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Salvando vidas con emojis

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Pero si definimos lenguaje como “un sistema de palabras o signos que las personas usan para expresar pensamientos y sentimientos”, los emojis tienen una oportunidad. Sean o no considerados un lenguaje, es innegable la manera en la que han transformado la manera en la que nos comunicamos.

Como cabía esperar, esta nueva forma de comunicación no la ha tenido fácil con la crítica. Por ejemplo, para Jonathan Jones, un reconocido crítico de arte inglés, “las cacas felices de los emojis” son un “gran paso atrás de la humanidad.” Por otro lado, hay quienes sostienen que posiciones como la de Jones solo defienden cierto “elitismo cultural” pues “afirmar que los emojis empobrecerán nuestra comunicación equivale a decir que usar expresiones
faciales en una conversación hace que tus ideas sean más difíciles de entender”.

Los emojis han sabido escoger sus batallas y, aunque han hecho mutis en esta discusión de lingüistas, han sido sensibles y tomado cartas en el asunto sobre el tema racial (en 2015, tomando como base la escala Fitzpatrick, se introdujeron 755 nuevos emojis para mostrar una mayor diversidad racial) y los distintos tipos de familia (de acuerdo con Emojipedia, Windows 10 soporta ¡52.000 combinaciones familiares!).

En febrero de este año, el Unicode Consortium, entidad sin fines de lucro responsable de determinar qué emojis se agregan cada año, puso la mira en un tema fundamental para la salud pública global: el emoji de mosquito.

Este símbolo fue propuesto el año pasado por el Centro para Programas de Comunicación de la Universidad Johns Hopkins y la Fundación Bill & Melinda Gates, con el propósito de “facilitar la comunicación acerca de los peligros para la salud pública del animal más peligroso de la Tierra: el mosquito”. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades transmitidas por vectores representan más de 17% de todas las enfermedades infecciosas, y provocan cada año más de 700.000 defunciones. Más de 3.900 millones de personas en más de 128 países corren el riesgo de contraer dengue, y cada año la malaria provoca más de 400.000 defunciones en todo el mundo, la mayor parte de ellas entre niños menores de cinco años.

El emoji de mosquito dará a los profesionales de la salud una forma rápida de comunicarse con el público sobre la presencia de mosquitos (que pueden transmitir malaria, fiebre zika, dengue, fiebre amarilla, etc.), y permitirá a los investigadores divulgar con mayor facilidad su trabajo en torno a las enfermedades que transmiten estos vectores.

Por su parte, el público en general podrá advertir a amigos y conocidos sobre sus picaduras y el emoji podrá sumarse a las alertas de salud pública y de fumigación comunitaria.

La iniciativa puede ser un primer paso para crear tantos otros emojis relacionados con la salud que hacen falta. ¿Cuándo veremos, por ejemplo, el emoji del condón?

Se espera que el emoji de mosquito comience a aparecer en los dispositivos móviles entre agosto y septiembre de este año.

Fuente: REC

Listado de emisiones anteriores

Punción lumbar en enfermedades neurológicas

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La punción lumbar es indispensable para diagnosticar numerosas enfermedades neurológicas. Es un procedimiento fácil y se la puede efectuar incluso en lugares con recursos limitados. Sus principales indicaciones son una presunta infección del sistema nervioso central (SNC) y la medición de la presión de apertura del líquido cefalorraquídeo (LCR), pero también se la emplea para el diagnóstico diferencial de la hemorragia subaracnoidea, las enfermedades autoinmunes del SNC, la meningitis neoplásica y la demencia.

En los últimos 10 años los adelantos tecnológicos disminuyeron la necesidad de examinar el LCR en algunas enfermedades. Son ejemplos las mejores técnicas de estudios por imágenes en casos de metástasis leptomeníngeas y la introducción de la aspiración estereotáctica del absceso cerebral.

Por otro lado, nuevas técnicas ampliaron las indicaciones del examen de LCR en otras enfermedades—por ej, biomarcadores de enfermedades neurodegenerativas, autoanticuerpos neuronales en la encefalitis autoinmune y el descubrimiento por secuenciación de gérmenes previamente no identificados.

La administración intratecal de oligonucleótidos antisentido u otros tratamientos se pueden emplear en pacientes con enfermedades neurodegenerativas que antes eran intratables. Asimismo hay continuamente adelantos tecnológicos en el procedimiento, nuevos datos de numerosos estudios aleatorizados controlados sobre el empleo de la aguja atraumática para punción lumbar y la orientación por ecografía y rayos X.

El CSF para estudios diagnósticos

Las muestras de LCR sirven para diversos análisis, según el diagnóstico diferencial. Algunos de estos y sus valores de referencia se determinaron en estudios prospectivos.

