Inicio Blog Página 128

XXIV Congreso Argentino de Hematología

0

Del 2 al 5 de octubre de 2019

Sede: Hotel Intercontinental Mendoza, Argentina

IV Simposio Conjunto

  • Asociación Europea de Hematología (EHA)
  • Sociedad Argentina de Hematología (SAH)

Más información

  • sah.org.ar
  • Tel: (54-11) 4855-2452 / 2485
  • Fax: (54-11) 4855-2452 / 2485
  • Horario de atención: de lunes a viernes de 12 a 19hs
  • Email: sah@sah.org.ar
Infobioquimica.org no dispone más datos que los aquí publicados.
Por favor, si necesita más información envíe una consulta directa a los organizadores del evento.

Listado de emisiones anteriores

El Microscopio – Emisión 357

0

Miércoles 3 de abril de 2019

  • Entrevista con el Dr. Fernando Antúnez (Uruguay), Integrante de Comisión Directiva de la Asociación Bioquímica del Uruguay, sobre las tareas y proyectos de la ABU.
  • Entrevista múltiples con los Dres. David Giménez Romero, Francisco Sanjuan, Sergi Ezquerro, Ángel Catalá (España), sobre un nuevo biosensor para Lupus.
  • Entrevista con el Dr. Gustavo Chiabrando (Argentina), Investigador Principal del CONICET, sobre el II Congreso Científico Profesional de Bioquímica 2019.
  • Sección Reporte Epidemiológico.
  • Noticias, eventos y novedades relacionadas a la Bioquímica Clínica.


–> Descargar programa completo <–

Reporte Epidemiológico 357

0

Miércoles 3 de abril de 2019

  • Un estudio austríaco concluyó en que el virus de la hepatitis C (VHC) podría hallarse en cantidades elevadas en los fluidos rectales y nasales de las personas con carga viral plasmática del VHC elevada.
  • Las mujeres embarazadas son uno de los grupos de riesgo de cara a la epidemia de influenza estacional.
  • El Programa Global para la Eliminación de la Filariosis Linfática se estableció en el año 2000 después de la adopción de una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud en 1997 que pedía a los estados miembros de la Organización Mundial de la Salud que eliminaran la filariosis linfática como un problema de salud pública.

–> Descargar Reporte completo <–

Entrevista con el Dr. Gustavo Chiabrando (Argentina): II Congreso Científico Profesional de Bioquímica 2019

0

El Dr. Gustavo Chiabrando es Bioquímico, Magíster en Química y Doctor en Ciencias Químicas por la Universidad Nacional de Córdoba, adonde es Decano de la Facultad de Ciencias Químicas y Profesor Asociado de la Asignatura Practicanato Profesional y Practicanato Preparatorio de la carrera de Bioquímica.

Es Investigador Principal del CONICET, Miembro Fundador y actual Integrante del Comité Ejecutivo del CRELAB-CBA en representación de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba.
Imparte contenidos de Gestión de Calidad y Estandarización de Procedimientos en laboratorios bioquímicos.

Es presidente del ECUAFYB (Ente Coordinador de Unidades Académicas de Farmacia y Bioquímica), ente que reúne 21 facultades de universidad públicas y privadas de la Argentina.


–> Descargar entrevista completa <–

Enlace de interés

Entrevista con el Dr. Fernando Antúnez (Uruguay): tareas y proyectos de la Asociación Bioquímica del Uruguay

0

Fernando Antúnez Borowy es Químico Farmaceutico, Especialista en Gestión de Servicios de Salud, Integrante de Comisión Directiva de la Asociación Bioquímica del Uruguay desde el año 2002 adonde es el actual Presidente.

Ha sido profesor de Bioquímica Clínica en la Facultad de Química, coordina la sección Inmunología del Laboratorio Hospital Maciel. Es Jefe del Departamento de Especialidades Farmacéuticas de Casa de Galicia y Jefe del Departamento de Farmacia del Centro Hospitalario Pereira Rossell.

