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Síndrome de Lisis Tumoral

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Aunque se desarrolla con mayor frecuencia en pacientes con linfoma no-Hodgkin o leucemia aguda, su frecuencia está aumentando entre los pacientes con tumores que antes solo rara vez se asociaban con esta complicación. El SLT se produce cuando las células tumorales liberan su contenido en el torrente sanguíneo, ya sea espontáneamente o como respuesta al tratamiento, siendo sus hallazgos característicos la hiperuricemia, la hiperpotasemia, la hiperfosfatemia y  la hipocalcemia. Estas alteraciones electrolíticas y metabólicas pueden provocar  efectos tóxicos clínicos como la insuficiencia renal, las arritmias cardíacas, las convulsiones y la muerte por fallo multiorgánico.

Aunque ha sido difícil definir cuáles son los métodos de clasificación del riesgo y el tratamiento óptimos, están apareciendo normas uniformes para el manejo de este síndrome. De hecho, varios grupos han abogado por las guías para la clasificación del riesgo y formularon recomendaciones para la evaluación del riesgo y el tratamiento profiláctico del SLT. Esta revisión se limita a las estrategias actuales para la evaluación del riesgo, la profilaxis y el tratamiento del SLT. El caso siguiente ilustra los desafíos clínicos.

Informe de un caso

Un niño de 8 años fue derivado al otorrinolaringólogo para la amigdalectomía después de varios meses de aumento de los ronquidos, fatiga, dolor de garganta, agrandamiento tonsilar y aumento paulatino indoloro de los ganglios cervicales. Dos días antes del procedimiento programado, sus padres lo llevaron al departamento de emergencias local porque no había podido dormir debido a la congestión, el dolor de garganta y la dificultad para respirar. El médico del departamento de emergencia constató congestión nasal, agrandamiento de las amígdalas que alcanzaban la línea media y adenopatías importantes en la zona cervical anterior y posterior. Se le administraron 4 mg de dexametasona por vía intramuscular y se le recetó loratadina. Durante las 36 horas siguientes, el paciente mejoró un poco la congestión y la respiración pero apareció malestar y vomitó varias veces. Regresó al servicio de urgencias donde se comprobó facies descompuesta y deshidratación moderada. La evaluación mostró una leucocitosis de 84.600/mm3, con linfoblastos; natremia 133 mmol/L; potasemia 5,9 mmol/L; bicarbonato, 16 mmol/L; creatininemia, 1,0 mg/dL; fosfatemia, 8,5 mg/dL; calcemia de 6,7/dL;  uricemia 12,3 mg/dL y, lactato deshidrogenasa 4.233 UI/L. la radiografía de tórax reveló una masa mediastínal pequeña y el electrocardiograma era normal. Se le administraron dos bolos de solución salina normal (20 ml/kg de peso corporal), rasburicasa (0,15 mg/kg) y 800 mg de hidróxido de aluminio; líquidos intravenosos (2.500 ml/m2 de superficie corporal/día), y fue trasladado en ambulancia a un centro de atención terciaria, donde fue internado en la unidad de terapia intensiva donde se le diagnosticó leucemia linfoblástica aguda de células T. Su evolución se complicó por oliguria, hiperfosfatemia (un máximo de 11,2 mg/dL [3,6 mmol/l] de fósforo, el día 3), un nivel elevado de creatinina (un máximo de 3,8 mg/dL, el día 5) e hipertensión que se resolvió al cabo de 2 meses. No requirió diálisis, y 5 años después del diagnóstico todavía mantenía la remisión.