El límite superior de la presión de apertura del LCR, definido como el percentilo 90, era 28 cm H2O. El límite de referencia para la presión de apertura del LCR en adultos se determinó en un estudio prospectivo de 242 adultos sometidos a su primera punción lumbar debido a síntomas neurológicos. En este estudio el límite de referencia para la presión de apertura del LCR fue 12–25 cm H2O.

El LCR normal es cristalino, pero cuando es patológico puede ser turbio, purulento o hemorrágico. El LCR sanguinolento puede indicar hemorragia subaracnoidea o una punción lumbar traumática.

Siderófagos, eritrófagos y aumento de la ferritina se pueden hallar en el LCR de pacientes con hemorragia subaracnoidea cuando se examina por lo menos 3 días después del accidente cerebrovascular (ACV) ya que el aumento de la ferritina tarda ese tiempo en producirse, pero el análisis espectrométrico de la hemoglobina y la bilirrubina del LCR se considera más exacto y se puede evaluar por lo menos 12 horas después del ACV.

El análisis químico del LCR incluye el recuento celular, las proteínas totales y los valores de glucosa. Debido a que la barrera hematoencefálica evita la entrada de muchas macromoléculas al cerebro, la concentración de proteínas del LCR es muy inferior a la de la sangre. La relación de albúmina en sangre y en LCR es un biomarcador fiable de la permeabilidad de la barrera hematoencefálica y se puede determinar fácilmente.

La tinción de Gram del LCR es un modo rápido y fácil para orientar el tratamiento antibiótico, mientras que el cultivo del LCR es la prueba de referencia para el diagnóstico de meningitis bacteriana. La reacción en cadena de la polimerasa (PCR por las siglas del inglés) surgió como la prueba de referencia para la detección de virus y también se emplea cada vez más para detectar bacterias.

El lactato del LCR es producido por el metabolismo anaeróbico bacteriano o el tejido cerebral isquémico, y está aumentado en pacientes con ACV, convulsiones, traumatismo cerebral, coma hipoglucémico, o meningitis bacteriana.

Dos metaanálisis con 1692 y 1885 pacientes, respectivamente, llegaron a la conclusión de que el lactato diferencia bien entre meningitis bacteriana y meningitis aséptica, pero en ambos metaanálisis hay sesgos de publicación. Es de destacar que la exactitud diagnóstica del lactato en el LCR para diagnosticar la meningitis bacteriana disminuye en pacientes que recibieron tratamiento antibiótico.

La procalcitonina en el LCR fue más alta en pacientes con meningitis bacteriana que en aquellos con meningitis aséptica, pero son necesarios más estudios antes de poder recomendarla como una prueba habitual.

Pruebas serológicas para detectar antígenos o anticuerpos en el LCR son importantes para el diagnóstico de diversas enfermedades infecciosas, entre ellas la meningitis criptocócica, la neurosífilis y la neuroborreliosis de Lyme.

La citología del LCR se emplea para detectar células malignas cuando se sospecha linfoma del SNC, leucemia, diseminación leptomeníngea de tumores metastáticos o diseminación de tumores cerebrales primarios. El inmunofenotipo por análisis multiparamétrico de la citometría de flujo de las células del LCR puede sumar a la sensibilidad diagnóstica en las enfermedades malignas hematológicas, como el linfoma primario del SNC.

La detección de anticuerpos neuronales en el LCR es muy importante para el diagnóstico de encefalitis autoinmune.

Una cantidad creciente de síndromes como la encefalitis antireceptor NMDA, asociados con anticuerpos específicos contra las proteínas de la superficie de las células neuronales o contra las proteínas sinápticas se mencionó en los últimos 10 años. Un estudio retrospectivo en 250 pacientes con encefalitis antireceptor NMDA halló que todos los pacientes tenían anticuerpos antireceptores NMDA en el LCR, pero solo 214 (86%) tenían anticuerpos en sangre. Por lo tanto se recomienda busca los anticuerpos en LCR y en sangre con en los casos de presunta encefalitis anti-NMDA.

Biomarcadores en el LCR

El estudio de biomarcadores moleculares en el LCR es un campo emergente de la investigación neurológica. Con nuevos métodos analíticos, entre ellos el análisis metabolómico de los datos, se pueden medir prácticamente todas las moléculas en el LCR.

Esta tecnología se puede emplear para estudiar procesos biológicos fundamentales, pero también para el diagnóstico precoz, el monitoreo del tratamiento y la medicina personalizada. En investigaciones, los biomarcadores del LCR tienen buena exactitud diagnóstica a nivel grupal para la enfermedad de Alzheimer, pero todavía no se recomiendan como prueba diagnóstica habitual.