Enlace de interés

Entrevista múltiple con los Drs. David Giménez Romero, Francisco Sanjuan, Sergi Ezquerro, Ángel Catalá (España): biosensor para Lupus

0

David Giménez Romero es doctor en química y profesor Titular de Química Física en la Universidad de Valencia, España. Realizó dos estancias post-doctorales en Francia, y otra en el Departamento de Química Física de la Universidad de Valencia. Es parte del Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico. Ha publicado dos libros y realizado numerosas publicaciones. Su investigación se centra en el desarrollo de nuevas tecnologías de análisis biológico multiparamétrico para monitorear la dinámica conformacional de las interacciones proteína-proteína.

Ángel Maquieira es Doctor en Química por la Universidad de Valencia y Catedrático de Universidad de Química Analítica en la Universidad Politécnica de Valencia, adonde dirige el Departamento de Química. Lidera el grupo de investigación Señal y Medida en Química, en el Instituto Interuniversitario de Investigación adonde es Subdirector. Ha recibido el premio a la investigación en Química Analítica de la Real Sociedad Española de Química, de la cual es miembro. Es parte de la American Association for the Advancement of Science, de la Sociedad Española de Química Analítica y de la American Chemical Society. Es experto del panel de evaluación de proyectos de investigación Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Sergi Morais Ezquerro es profesor de quiímica analítica del Departamento de Química de la Universitat Politècnica de València. Ha desarrollado metodologías analíticas rápidas para el biosensado de ADN y proteínas en el área medioambiental, alimentaria y clínica. Ha participado en numerosos proyectos de investigación y gestión y desarrollo tecnológico en España y en centros de investigación extranjeros. Es coautor de gran cantidad de artículos en revistas indexadas y contribuciones en congresos internacionales y nacionales.

El doctor Francisco Miguel Ortiz Sanjuan se especializó en Medicina Familiar y Comunitaria en el Hospital San Francesc de Borja (Gandía); en Reumatología en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, y doctorado en la Universidad de Cantabria. Es reumatólogo especialista en el Servicio de Reumatología del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia. Tiene una amplia experiencia en el manejo de patología inflamatoria autoinmune, tales como la polimialgia reumática, la esclerosis sistémica, vasculitis o el lupus eritematoso sistémico.

Infección aguda e infarto de miocardio

0

Resumen

  • Las infecciones bacterianas y virales agudas se asocian con aumento del riesgo de infarto de miocardio. El aumento de este riesgo a corto plazo se asocia con la gripe, la neumonía, la bronquitis aguda y otras infecciones respiratorias y también con infección urinaria y bacteriemia.
  • El riesgo de infarto de miocardio asociado con neumonía alcanza su máximo al inicio de la infección y es proporcional a la gravedad de la enfermedad.
  • La asociación entre infecciones agudas y aumento del riesgo de infarto de miocardio persiste más allá del corto periodo postinfección.
  • Mecanismos posibles. Las placas ateroscleróticas contienen células inflamatorias. La infección en otra parte del cuerpo genera citocinas inflamatorias circulantes.
  • Las células inflamatorias dentro de la placa aumentan las proteínas de respuesta del huésped que pueden activar las células inflamatorias de las placas ateroscleróticas y desestabilizar las placas.
  • A fin de mitigar el riesgo de infarto de miocardio posinfección los médicos deben tener presente que el riesgo del mismo aumenta durante y después de infecciones agudas y no descartar la importancia del aumento de los valores de troponina.

Hasta principios del siglo XX la expectativa de vida era de memos de 50 años y las infecciones solían ser mortales. Fue solo más tarde que los seres humanos comenzaron a vivir lo suficiente como para que aparecieran las enfermedades cardiovasculares y que gracias a la antibioticoterapia la norma fue sobrevivir a las infecciones.

