad y tasas de ataque más altas en los niños, lo opuesto a lo que ocurre con la COVID-19.

Los encargados de formular políticas deben ser conscientes de la evidencia equívoca al considerar el cierre de escuelas por la COVID-19, dado el efecto profundo y duradero que tendrán en los niños, particularmente los más desfavorecidos.

Millones de menores en todo el mundo se han visto afectados por el cierre de sus centros educacionales por las medidas de distanciamiento social y cuarentena para tratar de frenar la enfermedad causada por el SARS-COV-2. Al 18 de marzo de 2020, unos 107 países habían implementado el cierre de escuelas nacionales.

Para analizar el impacto potencial, se revisaron 16 estudios previos, incluidos nueve que analizaron el cierre de escuelas durante el brote de 2003 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS), una enfermedad respiratoria causada por un coronavirus similar al que causa la COVID-19. Los datos del brote de SARS en China, Hong Kong y Singapur sugirieron que el cierre de colegios no contribuyó al control de la epidemia.

Los hallazgos son importantes y confirman lo que algunos expertos sospechaban: que los beneficios para la salud pública del cierre de las escuelas no eran proporcionales a los costos sociales y económicos para los menores y las familias afectadas.

Otras medidas, como escalonar los horarios de inicio y descanso de la escuela, cerrar los patios escolares y minimizar el movimiento de niños entre clases sí podrían reducir el riesgo de propagación de la COVID-19.

Fuente: REC

Foto: Rubén Rodriguez on Unsplash