Definición del síndrome de lisis tumoral

En el actual sistema de Cairo y Bishop, el SLT se puede clasificar sobre la base del laboratorio o la clínica. El SLT de laboratorio requiere que 2 o más de las anormalidades metabólicas (hiperuricemia, hiperpotasemia, hiperfosfatemia e hipocalcemia) ocurran dentro de los 3 días previos o hasta 7 días después de la iniciación del tratamiento. El SLT clínico está presente cuando el laboratorio del SLT se acompaña de un aumento del nivel de creatinina, convulsiones, trastornos del ritmo cardíaco o muerte. Unos cuantos detalles podrían mejorar esta clasificación. En primer lugar, conviene precisar la presencia simultánea de 2 o más alteraciones metabólicas, ya que algunos pacientes pueden presentar una anormalidad y más tarde desarrollar otra que no está relacionada con el SLT (por ej., hipocalcemia asociada a sepsis). Segundo, en contraste con la definición de Cairo y Bishop no se debe considerar un criterio un cambio del 25% desde el inicio, ya que los aumentos raramente tienen importancia clínica a menos que el valor ya esté fuera de los límites normales. Tercero, cualquier hipocalcemia sintomática debe hacer sospechar el STL clínico. Al ingresar al servicio de urgencias, el paciente presentado cumplía con los criterios de laboratorio del STL pero al día siguiente cumplía con los criterios de STL clínico, al detectarse un nivel de creatinina >1,0 mg/dL a 2,1 mg/dl.

Definiciones de laboratorio y clínica del síndrome de lisis tumoral*
Anormalidad metabólica Criterio de clasificación de laboratorio del SLT Criterio de clasificación clínica del  SLT
Hiperuricemia Acido úrico >8 mg/dL en adultos o >del límite superior normal en niños
Hiperfosfatemia Fósforo > 4,5 mg/dL en adultos o >6,5 mg/dL en niños
HIperpotasemia Potasio > 6 mEq/L  Arritmias cardíacas o muerte súbita o causada definitivamente por la hiperpotasemia
HIpocalcemia Calcio corregido <7 mg/dL o calcio ionizado <1,12 (0,3 mmol/L) ∞ Arritmias cardíacas, muerte súbita, convulsiones, irritabilidad neuromuscular (tetania, parestesias, calambres musculares, espasmo carpopedal o, broncoespasmo), hipotensión o, insuficiencia cardíaca probablemente o definitivamente causada por la hipopotasemia
Lesión renal aguda ¥ No aplicable Aumento de la creatininemia de 0,3 mg/dL (o un valor único >1,5 veces el límite superior normal cuando no se dispone de la creatininemia basal) u, oliguria (diuresis <0,5 ml/kg/hora, durante 6 horas.
*En el SLT, deben estar presentes 2 o más alteraciones metabólicas durante el mismo período de 24 horas dentro de los 3 días previos al inicio del tratamiento y hasta los 7 días posteriores. El SLT clínico requiere la presencia del SLT de laboratorio plus el aumento de la creatininemia, convulsiones, arritmias cardíacas o muerte.
∞La calcemia corregida en mg/dL + 0,8(4- albúmina en g/dL)
¥La lesión renal aguda se define como el aumento de la creatininemia de al menos 0,3 mg/dL o un período de oliguria ≥6 horas. Por definición, en presencia de lesión renal aguda, el paciente tiene un SLT clínico.

Fisiopatología

Cuando se produce la lisis, las células cancerosas liberan potasio, fósforo y ácidos nucleicos, que se metabolizan en hipoxantina, luego xantina y, finalmente, ácido úrico, un producto final en el ser humano. La hiperpotasemia puede causar arritmias graves, en ocasiones mortales. La hiperfosfatemia puede causar hipocalcemia secundaria, lo que provoca irritabilidad neuromuscular (tetania), arritmias cardíacas y convulsiones; también puede precipitar fosfato de calcio en varios órganos, en forma de cristales (por ej., en los riñones, donde pueden causar insuficiencia renal aguda). El ácido úrico puede provocar insuficiencia renal aguda no solo por la cristalización intrarrenal sino también por mecanismos independientes relacionados con los cristales, como la vasoconstricción renal, la alteración de la autorregulación, la disminución del flujo sanguíneo renal, la oxidación y la inflamación. El SLT también libera citocinas que causan un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica y a menudo falla multiorgánica.

El SLT se produce cuando la cantidad de potasio, fósforo, ácidos nucleicos y citocinas liberados durante la lisis celular no puede ser contrarrestada por los mecanismos homeostáticos corporales. El principal mecanismo de depuración de ácido úrico, xantina y fosfato es la excreción renal y puede precipitar en cualquier parte del sistema colector renal. La capacidad de los riñones para excretar solutos hace poco probable la producción del SLT clínico sin el desarrollo previo de la nefropatía y la consiguiente incapacidad para excretar solutos con la suficiente rapidez como para hacer frente a la carga metabólica.