Además, en los últimos 50 años se crearon técnicas sofisticadas para evaluar el daño miocárdico. Por lo tanto no es sorprendente que la asociación entre las infecciones agudas y el infarto de miocardio se reconociera recién en las últimas décadas.

En este artículo se analizará la evidencia de que las infecciones bacterianas y virales agudas se asocian con aumento del riesgo de infarto de miocardio en el corto, intermedio y largo plazo y se examinarán los mecanismos que podrían explicar esta asociación.

Riesgo a corto plazo de infarto de miocardio asociado con las infecciones agudas
El aumento del riesgo a corto plazo de infarto de miocardio se mencionó asociado con la gripe, la neumonía, la bronquitis aguda y otras infecciones respiratorias. Un estudio reciente mostró el aumento del riesgo de infarto de miocardio durante la semana posterior a la infección confirmada por laboratorio con el virus de la gripe, el virus sincicial respiratorio u otros virus respiratorios.

En una serie retrospectiva de casos y ulteriormente en un estudio prospectivo, Musher (uno de los autores de este artículo) y colegas hallaron una tasa de infarto de miocardio del 7 – 8% entre pacientes hospitalizados por neumonía neumocócica.

La asociación entre neumonía e infarto de miocardio se confirmó en pacientes con neumonía por Haemophilus influenzae y en aquellos con neumonía por cualquier causa. El riesgo de infarto de miocardio asociado con neumonía alcanza su máximo al inicio de la infección y es proporcional a la gravedad de la enfermedad.

Una serie de casos controlados por los mismos pacientes mostró un aumento notable del riesgo de infarto de miocardio durante los 15 días posteriores a la hospitalización debida a neumonía bacteriana aguda. El aumento del riesgo a corto plazo de infarto de miocardio también se mencionó asociado con infección urinaria y bacteriemia.

Riesgo alejado de infarto de miocardio tras infecciones agudas

La asociación entre infecciones agudas y aumento del riesgo de infarto de miocardio persiste más allá del corto periodo postinfección. Entre los pacientes con infección respiratoria leve o infección urinaria, el riesgo de infarto de miocardio vuelve a la situación inicial varios meses después de la resolución de la infección.

Entre los pacientes con neumonía, el riesgo también disminuye con el tiempo, pero sigue superando al riesgo previo a la infección hasta 10 años después de la misma.

El riesgo de infarto de miocardio tras la bacteriemia o la sepsis también disminuye lentamente después de una infección aguda. El aumento del riesgo de infarto de miocardio, ya sea a corto o a largo plazo, es proporcional a la gravedad de la infección.

Mecanismos posibles

Debido a que la asociación se halló con diversos microorganismos (virales y bacterianos) y lugares de infección y a que la asociación es más fuerte y duradera cuanto más grave es la infección, es probable que la infección y la respuesta del huésped sean determinantes importantes en esta relación.

El infarto de miocardio tipo 1 se define como isquemia miocárdica causada por oclusión coronaria aguda relacionada con la ruptura de la placa aterosclerótica y trombosis superpuesta. Las placas ateroscleróticas contienen células inflamatorias.

La infección en otra parte del cuerpo genera citocinas inflamatorias circulantes, como las interleucinas 1, 6, y 8 y el factor α de necrosis tumoral, que pueden activar las células inflamatorias de las placas ateroscleróticas. Estudios en animales y estudios de autopsias en seres humanos mostraron que la actividad inflamatoria en las placas ateromatosas aumenta después de un estímulo infeccioso.

Las células inflamatorias dentro de la placa aumentan las proteínas de respuesta del huésped, entre ellas las metaloproteinasas y las peptidasas y promueven un estallido oxidativo. Todo esto contribuye a desestabilizar las placas.

El estado protrombótico, procoagulante asociado con la infección aguda aumenta más el riesgo de trombosis coronaria en los sitios de ruptura de la placa.