Un metaanálisis de 231 estudios sobre biomarcadores para la enfermedad de Alzheimer mostró que varios de ellos se asociaban con esta, entre ellos tau total, tau fosforilado y amiloide ß 1-42 (Aß42) en el LCR. Se crearon inmunoensayos comerciales biomarcadores de neurodegeneración y están siendo validados para estandarizar los métodos analíticos y mejorar la exactitud diagnóstica.

En un estudio de cohortes, 87 de 159 pacientes con síndromes de degeneración lobar frontotemporal, 72 pacientes con demencia debida a enfermedad de Alzheimer y 76 controles sanos, las concentraciones del fragmento soluble ß de la proteína precursora amiloidea fueron significativamente menores en todos los síndromes asociados con degeneración lobar frontotemporal que en controles sanos y en pacientes con enfermedad de Alzheimer.

Los valores en el LCR de la proteína liviana del neurofilamento y YKL-40 fueron mayores en el grupo de pacientes con síndromes de degeneración lobar frontotemporal y en el grupo con enfermedad de Alzheimer que en los controles sanos.

Estos datos indican que la proteína liviana del neurofilamento, YKL-40, y el fragmento soluble ß de la proteína precursora amiloidea podrían ayudar a mejorar la certeza diagnóstica de la degeneración lobar frontotemporal o a seleccionar candidatos para los ensayos clínicos. Son necesarios estudios longitudinales prospectivos de exactitud diagnóstica para evaluar el valor agregado de estos biomarcadores en el diagnóstico diferencial de un trastorno cognitivo a nivel de cada paciente antes de su empleo.

En un estudio prospectivo de pacientes con síndromes parkinsonianos se hallaron el papel de la proteína liviana del neurofilamento, el fragmento soluble a de la proteína precursora amiloidea y los valores de a-sinucleína en el LCR para pronosticar el diagnóstico de enfermedad de Parkinson o de síndromes parkinsonianos atípicos.

Un estudio observacional prospectivo en 108 pacientes con enfermedad de Parkinson y 130 controles sanos de edad similar halló que concentraciones bajas de Aß42 and Aß40 en LCR pronosticaban deterioro de las características de la marcha en los primeros 3 años siguientes al diagnóstico, denotando patología amiloide subyacente.

Un estudio retrospectivo de 23 portadores de expansiones repetitivas de CAG en el gen HTT, que conducen a la enfermedad de Huntington, 20 participantes con enfermedad de Huntington manifiesta y 14 controles sanos en todos los cuales se efectuó el análisis del LCR mostró que la mediana de la concentración de la proteína liviana del neurofilamento fue significativamente mayor en el LCR de los portadores de la mutación que en controles sanos.

Se propusieron varios marcadores diagnósticos y pronósticos en el LCR para la para la esclerosis lateral amiotrófica y la esclerosis lateral primaria y los más promisorios son la cadena pesada fosforilada del neurofilamento y la cadena liviana del neurofilamento, ambas aumentadas en pacientes con enfermedades de la neurona motora comparadas con controles sanos en numerosos estudios.

Son necesarios nuevos estudios multicéntricos para determinar la verdadera utilidad de estos biomarcadores del LCR.

La síntesis intratecal de IgG, el índice de IgG y la relación entre el índice IgG y la interleucina del LCR (IL)-4 se identificaron como biomarcadores diagnósticos para la esclerosis múltiple en un estudio prospectivo en 64 pacientes que consultaron con síntomas sugestivos de esta enfermedad, en quienes el diagnóstico se confirmó ulteriormente y 77 controles con diagnóstico de otras enfermedades neurológicas.

La presencia de bandas oligoclonales en el LCR avala el diagnóstico de esclerosis múltiple, aunque también se pueden hallar en otras enfermedades autoinmunes como la neurosarcoidosis. En un estudio prospectivo en 77 pacientes con un síndrome aislado, los valores altos de CD27 soluble en el LCR se asociaron con el diagnóstico de esclerosis múltiple durante el seguimiento y con una alta tasa de recidivas.

No obstante, los valores en el LCR se superpusieron considerablemente entre el grupo de pacientes con un síndrome monofásico clínicamente aislado y el grupo que desarrolló esclerosis múltiple durante el seguimiento, limitando así la posible utilización de este biomarcador a nivel de cada paciente en particular.