En el SLT, la lesión tisular inducida por cristales se produce cuando el fosfato de calcio, el ácido úrico y la xantina precipitan en los túbulos renales y causan inflamación y obstrucción. Un nivel elevado de solutos, la baja solubilidad, el flujo lento de la orina y los niveles elevados de sustancias que se unen para cristalizar favorecen la formación de cristales y aumentar la gravedad del SLT. Los niveles elevados de ácido úrico como así de fosfato hacen que los pacientes con SLT tengan un riesgo particularmente elevado de lesión renal aguda por cristales, porque el ácido úrico precipita rápidamente en presencia de fosfato de calcio, y el fosfato de calcio hace lo mismo en presencia de ácido úrico. Por otra parte, el aumento del pH urinario aumenta la solubilidad del ácido úrico pero disminuye la del fosfato de calcio. En los pacientes tratados con alopurinol, la acumulación de xantina, un precursor poco soluble del ácido úrico puede llevar a la nefropatía por xantina o a la litiasis renal, independientemente del pH urinario.

El fosfato de calcio puede precipitar en todo el cuerpo. El riesgo de calcificación ectópica es particularmente elevado en los pacientes que reciben calcio intravenoso. Cuando el fosfato de calcio precipita en el sistema de conducción cardiaca, pueden ocurrir arritmias graves y potencialmente mortales. En el paciente presentado, la lesión renal aguda resultante de la precipitación de cristales de ácido úrico y de fosfato de calcio se vio agravada por la deshidratación y la acidosis que se desarrollaron debido a que el SLT no se había sospechado y no tuvo la atención de apoyo que requería.

Epidemiología

La incidencia y la gravedad del SLT dependen de la masa del cáncer, el potencial de las células tumorales para la lisis, las características del paciente y el tratamiento de apoyo. La variabilidad de las cohortes de pacientes y la falta de criterios uniformes han contribuido a que las denuncias de incidencias sean diferentes. Cuanto mayor es la masa del cáncer, mayor es la cantidad de contenido celular liberada después de la administración del tratamiento oncológico efectivo. Los cánceres con un potencial elevado de lisis celular son los linfomas de alto grado, las leucemias agudas y otros tumores de proliferación rápida. Sin embargo, el potencial de lisis celular se debe considerar junto con la eficacia de la terapia, como lo demuestran los casos de SLT en adultos que murieron después del tratamiento con cetuximab indicado para el carcinoma metastásico de colon, un cáncer en el que el SLT no había sido informado anteriormente. De hecho, este síndrome se reporta cada vez más en pacientes con cánceres que antes rara vez se habían asociado a esta complicación, como el cáncer de endometrio, el carcinoma hepatocelular, la leucemia linfocítica crónica y la leucemia mieloide crónica. Las características de los pacientes que elevan el riesgo son la insuficiencia renal crónica preexistente, la oliguria, la deshidratación, la hipotensión y acidez urinaria. El manejo adecuado de los líquidos influye tanto al desarrollo como en la gravedad del SLT. Por lo tanto, los casos desvastadores de SLT se produjeron en pacientes con cánceres no hematológicos que recibieron un tratamiento efectivo contra el cáncer pero no líquidos por vía intravenosa o no se hizo un seguimiento adecuado debido a que no la presencia del síndrome no fue anticipada. Por el contrario, en muchos países, los pacientes con linfoma de Burkitt voluminoso que tienen un potencial elevado de lisis tienen un riesgo bajo de SLT clínico porque rutinariamente reciben un tratamiento agresivo con hidratación y rasburicasa, una enzima urato oxidasa recombinante, un agente uricolítico altamente efectivo.

Los niños con linfoma de Burkitt que recibieron rasburicasa tuvieron 5 veces menos probabilidad de ser sometidos a diálisis que los niños tratados con alopurinol, lo que ilustra la gran diferencia que puede generar el tratamiento de apoyo, aun cuando los otros factores de riesgo para SLT sean los mismos. Esto es lo que se observó en el niño de 8 años presentado en la viñeta.