Contribuyen a la trombosis coronaria:

  • La producción de trampas extracelulares de neutrófilos a partir de los neutrófilos intraplaca y los neutrófilos circulantes.
  • El aumento de la actividad plaquetaria.
  • El aumento de la generación de procoagulantes como el factor tisular.
  • La alteración de la fibrinolisis.
  • La alteración de la función anticoagulante del endotelio.

La infección por el virus de la gripe y otros virus respiratorios se asocia con la expresión de genes que se han vinculado con la activación plaquetaria y el riesgo de infarto de miocardio.

Los pacientes con neumonía complicada por infarto de miocardio tienen niveles significativamente mayores de activación plaquetaria y síntesis de tromboxano que los pacientes con neumonía no complicada por infarto de miocardio.
El aumento de la actividad inflamatoria sistémica e intraplaca, la hipercoagulabilidad y la disfunción plaquetaria y endotelial persisten más allá de la resolución clínica de la infección aguda.

El infarto de miocardio tipo 2 se produce cuando las demandas metabólicas de las células miocárdicas superan la capacidad de la sangre de proveer oxígeno a las células, fenómeno llamado “isquemia por demanda”. La inflamación y la fiebre aumentan las necesidades metabólicas de los tejidos periféricos y los órganos.

El aumento de la frecuencia cardíaca que se produce acorta el tiempo de llenado durante la diástole y compromete así la perfusión coronaria, producida principalmente en esta parte del ciclo cardíaco. En los ancianos, este desequilibrio cardiometabólico puede ser mayor debido a la estenosis coronaria por placas crónicas y posiblemente por la vasoconstricción inducida por toxinas.

Si la infección es neumonía, los valores de oxígeno sanguíneo pueden descender debido a los defectos en la ventilación–perfusión, limitando así más el aporte de oxígeno al miocardio. Si se produce shock séptico, el efecto adverso sobre el aporte de sangre a las coronarias es notable.

Patrón temporal de riesgo cardiovascular después del inicio de la infección aguda.

La isquemia por demanda explicaría solo una pequeña proporción de episodios de infarto de miocardio relacionados con infección que suceden en el período inmediato pos infección y ninguno más allá de ese período.

Estudios en animales sugieren otro mecanismo por el que la infección puede afectar la función cardíaca. La bacteriemia neumocócica inducida en ellos causó lesiones cardíacas caracterizadas por formación de vacuolas y pérdida de miocitos sin acumulación de células inflamatorias.

Estos cambios se asocian con aumento de los valores de troponina, arritmias y alteraciones del ECG. En ratones infectados con el virus de la gripe se halló destrucción miocárdica en lugar de inflamación.

Los focos de lesión miocárdica no afectan las arterias coronarias, pero pueden empeorar el daño miocárdico en el contexto del infarto de miocardio y pueden contribuir a arritmias e insuficiencia cardíaca nueva o empeorar la existente, como sucede en pacientes con neumonía.

Por último, la tormenta de citocinas, que tiene efectos generalizados, entre ellos la inhibición del empleo de oxígeno por las mitocondrias, contribuye a la insuficiencia cardíaca aguda en pacientes con sepsis, incluso en adultos jóvenes que no tienen factores de riesgo cardíaco o alteraciones de las arterias coronarias.

Características presentes en el momento de la afectación cardíaca en la infección aguda Se muestra una placa vulnerable (fibroateroma de casquillo delgado) durante la infección temprana antes del desarrollo del infarto de miocardio. Los lípidos ya se han acumulado en la pared de la arteria coronaria, con adelgazamiento de la membrana elástica interna, alteración de las células de la íntima y del músculo liso y deposición de fibrina. También están presentes macrófagos espumosos, linfocitos T, metaloproteinasas, peptidasas y trampas extracelulares de neutrófilos. En el lumen se encuentran las citoquinas inflamatorias, que incluyen el factor de necrosis tumoral α (TNF-α) y las interleucinas 1, 6 y 8, que resultan de la sepsis en otras partes del cuerpo.