Para los biomarcadores restantes véase el cuadro siguiente:

Biomarcadores en el LCR diagnósticos o pronósticos de enfermedad neurológica

Biomarcador del LCR
Enfermedad de Alzheimer Aj342, t-tau, p-tau”
Enfermedades de la neurona motora PNfH, Nfl”
Esclerosis múltiple Síntesis de lgG, lgA, or lgM, índice de lgG o relación IL-4, bandas oligoclnales, CD27″””
Neuroborreliosis de Lyme CXCL13
Tripamanosomiasis Africana humana CXCL10, CXCL8, H-FABP, neopterina, 5-hidroxitriptofano
Síndromes parkinsonianos Nfl,sAPP-a, a-sinucleína, Aß40, Aß42
Síndromes asociados con degeneración
del lóbulo frontotemporal
sAPP-, Nfl, YKL-40
Enfermedad de Huntington
Neurosarcoidosis
Narcolepsia*
Nfl
Receptor IL- 2 soluble
Hypocretina-1
Enfermedades por priones Proteína 14-3-3
Trastornos por deficiencia de serina Serina
Deficiencia de folato cerebral 5-mettiltetrahidrofolato”
Aß42=amiloide ß 1-42. Aß40=amiloide ß 1-40. t-tau=tau total. p-tau=tau fosforilado. PNfH=cadena pesada fosforilada del neurofilamento. NfL=proteína liviana del neurofilamento. YKL-40=proteína tipo quitinasa 3. IL=interleucina. CXCL=ligando de la quimiocina (C-X-C motif). H-FABP=proteína de unión a ácidos grasos tipo corazón. sAPP= proteína precursora del amiloide soluble

 

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Fuente: IntraMed

Los países se movilizan frente a la resistencia a los antimicrobianos

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Un informe dado a conocer por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los países están dando pasos importantes para atajar la resistencia a los antimicrobianos (RAM), pero que sigue habiendo grandes lagunas que requieren medidas urgentes.

El informe analiza los progresos realizados en 154 países y revela grandes discrepancias. Algunos, entre ellos mucho países europeos, llevan más de 40 años luchando contra la RAM en los sectores de la salud humana y animal.

En otros, las medidas para contener esta amenaza son de inicio reciente. Los progresos en la elaboración y aplicación de planes son mayores en los países de ingresos altos que en los de ingresos bajos, pero todos pueden seguir mejorando. Ningún país declara disponer de una capacidad suficiente y sostenida en todas las áreas.

En el informe se aborda la vigilancia, la educación, el seguimiento y la regulación y el uso de los antimicrobianos en la salud humana, la sanidad animal y los animales destinados a la producción de alimentos, así como en las plantas y el medio ambiente, tal como se recomienda en el Plan de Acción Mundial sobre RAM publicado en 2015.

Entre los resultados prometedores destaca que 105 países dispongan de un sistema de vigilancia para notificar las infecciones fármacorresistentes en los humanos y que 68 tengan un sistema de seguimiento del consumo de antimicrobianos. Además, 123 países refirieron disponer de políticas de regulación de la venta de antimicrobianos y exigir prescripción para su uso humano, medida que es fundamental para hacer frente al abuso y al uso indebido de estos fármacos.

Sin embargo, la aplicación de estas políticas es variable, y se siguen vendiendo medicamentos no regulados en lugares como los mercados callejeros, sin limitaciones a su uso. También es frecuente que se vendan sin receta, lo que pone en riesgo la salud humana y animal y puede contribuir a la aparición de RAM.

El informe señala áreas, particularmente en los sectores animal y alimentario, en los que son urgentes más medidas e inversiones.

Por ejemplo, solo 64 países han referido seguir las recomendaciones de la FAO, la OIE y la OMS para limitar el uso de antimicrobianos de importancia crítica a fin de estimular el crecimiento de los animales destinados a la producción de alimentos. De ellos, 39 son países de ingresos altos y la mayoría pertenece a la Región de Europa de la OMS. En cambio, solo 3 países de la Región de África y 7 de la Región de las Américas han adoptado esta importante medida para reducir la aparición de RAM.

Solo 67 países refirieron disponer al menos de leyes para controlar todos los aspectos de la producción, autorización de comercialización y distribución de antimicrobianos destinados a los animales. Sin embargo, 56 señalaron bien que carecían de políticas o leyes nacionales sobre la calidad, seguridad y eficacia de los antimicrobianos utilizados para la salud animal o vegetal y sobre su distribución, venta o uso, bien que no estaban en condiciones de afirmar que hubieran puesto en práctica esas políticas.

También hay una considerable falta de medidas y de datos en los sectores medioambiental y de la salud vegetal. Aunque 78 países disponen de reglamentaciones para evitar la contaminación medioambiental en general, solo 10 de ellos refieren contar con sistemas integrales para garantizar el cumplimiento de las normas relativas a la gestión de todos los desechos, y en particular de las que restringen el vertido de residuos de antimicrobianos en el medio ambiente. Esto es insuficiente para proteger al medio ambiente de los peligros relacionados con la producción de antimicrobianos.