Factores de riesgo de síndrome de lisis tumoral
Masa del cáncer Volumen del tumor o extensión de la metástasis
Infiltración del órgano por las células cancerosas
Compromiso de la médula ósea
Infiltración renal o obstrucción del tracto de salida
Potencial de lisis Tasa de proliferación de las células cancerosas elevada
Potencial de lisis celular Tasa de proliferación de las células cancerosas elevada
Sensibilidad de las células cancerosas al tratamiento antineoplásico
Intensidad del tratamiento antineoplásico inicial
Características previas al cuadro de presentación Características previas al cuadro de presentación
Neuropatía previa al diagnóstico de cáncer
Deshidratación o depleción de volumen
Orina ácida
Hipotensión
Exposición a nefrotoxinas
Tratamiento de apoyo Hidratación inadecuada
Potasio exógeno
Retardo en la eliminación del ácido úrico

Evaluación de riesgos

La lesión renal aguda se asocia con una elevada morbilidad y mortalidad, y su prevención requiere la conciencia a priori del riesgo de SLT y un cuidadoso control de los primeros signos. Para los adultos con leucemia mieloide aguda y los niños con leucemia linfoblástica aguda tratados con la hidratación y alopurinol (pero no con rasburicasa) se han desarrollado modelos que predicen el riesgo de SLT.

Estos modelos carecen de una definición estándar del SLT, utilizan diferentes puntos finales primarios (es decir, ya sea el SLT clínico o cualquier tipo de SLT), no son estandarizados en cuanto al tratamiento de apoyo y tienen sistemas de puntaje complejos. Los expertos han emitido guías de manejo para el SLT pero se esperan modelos nuevos de orientación más sencillos para predecir el riesgo, que tengan una definición estandarizada del síndrome y una guía uniforme para el tratamiento de apoyo para cada tipo de cáncer.

Manejo

El tratamiento primario del SLT debe considerar la preservación de la función renal como así la prevención de las arritmias y la irritabilidad neuromuscular.

Prevención de la lesión renal aguda

Todos los pacientes en riesgo de SLT deben recibir hidratación por vía intravenosa para mejorar rápidamente la perfusión renal y la filtración glomerular, y minimizar la acidosis (ya que la disminución del pH urinario promueve la precipitación de los cristales de ácido úrico) y la oliguria (un signo ominoso). Esto se logra generalmente con la hiperhidratación con líquidos por vía intravenosa (2.500 a 3.000 ml/m2/día en los pacientes de mayor riesgo). La hidratación es el método preferido para aumentar la diuresis, pero también pueden ser necesarios los diuréticos. En un estudio con un modelo de ratas con nefropatía por ácido úrico con hiperuricemia inducida por la infusión intravenosa continua de dosis elevadas de ácido úrico, aumento de la diuresis por administración de furosemida o diabetes insípida congénita (en el grupo de ratones con esta modificación genética), la protección renal que se logró fue igualmente buena, mientras que la acetazolamida (diuresis leve) y el bicarbonato solo consiguieron una protección renal moderada (no más que una dosis baja de furosemida, sin bicarbonato). Por lo tanto, en los pacientes con diuresis baja después de alcanzar un estado óptimo de hidratación se recomienda el uso de un diurético de asa como la furosemida, para lograr por lo menos una diuresis no menor a los 2 ml/kg/hora.

