Las bacterias liberan una proteína que se adhiere a las células intestinales en personas con sangre tipo A, pero no en los tipos sanguíneos 0 o B.
Una vacuna dirigida a esa proteína podría potencialmente proteger a las personas con sangre tipo A contra los efectos más letales de la infección por Escherichia coli enterotoxigénica.
La E. coli enterotoxigénica es responsable de millones de casos de diarrea y cientos de miles de muertes cada año, principalmente de niños pequeños, e infectando principalmente a personas que viven o visitan países en desarrollo. Algunas personas infectadas con la bacteria desarrollan una diarrea acuosa severa, similar al cólera, que puede ser letal. Otros experimentan síntomas desagradables, pero se recuperan fácilmente, mientras que otras personas no se enferman en absoluto.
Hace años, los doctores notaron que los niños naturalmente infectados con E. coli enterotoxigénica en Bangladesh parecían ponerse más enfermos si tenían sangre tipo A, pero la razón de esto nunca se estudió.
En esta investigación se realizaron ensayos clínicos controlados de infección humana, dando a voluntarios sanos una dosis de una cepa de E. coli aislada originalmente de una persona en Bangladesh con una diarrea severa similar al cólera. Luego, observaron a los voluntarios durante cinco días. Aquellos que desarrollaron diarrea moderada a severa fueron tratados con antibióticos. La enfermedad aparece rápidamente, por lo que cualquier persona que aún estuviera sana al cabo de cinco días era poco probable que se enfermara más tarde. No obstante, a los participantes sanos restantes también se les administraron antibióticos para eliminar la bacteria antes de volver a casa.
La clave está en los azúcares
Se obtuvieron datos y muestras de sangre de 106 personas, cada una de las cuales participó en uno de estos cuatro estudios. Descubrieron que las personas con sangre tipo A se enfermaban más rápido y más seriamente que las personas con otros tipos de sangre. El 81% de las personas del grupo sanguíneo A desarrollaron diarrea que requirió tratamiento, en comparación con aproximadamente la mitad de las personas con el grupo sanguíneo B o 0.
Los grupos sanguíneos se basan en los azúcares que decoran la superficie de los glóbulos rojos y otras células. Las personas con sangre del grupo A tienen azúcares distintos de los presentes en los grupos sanguíneos B o 0. Las personas con el grupo sanguíneo AB llevan azúcares de tipo A y B en sus células.
Las bacterias producen una proteína específica que se adhiere a los azúcares tipo A, pero no a los azúcares tipo B o 0, en las células intestinales. Dado que la proteína también se adhiere a E. coli, de hecho, sujeta las bacterias a la pared intestinal, lo que facilita la administración de toxinas que causan diarrea a las células intestinales.
El efecto del grupo sanguíneo en las personas infectadas con esta cepa de E. coli fue notable y significativo, pero no supone que las personas deban cambiar su comportamiento según el tipo de sangre. Una persona con sangre tipo A no debería cancelar sus planes de viaje a México. O, por el contrario, una persona cuyo grupo sanguíneo no es A no debe sentirse seguro. Hay muchas especies diferentes de bacterias y virus que pueden causar diarrea, por lo que a pesar de que esta asociación de grupos sanguíneos es fuerte, no cambia el riesgo general. Siempre deben tomarse las mismas precauciones, sea cual sea el tipo de sangre.
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Fuente: REC