«Este informe muestra el impulso cada vez mayor que está teniendo a nivel mundial la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos», dice el Dr. Ranieri Guerra, Subdirector General de la OMS para Resistencia a los Antimicrobianos. «Pedimos a los gobiernos que asuman compromisos duraderos en todos los sectores —salud humana, animal y vegetal y medioambiente— pues de lo contrario nos arriesgamos a perder estos valiosos medicamentos.»

«El apoyo a los países de ingresos bajos y medios para que sigan las orientaciones con respecto al uso responsable y prudente de los antimicrobianos en los animales es una prioridad urgente», dice el Dr. Matthew Stone, Director General Adjunto de la OIE. «La aplicación de las normas internacionales pertinentes de la OIE, la existencia de una legislación nacional apropiada y el fortalecimiento de los servicios veterinarios son esenciales para ayudar a las partes interesadas en la sanidad animal a que contribuyan al control de la amenaza que supone la resistencia a los antimicrobianos.»

«La FAO se felicita de que muchos países estén adoptando medidas concretas para conseguir un uso responsable de los antimicrobianos en la agricultura», dice Maria Helena Semedo, Directora General Adjunta de la FAO. «No obstante, los países deben seguir esforzándose por reducir el uso excesivo y no reglamentado de estos fármacos en el sector agrícola. En particular instamos a los países a que abandonen progresivamente el uso de antimicrobianos para estimular el crecimiento de los animales terrestres y acuáticos destinados a la producción de alimentos.»

Con los datos de esta encuesta y de otras fuentes, el Tripartito (FAO, OIE y OMS) sabe que 100 países ya tienen planes de acción nacionales sobre la RAM y que otros 51 los están elaborando, aunque hay que seguir trabajando para garantizar que se pongan en práctica. Solo 53 países refieren tener en pleno funcionamiento un grupo de trabajo multisectorial, aunque otros 77 ya lo han creado.

Solo 10 países refieren haber determinado la financiación necesaria para todas las medidas recogidas en su plan, y muchos países de ingresos bajos y medios podrían necesitar asistencia para el desarrollo a largo plazo a fin de ejecutar sus planes de forma eficaz y sostenible.

Un dato positivo es que entre los países con mayor producción aviar, porcina y vacuna que respondieron a la encuesta, 9 de 10, han elaborado como mínimo un plan de acción nacional, y la mayoría de ellos disponen de un mecanismo de seguimiento del plan.

Información sobre la encuesta

La Encuesta mundial tripartita sobre los progresos de los países en la lucha contra la RAM se enmarca en la aplicación del Plan de Acción Mundial sobre RAM, que fue aprobado en 2015 por los Estados Miembros de la FAO y la OMS, y por los Países Miembros de la OIE.

La encuesta es realizada y publicada conjuntamente por las tres organizaciones, y en el informe se analizan los datos de las encuestas de dos años.

A la encuesta de 2018 respondieron 154 países de los 194 Estados Miembros de la OMS contactados. Las respuestas de todos los países en los dos años están publicadas en una base de datos de libre acceso, con lo que se posibilita que sean examinadas en los países con la sociedad civil y otras partes interesadas.

Para más información, descargue el PLAN DE ACCIÓN MUNDIAL SOBRE LA RESISTENCIA A LOS ANTIMICROBIANOS.

Fuente: IntraMed

El Microscopio – Emisión 322

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Miércoles 01 de agosto de 2018

  • Entrevista con la Dra. Adela Vinueza (Ecuador), Magíster en Gerencia en Salud, presenta INTERCAL 2018 e INTERCAL 2019.
  • Entrevista con la Dra. Cynthia Bowman (Estados Unidos), a cargo del Grupo de Trabajo de la IFCC: cómo los marcadores de glucosa deben ser evaluados en cuidado crítico.
  • Entrevista múltiple con los Dres. Ernesto Cinquegrani, Julián Serrano y Viviana Montero (Argentina), presentan las 23° Jornadas Bioquímicas del NOA.
  • Libros de James O. Westgard en la Biblioteca Académica Virtual, donados por la Fundación Wallace H. Coulter.
  • Fundación Wallace H. Coulter.
  • Sección Reporte Epidemiológico.
  • Noticias, eventos y novedades relacionadas a la Bioquímica Clínica.


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Reporte Epidemiológico 322

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Miércoles 01 de agosto de 2018

  • Las leyes que criminalizan la transmisión del VIH en Canadá podrían disuadir a los hombres que practican sexo con hombres (HSH) a realizarse la prueba del VIH.
  • Los ratones que viven en los sótanos de los edificios de apartamentos de la ciudad de New York, incluso en los vecindarios más exclusivos, son portadores de bacterias que causan enfermedades, gérmenes resistentes a antibióticos y virus desconocidos hasta el momento y otros que no se sabe si causan enfermedades en humanos.
  • La vacunación es una de las armas más efectivas para luchar contra la resistencia antimicrobiana, una de las mayores amenazas de salud pública que enfrenta el mundo, porque al prevenir la aparición de la enfermedad y su transmisión, se elimina la necesidad de usar antibióticos.
  • El número de personas que contraen enfermedades transmitidas por las picaduras de mosquitos, garrapatas y pulgas se ha triplicado en Estados Unidos en los últimos años.