Vacunación

Un metaanálisis de cinco estudios aleatorizados mostró que el riesgo de episodios cardiovasculares fue el 36% menor entre los adultos que habían recibido la vacuna antigripal que entre los no vacunados. El beneficio fue mayor aún cuando el análisis se efectuó solo entre quienes sufrían enfermedad coronaria. En cambio los datos sobre el efecto de la vacunación antineumocócica sobre el riesgo cardiovascular son limitados.

Un metaanálisis de ocho estudios de observación mostró que el riesgo de infarto de miocardio fue el 17% menor entre los pacientes de 65 o más años que habían recibido esta vacuna que entre quienes no habían sido vacunados. La falta de un efecto más importante quizás refleje la menor prevalencia de neumonía neumocócica en las últimas décadas.

Resumen

A fin de mitigar el riesgo de infarto de miocardio posinfección los médicos deben tener presente que del riesgo del mismo aumenta durante y después de infecciones agudas y no descartar la importancia del aumento de los valores de troponina.

Entre los pacientes con infección aguda que reciben estatinas y aspirina, se deben continuar estos medicamentos o se los puede iniciar si no hay contraindicaciones.

Directivas a futuro

Una cuestión a investigar es si las estatinas y los fármacos que inhiben la activación plaquetaria son útiles para todos los pacientes con infección aguda, incluso aquellos que no tienen indicaciones clínicas para estos tratamientos.

Estudios de observación mostraron menos riesgo de infarto de miocardio pos neumonía entre los pacientes que estaban recibiendo glucocorticoides y bloqueantes de la angiotensina que entre quienes no los estaban recibiendo.

El riesgo del 7 – 8% de infarto de miocardio entre pacientes hospitalizados por neumonía es suficiente para efectuar estudios prospectivos de estos fármacos a fin de prevenir el infarto de miocardio.

Asimismo, el empleo de estatinas y otros antiinflamatorios, incluso sin indicación específica, se podría estudiar en pacientes que se consideran de alto riesgo debido a sus puntajes de Framingham o a la presencia de infección grave.

El empleo de esta profilaxis también se podría estudiar en pacientes con sepsis por cualquier causa.

Por último, debido a que el riesgo de otros episodios cardiovasculares, como insuficiencia cardíaca, arritmias y accidentes cerebrovasculares, también aumenta tras la infección aguda, es necesario caracterizar los mecanismos responsables de estas asociaciones.

Esto es especialmente importante en caso de insuficiencia cardíaca, porque tras una neumonía el riesgo de agravación de la insuficiencia cardíaca es aún mayor que el riesgo de infarto de miocardio.

El conocimiento integrado del interjuego entre las infecciones agudas y el sistema cardiovascular sería importante para disminuir el riesgo de infarto de miocardio y otros episodios cardiovasculares tras las infecciones agudas.

Resumen y comentario objetivo: Dr. Ricardo Ferreira

Fuente: IntraMed

Cursos PROBOECO 2019

0

Proteína liberada por la grasa después del ejercicio mejora la glucosa

0

Es bien sabido que el ejercicio mejora la salud, pero entender la forma en que lo hace más saludable a nivel molecular es la pregunta que responden los investigadores del Centro de Diabetes Joslin.

Después de realizar experimentos tanto en humanos como en ratones, los investigadores encontraron que el entrenamiento con ejercicios provoca cambios dramáticos en la grasa. Además, descubrieron que esta grasa “entrenada” libera factores en el torrente sanguíneo que pueden tener efectos positivos en la salud. El estudio fue publicado en línea el 11 de febrero de 2019, en Nature Metabolism.

Se sabe que las células grasas secretan proteínas llamadas adipocinas, y que muchas adipocinas aumentan con la obesidad, lo que tiene efectos nocivos sobre el metabolismo y la salud.