La reducción del nivel de ácido úrico mediante la administración de alopurinol, y en particular de rasburicasa, puede preservar o mejorar la función renal y reducir los niveles de fósforo sérico, como un efecto secundario beneficioso. Aunque el alopurinol previene la formación de ácido úrico, el ácido úrico ya existente debe ser excretado. El nivel de ácido úrico puede tardar 2 o más días en disminuir, retraso que permite el desarrollo de la nefropatía por ácido úrico. Por otra parte, a pesar del tratamiento con alopurinol pueden acumularse xantinas, dando lugar a la neuropatía por xantina. Dado que el nivel de xantinas en el suero no es una medida de rutina, su efecto sobre el desarrollo del daño renal agudo es incierto. Al impedir la acumulación de xantina y directamente descomponer el úrico ácido, para la prevención y el tratamiento del SLT es más eficaz la rasburicasa que el alopurinol. En un estudio aleatorizado del uso de alopurinol versus rasburicasa en pacientes en situación de riesgo de SLT, el nivel medio del fósforo sérico alcanzó un máximo de 7,1 mg/dL (2,3 mmol por litro) en el grupo rasburicasa (a las 4 horas, la media de los niveles de ácido úrico disminuyó en un 86%, a 1 mg/dL [59.5 mmol / l]) en comparación con 10,3 mg/dL (3,3 mmol/l) en el grupo de alopurinol (a las 48 horas, los niveles medios de ácido úrico disminuyeron 12%, a 5,7 mg/dL [339.0 mmol/l]) . El nivel de creatininemia mejoró (disminuyó) un 31% en el grupo rasburicasa pero empeoró (aumentó) un 12% en el grupo alopurinol. Pui y col. no constataron ningún aumento en los niveles de fósforo ni disminución de la creatininemia entre los 131 pacientes que se encontraban en alto riesgo de SLT y fueron tratados con rasburicasa. Por último, en un estudio multicéntrico con pacientes pediátricos con linfoma de Burkitt en un estadio avanzado, en el que todos los pacientes recibieron idéntico tratamiento de quimioterapia e hidratación agresiva, en Francia, el SLT se presentó en el 9% de 98 pacientes que recibieron rasburicasa y en Estados Unidos, el 26% de los de 101 pacientes que recibieron alopurinol. Solo el 3% de los pacientes franceses requirió diálisis, a diferencia del 15% de los pacientes en Estados Unidos. En el momento del estudio, en Estados Unidos no estaba disponible la rasburicasa.

La alcalinización urinaria aumenta la solubilidad del ácido úrico pero disminuye la solubilidad del fosfato de calcio. Debido a que es más difícil corregir la hiperfosfatemia que la hiperuricemia, en los pacientes con SLT se debe evitar la alcalinización urinaria, sobre todo cuando se dispone de rasburicasa. Se desconoce si la  alcalinización urinaria previene o reduce el riesgo de lesión renal aguda en los pacientes que no tienen acceso a la rasburicasa, pero del modelo animal de nefropatía por ácido úrico se deduce que no ofrece beneficios. Si se utiliza la alcalinización, la misma debe ser suspendida al aparecer la hiperfosfatemia. En los pacientes tratados con rasburicasa, las muestras de sangre para la medición del nivel de ácido úrico deben ser colocadas en hielo para prevenir la interrupción ex vivo del ácido úrico por la rasburicasa y por lo tanto dar un nivel bajo falso. Los pacientes con deficiencia de glucosa-6-fosfato deben evitar la rasburicasa ya que el peróxido de hidrógeno, un producto de la degradación del ácido úrico, puede causar metahemoglobinemia y, en los casos graves, anemia hemolítica. La rasburicasa se recomienda como tratamiento de primera línea para los pacientes que están en alto riesgo de SLT. Por consideraciones de costos y a la espera de la realización de estudios de farmacoeconomía todavía no se ha logrado un consenso sobre el uso de la rasburicasa en pacientes con riesgo medio de SLT mientras que algunos han abogado por el uso de una pequeña dosis de rasburicasa en tales pacientes. Los pacientes con riesgo bajo por lo general pueden ser tratados con líquidos por vía intravenosa con o sin alopurinol, pero deben ser supervisados diariamente para detectar los signos del SLT.

Prevención de las arritmias cardíacas y la irritabilidad neuromuscular

La hiperpotasemia sigue siendo el componente más peligroso del SLT ya que puede causar la muerte súbita por arritmia cardíaca. Los pacientes deben limitar la ingesta de potasio y fósforo durante el período de riesgo de SLT. En los pacientes con SLT y lesiones renales agudas se recomiendan la medición frecuente de los niveles de potasio (cada 4 a 6 horas), el monitoreo cardiaco continuo y la administración de sulfonato de sodio de poliestireno oral. La hemodiálisis y la hemofiltración eliminan el potasio en forma efectiva. Como medidas contemporizadoras pueden utilizarse glucosa más insulina o agonistas ß; el gluconato de calcio puede ser utilizado para reducir el riesgo de arritmia mientras se espera la hemodiálisis.