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Entrevista múltiple con los Dres. Ernesto Cinquegrani, Julián Serrano y Viviana Montero (Argentina): 23° Jornadas Bioquímicas del NOA

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El Dr. Ernesto Cinquegrani, es Bioquímico, trabaja en Hospital Regional Ramón Carrillo en la ciudad de Santiago del Estero, Argentina. Es Presidente del Colegio de Bioquímicos de Santiago del Estero.

El Dr. Julián Serrano es bioquímico, de la Universidad Nacional del Litoral, trabaja en el Hospital Independencia de Santiago del Estero, Argentina. Es miembro de la Sociedad Internacional de Micología Humana y Animal. Es Presidente de las XXIII Jornadas Bioquímicas del NOA.

La Dra. Viviana Montero, se desempeña en la Dirección Técnica de Bioquímica del Ministerio de Salud de Santiago del Estero. Es miembro de la Comisión Directiva del Colegio de Bioquímicos de esa misma provincia. Es la Secretaria de las XXIII Jornadas Bioquímicas del NOA.

Nos presenta las 23° Jornadas Bioquímicas del NOA, que se llevarán a cabo durante el mes de octubre de 2018 en Santiago del Estero, Argentina.


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Enlace de interés

23° Jornadas Bioquímicas del NOA

Entrevista con la Dra. Cynthia Bowman (Estados Unidos): WG-GMECC

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Cynthia Bowman es médica especialista en patología y en laboratorio clínico de patología. Dirige el departamento de medicina en el Hospital Baystate Wing y Noble en Springfield, Massachusetts, Estados Unidos. A cargo del Grupo de Trabajo de la IFCC: Como se debe evaluar los medidores de glucosa en el cuidado crítico (WG-GMECC) durante el período 2016 – 2018.


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Entrevista con la Dra. Adela Vinueza (Ecuador): INTERCAL 2018 e INTERCAL 2019

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Adela Vinueza es Bioquímica Clínica por la Universidad Central del Ecuador, Magíster en Gerencia en Salud por la Universidad Técnica Particular de Loja. Se ha desempeñado como Especialista en Aplicaciones y actualmente ocupa el cargo de Coordinadora de Proyectos y Control de Calidad de SIMED de Ecuador.

En esta entrevista nos comenta de que se trata el Encuentro Internacional de la Calidad, patrocinado por SIMED.


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¿Por qué no estamos preocupados por la próxima epidemia?

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Como parte de su revisión en 2015, el organismo internacional se propuso identificar qué enfermedades tenían el mayor riesgo de causar una amplia emergencia de salud pública y tenían pocas o ninguna contramedida para prevenir su propagación a fin de catalizar fondos para su pre-vención. Tres años después, seis de las ocho categorías de enfermedades destacadas en la lista de “Enfermedades prioritarias modelo” de la OMS se encontraban en medio de brotes, al mismo tiempo.

Incluyen lo peor de lo peor: la enfermedad por el virus del Ébola, el síndrome respiratorio de Medio Oriente, la fiebre zika, la enfermedad por el virus Nipah, la fiebre hemorrágica de Lassa y la fiebre del Valle del Rift. Hasta el momento, los brotes de estas enfermedades y patógenos de alta mortalidad han causado al menos 190 muertes y han costado millones este año. Pero todas estas enfermedades tienen el potencial de volver a atacar y crecer, causando una epidemia que podría matar a miles de personas, devastar la economía mundial y causar estragos incalcu-lables, y las seis se encontraban en situaciones de brotes activos a partir de junio. Eso no tiene precedentes, de acuerdo con el Dr. Mike Ryan, director general asistente de la organización para la preparación y respuesta a emergencias de la OMS, en sus 25 años al frente de tales brotes.

“Existen estos cisnes negros que podrían ocurrir y tenemos el deber de prepararnos para ellos, porque nuestras economías y nuestras civilizaciones dependen ahora demasiado de la libre circulación de personas y de esa capacidad para el comercio. Entonces, cualquier cosa que apague eso es una gran amenaza”, dijo Ryan.

“El mundo generalmente verá de cuatro a cinco brotes diferentes de enfermedades de alta mortalidad al año, pero por lo general no están sucediendo al mismo tiempo. Esta es probablemente la primera vez que ocurre, y es, en cierto sentido, una ‘prueba de estrés’ global para la respuesta al brote”, agregó.

