Conversaciones críticas: “diga esto, no aquello”

Las conversaciones críticas nunca son fáciles: para los médicos, los pacientes o las familias, pero los cambios en las palabras que usamos pueden marcar una gran diferencia

0
1270

Introducción

En un momento en que los médicos están teniendo miles de conversaciones difíciles con pacientes y familias, puede ser apropiado recordar que las palabras que elegimos importan. Ahora sabemos decir: “Este tratamiento no será beneficioso” en lugar de “Continuar el tratamiento es inútil”, para evitar enviar el mensaje a las familias de que no vale la pena cuidar a su ser querido.

Como especialistas en ética clínica, los autores han participado en innumerables conversaciones críticas. Han escuchado muchas preguntas y comentarios destinados a transmitir un mensaje, solo para ver a las familias y los pacientes llevarse otro. Se identifican a continuación algunas frases comúnmente utilizadas que pueden ser engañosas o confusas y sugerir alternativas para una mejor comunicación con aquellos a quienes servimos.

“¿Qué entiende sobre la condición de su padre?”

Esta pregunta tiene como objetivo medir la percepción de alguien sobre la condición de su ser querido, con la esperanza de tener una idea de si sus expectativas son realistas y corregir cualquier información errónea.

Sin embargo, puede causar que un miembro de la familia sienta que su comprensión está siendo cuestionada o que necesita demostrar que sabe las respuestas correctas. En cambio, diciendo algo como: “¿Qué han estado diciendo los médicos sobre la condición de su padre y las opciones de tratamiento?” puede enfatizar la responsabilidad compartida de una comunicación precisa.

“Su madre está muy enferma”

Las familias ya saben que su ser querido está muy enfermo, simplemente no saben qué tan enfermo. Esta frase se usa a menudo para indicar que es poco probable que un paciente se recupere, pero las familias pueden confundir esto con un camino razonable de recuperación de aquellos que no lo tienen.

Es difícil decirle a una familia temerosa: “Tu madre no responde al tratamiento de la manera que esperábamos. No creemos que vaya a sobrevivir “. Aun así, ser claro y directo al dar malas noticias permite a las familias tomar decisiones más informadas, si es que son difíciles.

“Es su decisión … depende de usted”

Cuando los médicos dicen cosas en este sentido, la intención es asegurarle al paciente o familiar que respetamos su autonomía o autoridad para tomar decisiones, pero este enunciado puede parecer que coloca la carga de la toma de decisiones solo en pacientes o sus familiares.

Pueden sentirse obligados a tomar una decisión que no se sienten preparados para hacer o dejar que asuman la responsabilidad exclusiva de sus consecuencias Una forma de evitar poner este peso sobre los pacientes y sus familias es elegir palabras como: “Ayúdeme a entender lo que es importante para usted y descubriremos qué hacer juntos”. Otro enfoque es preguntar directamente sobre el apoyo que les gustaría para tomar decisiones.

“¿Quiere que hagamos todo?”

El encuadre de esta pregunta empuja a los pacientes o sus familiares a seguir todas las medidas disponibles. Las familias pueden ser reacias a responder “no”, sintiendo que la única alternativa sería “no hacer nada” o preocuparse de que se rendirán demasiado pronto. Además, “todo” podría significar cosas diferentes para diferentes personas. En cambio, podemos ser más específicos en las preguntas que hacemos, identificando opciones y describiendo los diversos caminos a seguir.

Al decir algo como: “Podríamos mantenerlo en la UCI con el respirador y darle medicamentos adicionales si los necesita o podríamos centrarnos más en asegurarnos de que se sienta cómodo que en mantenerlo con vida por más tiempo”. Explicar completamente cómo se vería cada una de esas opciones puede ayudar a las familias a tener una idea más clara de lo que sucedería si tomaran cada decisión.

“No hay nada más que podamos hacer”

Nunca hay “nada más” que podamos hacer. Este lenguaje sugiere que estamos abandonando a nuestros pacientes, alejándonos de ellos en un momento crítico. Por el contrario, cuando se agotan las opciones curativas, hay mucho que podemos hacer para controlar el dolor y controlar los síntomas.

También podemos intentar brindar consuelo y conectarlos con servicios de apoyo como cuidados paliativos, trabajo social o religiosos. Lo que queremos decir es: “No tenemos tratamientos adicionales que disminuyan la enfermedad de su esposa, pero podemos controlar su dolor y asegurarnos de que esté lo más cómoda posible”. Este enfoque deja en claro que no estarán solos frente a lo que está por venir.

“No tenemos una bola de cristal …”

Se suele utilizar esta frase para dejar en claro a los pacientes o las familias que no podemos predecir el pronóstico con total certeza. Sin embargo, los pacientes y sus familias pueden interpretar que significa que casi cualquier cosa puede suceder. Cuando hacen preguntas sobre el pronóstico, generalmente no piden garantías. En cambio, están pidiendo información que pueda ayudarlos a tomar decisiones y prepararse para lo que les espera.

Esta información se puede proporcionar ofreciendo descripciones específicas de las posibilidades y sus probabilidades, utilizando frases tales como: “Según mi experiencia clínica, lo mejor que podemos esperar es [X]. Creo que es muy probable que [Y] “. Este enfoque ayuda a establecer expectativas mientras transmite que la predicción no es una promesa.

“¿Tiene usted alguna pregunta?”

El objetivo de esta consulta es garantizar que los pacientes o sus familias tengan la oportunidad de solicitar información y plantear cualquier inquietud que puedan tener. Sin embargo, el marco cerrado puede escucharse como una señal de que la conversación ha terminado y que se les ha dado toda la información que necesitan saber.

Además, los pacientes y las familias pueden sentirse abrumados y confundidos por la jerga médica y pueden sentirse culpables o avergonzados si no saben qué preguntas hacer. Un marco abierto como: “¿Qué preguntas puedo responderle sobre el tratamiento?” o “¿Qué más puedo decirle?” establece la expectativa de que hay más que les gustaría saber, invitándolos sinceramente a preguntar.

Las conversaciones críticas nunca son fáciles: para los médicos, los pacientes o las familias, pero los cambios en las palabras que usamos pueden marcar una gran diferencia. Estos conocimientos pueden ayudar a que estas conversaciones sean un poco más fáciles para todos.

Fuente: IntraMed

Foto: Francisco Venâncio on Unsplash