“En contraste con los efectos negativos de muchas adipocinas, nuestro estudio identificó el factor de crecimiento transformante beta 2 (TGF-beta 2) como una adipocina liberada del tejido adiposo (grasa) en respuesta al ejercicio que en realidad mejora la tolerancia a la glucosa“, dice Laurie J. Goodyear, PhD, Jefe de la Sección de Joslin sobre Fisiología Integrativa y Metabolismo y coautor del estudio.

No solo TGF-beta 2 estimulado por el ejercicio mejoró la tolerancia a la glucosa, el tratamiento de ratones obesos con TGF beta 2 redujo los niveles de lípidos en la sangre y mejoró muchos otros aspectos del metabolismo.

“El hecho de que una sola proteína tenga efectos tan importantes y dramáticos fue bastante impresionante”, dice Goodyear, profesor de medicina de la Escuela de Medicina de Harvard.

Hace dos años, el equipo de investigación internacional demostró por primera vez que el tejido adiposo ofrece efectos metabólicos beneficiosos en respuesta al ejercicio.

“Nuestra hipótesis era que el ejercicio está cambiando la grasa, y como resultado de ese cambio, la grasa libera estas proteínas beneficiosas en el torrente sanguíneo”, dice Goodyear. “Antes de este descubrimiento, siempre nos centramos en los efectos positivos del músculo“.

Sobre la base de esta idea, los investigadores de Joslin trataron de identificar las adipocinas liberadas de la grasa en el ejercicio. Para ello, realizaron una serie de experimentos moleculares tanto en humanos como en ratones. Identificaron los niveles de adipocinas en los hombres antes y después de un ciclo de ejercicio. También estudiaron el ejercicio de ratones.

Su análisis identificó TGF beta 2 como una de las proteínas reguladas al alza en el ejercicio en humanos y ratones. Investigaciones adicionales confirmaron que los niveles de esta adipocina en realidad aumentaron en el tejido adiposo así como en el torrente sanguíneo con el ejercicio, en ambos casos.

Para descubrir si la proteína promovía efectos metabólicos beneficiosos, trataron a los ratones con TGF beta 2. El experimento mostró una serie de efectos metabólicos positivos en los ratones, incluida una mejor tolerancia a la glucosa y una mayor captación de ácidos grasos.

Luego, alimentaron a los ratones con una dieta rica en grasas, lo que provocó que los animales desarrollaran diabetes. Para saber si TGF beta 2 fue realmente responsable de los efectos metabólicos, trataron a los ratones diabéticos con TGF beta 2. Esto revirtió los efectos metabólicos negativos de la dieta alta en grasas, similar a lo que sucede con el ejercicio.

“Nuestros resultados son importantes porque en realidad es la primera demostración de una adipocina liberada por ejercicio que puede tener efectos metabólicos beneficiosos en el cuerpo”, dice Goodyear.

Otro hallazgo significativo fue que el ácido láctico, que se libera durante el ejercicio, sirve como parte integral del proceso. El lactato es liberado por los músculos durante el ejercicio y luego viaja a la grasa donde provoca la liberación de TGF beta 2.

“Esta investigación realmente revoluciona la forma en que pensamos sobre el ejercicio y los muchos efectos metabólicos del ejercicio. Y, lo que es más importante, la grasa en realidad juega un papel importante en la forma en que funciona el ejercicio”, dice Goodyear.

Estos hallazgos sugieren que el TGF beta 2 puede ser una terapia potencial para el tratamiento del alto nivel de azúcar en la sangre y, en última instancia, una terapia potencial para la diabetes tipo 2. Se necesitarán estudios a largo plazo para determinar la seguridad del tratamiento con TGF beta 2.

Autor: Hirokazu Takahashi, Christiano R. R. Alves, Kristin I. Stanford, Roeland J. W. Middelbeek, et al Fuente: Nature Metabolism https://doi.org/10.1038/s42255-018-0030-7 TGF-ß2 is an exercise-induced adipokine that regulates glucose and fatty acid metabolism

Fuente: Intramed

Agenda

     

Radio El Microscopio

Últimas notas publicadas