“Si alguna de estas cosas falla, especialmente más de una al mismo tiempo, entonces creo que seremos presionados con mayor intensidad para responder como comunidad de salud global”, dijo Loyce Pace, presidente y director ejecutivo del Global Health Council, una organización de membresía que cabildea por las prioridades de salud global.

Y aunque los brotes de este año han estado relativamente contenidos, a los expertos les preocupa que la falta de inversión en investigación y desarrollo como factores de riesgo para el crecimiento de brotes pueda llevar a un brote que no podrán detener. Eso no solo amenaza vidas, también podría amenazar la seguridad y la estabilidad mundial; después de todo, los brotes no respetan las fronteras.

Un aumento en los factores de riesgo

Parte de la razón por la que sabemos sobre más de estos brotes particularmente preocupantes es debido a avances positivos: los sistemas de salud en todo el mundo han mejorado, lo que significa que más personas que nunca antes tienen acceso a la atención médica. Y más instituciones, como la OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, entre otros, están rastreando los brotes y manteniendo un mejor registro de las amenazas.

Pero en el fondo, un aumento en la conciencia no explica por completo el aumento en tales eventos de brotes, dicen los expertos. Varios factores importantes son los culpables de por qué el mundo está viendo más de estos patógenos cada vez más peligrosos. La combinación de una urbanización masiva y generalizada, un crecimiento explosivo de la población, un aumento de los viajes a nivel mundial, cambios en los factores ecológicos, un cambio climático constante y la explotación de los ambientes está impulsando una era de riesgo convergente para los brotes, según los expertos.

“Lo que cambia y cambia no son los insectos, sino los humanos. Lo que ha cambiado es nuestra relación con esos virus, nuestra relación con los bosques tropicales”, dijo Ryan.

Los humanos –y más de ellos– viven mucho más cerca, aumentando el riesgo de un brote en un centro urbano masivo. Los viajes en todo el mundo hacen que la difusión de algo como esto sea más fácil que nunca. Y el entorno cambiante –desde una exposición diferente en varias partes del mundo, una indiferencia general hacia el hábitat y el cambio climático continuo– significa que los seres humanos están viendo cosas que no habían enfrentado antes, en áreas que nunca antes las habían visto.

“Solo echemos un vistazo a África Subsahariana: ésta es la epidemia de fiebre hemorrágica de Lassa más grande que jamás se haya observado, y luego se produce un brote de enfermedad por el virus del Ébola en la República Democrática del Congo. No es poca cosa: subraya la necesidad de una mayor vigilancia”, dijo el Dr. Richard Hatchett, oficial ejecutivo en jefe de la Coalición para las Innovaciones de Preparación Epidémica (CEPI).

“Estas enfermedades pueden moverse y pueden aflorar, y si encuentran el ambiente adecuado tienen el potencial de explotar. Si piensas en las enfermedades como oportunistas que buscan lugares para surgir y diseminarse, es bastante aterrador”, dijo.
Y ese tipo de situación de brotes no solo amenaza a la gente en el epicentro del brote, sino que tiene el potencial de sacudir la estabilidad global.

“No solo están en juego las vidas individuales, sino que como ya hemos visto, una crisis como la de la influenza pandémica, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) o la enfermedad por el virus del Ébola pueden devastar sistemas y economías de salud completos, frenar el desarrollo futuro e incluso generar inestabilidad política”, dijo Rebecca Martin, directora del Centro para la Salud Global en los CDC. “La epidemia del SARS de 2003 causó 800 muertes y su costo fue de 40.000 millones de dólares. El costo de la próxima pandemia podría ser de más de 60.000 millones”, aseguró.

“Una laguna en las capacidades de respuesta de emergencia de salud pública siguen siendo una vulnerabilidad grave para todo el mundo. Si bien no sabemos cuándo o dónde ocurrirá la próxima pandemia, sabemos que viene”, agregó.

La urgencia de más investigación y desarrollo

Recursos globales tácticos masivos y una vacuna experimental fueron movilizados para sofocar el brote de la enfermedad por el virus del Ébola, que llegó a un centro urbano en la República Democrática del Congo. Se espera que el brote se declare terminado pronto, finalizando con un total de 29 muertes. Un record de 3.330 personas fueron vacunadas, según la OMS, y las organizaciones de salud globales completaron más de 20.000 visitas de seguimiento con el fin de mantener la propagación de la enfermedad, y por lo tanto las muertes, en un bajo nivel.

Estos recursos a gran escala son necesarios para combatir tales brotes y evitar que se conviertan en uno de importancia regional, nacional e internacional, y no estamos hablando solo de la enfermedad por el virus del Ébola.

Por ejemplo, más de 2.000 personas fueron puestas en cuarentena en sus hogares en el estado de Kerala, en el sur de India, durante el brote de la enfermedad por el virus Nipah. En Nigeria, los niveles de fiebre hemorrágica de Lassa “no tienen precedentes”; Kenya está luchando contra la temible fiebre del Valle del Rift, matando dromedarios y cabras presuntamente portadores, y Arabia Saudí ha encontrado cuatro clústeres distintos del síndrome respiratorio de Medio Oriente, dos de los cuales se encuentran en centros de salud.

“Y luego está el brote de fiebre zika”, dijo Hatchett.

“Sus tasas de infección generalizadas en todo el mundo, en lugares donde nunca se había visto el virus eran esencialmente un sustituto de “enfermedad X”, el patógeno emergente desconocido que es la octava categoría de enfermedades en la lista”, dijo Hatchett. La enfermedad X a menudo afecta más a los expertos en brotes, ya que la logística de preparar y combatir un patógeno desconocido es horrible. Así que cuando la fiebre zika explotó en 2016, a pesar de que se había visto antes, nunca había sido tan común, lo que lo hacía similar al temido dilema de la enfermedad X.

“Así que ahora, incluso dos años y medio más tarde, todavía no hay una vacuna lista para combatir el virus Zika”, dice Hatchett.

“Si tuvieras un virus que se extendiera como la influenza, que podría expandirse alrededor del planeta en 60 días, dos años y medio es mucho, demasiado tiempo antes de que tengas algún tipo de medida para detenerlo”, dijo Hatchett.

Se han hecho algunos esfuerzos para construir vacunas para estas enfermedades, antes de que el mundo las necesite desesperadamente. Por ejemplo, la CEPI, fundada en 2017 por un consorcio de instituciones, incluidas la Fundación Bill y Melinda Gates, el Wellcome Trust, el Foro Económico Mundial y los gobiernos de Noruega y Japón, busca crear vacunas para los virus Lassa y Nipah y el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Medio Oriente, basándose en la lista de prioridades de la OMS. Otros esfuerzos incluyen la vacuna experimental contra el virus del Ébola desarrollada por Merck, así como algunos de los tratamientos experimentales para esta enfermedad.

“La creación de una organización global como CEPI es esencial, porque no existe una demanda comercial de estos medicamentos, hasta que la gente realmente los quiera. En otras palabras, financiar el costoso desarrollo de medicamentos para, por lo general, personas pobres en países pobres, no es rentable” dice Hatchett.

El hecho de que no se desarrollen drogas que combatan estos brotes raros, y potencialmente desastrosos, significa que cuando el mundo realmente los necesite, tardarán años en llegar. Costaría unos 2.000 millones de dólares traer vacunas y tratamientos al mercado para las 10 enfermedades conocidas de la lista, de acuerdo con los cálculos de CEPI. Está comenzando con 630 millones de dólares recaudados hasta el momento para apuntar al síndrome respiratorio de Medio Oriente, la enfermedad por el virus Nipah y la fiebre hemorrágica de Lassa.

Sin embargo, los expertos en salud pública a menudo citan el ciclo de pánico de la epidemia y el financiamiento de la salud pública, que se basa en que estos brotes son lo más importante. Y la investigación y desarrollo para luchar contra ellos no es diferente.
“El problema con la salud pública en particular y con la investigación y el desarrollo es lo que estamos tratando de hacer para evitar que sucedan cosas malas. Cuando tienes éxito, es relativamente invisible, por lo que el público no puede ver por qué la inversión es tan importante”, dijo el Dr. Thomas Inglesby, director del Centro de Seguridad Sanitaria ‘Johns Hopkins’.

Si bien la necesidad de investigación y desarrollo es mayor ahora que nunca, Inglesby dice que se ha sentido alentado por la cantidad de riesgos pandémicos que suceden en la actualidad. Señaló que las mejores evaluaciones mundiales de la OMS junto con el aumento de los índices de amenaza de brotes son pasos en la dirección correcta.
“Creo que estas enfermedades son parte del panorama de amenazas en el mundo. Hacen daño y causan brotes y vuelven a aparecer. No sabemos cuándo vendrá el próximo brote de la enfermedad por el virus del Ébola, pero sí sabemos que vendrá de nuevo, una y otra vez”, dijo Inglesby. Y cuando lo hace, la enfermedad no ve fronteras. “Sabemos que un brote que comienza en una aldea remota puede llegar a las principales ciudades en todos los continentes en 36 horas. En el mundo interconectado de hoy, una amenaza para la salud en cualquier lugar es una amenaza en todas partes”, dijo Martin, de los CDC.

Fuente: REC

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