La hipocalcemia puede también poner en peligro la vida por la aparición de arritmias e irritabilidad neuromuscular; el control de la fosfatemia puede prevenir la hipocalcemia. La hipocalcemia sintomática debe ser tratada con calcio en la dosis mínima necesaria para aliviar los síntomas, ya que la administración de cantidades excesivas de calcio aumenta el producto fosfocálcico y su tasa de cristalización, especialmente si el producto es mayor de 60 mg2/m2/dl. La hipocalcemia no se acompaña de signos o síntomas ni requiere tratamiento. A pesar de la falta de estudios que demuestren su eficacia, en pacientes con SLT se suelen dar quelantes de fosfato.

Manejo de la lesión renal aguda grave

A pesar de una atención óptima, en algunos pacientes se desarrollan lesiones renales agudas graves que requieren tratamiento de reemplazo renal. Si bien las indicaciones para el tratamiento de reemplazo renal en los pacientes con SLT son similares a las de los pacientes con otras causas de insuficiencia renal aguda, los umbrales que se utilizan para los pacientes con SLT son un tanto más bajos debido a la liberación y acumulación potencialmente rápida del potasio, en particular en los pacientes con oliguria. En presencia de SLT, la hiperfosfatemia inducida por hipocalcemia sintomática también puede justificar la diálisis. La eliminación del fosfato aumenta a medida que el tratamiento prosigue, lo que ha llevado a algunos a defender el uso de la terapia de reemplazo renal continua en pacientes con SLT, incluyendo la hemofiltración continua venovenosa, la hemodiálisis venovenosa continua o la hemodiafiltración venovenosa continua. Estos métodos de diálisis utilizan filtros de diálisis con un tamaño de poro más grande, lo que permite la eliminación más rápida de las moléculas que no son removidas eficazmente mediante la hemodiálisis convencional. Un estudio que comparó la fosfatemia en adultos con lesión renal aguda tratados mediante la hemodiálisis convencional o la hemodiafiltración venovenosa continua mostró que la hemodiafiltración venovenosa continua es más eficaz para reducir el fosfato. Mucho menos se sabe acerca de la depuración del ácido úrico con la diálisis, pero en los países en los que la rasburicasa está disponible rara vez la hiperuricemia es una indicación de diálisis. En el caso presentado, una vez diagnosticado el SLT, los autores procedieron al tratamiento con líquidos intravenosos, quelantes del fósforo y rasburicasa, impidiendo la necesidad de la diálisis. A pesar de una potasemia de 5,9 mmol por litro, el paciente no tenía arritmia ni alteraciones electrocardiográficas, pero los autores consideran que si se hubiera presentado 1 día después, el SLT pudo haber tenido un resultado fatal.

cuadro(5)

Seguimiento

La producción de orina es el factor clave para el control de los pacientes que están en riesgo de desarrollar un SLT y de aquellos en los que ya el síndrome se ha desarrollado. En los pacientes cuyo riesgo de SLT clínico no es insignificante, es importante registrar y evaluar la producción de orina y el balance hídrico con frecuencia. Los pacientes de alto riesgo también deben recibir un control intensivo de enfermería, con monitorización cardíaca continua y medición de electrolitos, creatinina, y ácido úrico cada 4 a 6 horas después del inicio del tratamiento. Los pacientes de riesgo intermedio deben tener un control de laboratorio cada 8 a 12 horas, y los de riesgo bajo, dicho control debe hacerse todos los días. El monitoreo debe continuar durante el período durante el cual el paciente está en riesgo de desarrollar el SLT, lo cual depende del régimen terapéutico. Con un protocolo para la leucemia linfoblástica aguda, para la cual se ofreció por adelantado un solo agente terapéutico, el metotrexato, algunos pacientes desarrollaron un nuevo SLT a los 6 o 7 días del tratamiento de inducción-remisión (después del inicio de la quimioterapia de combinación con prednisona, vincristina, y daunorrubicina el día 5 y asparaginasa el día 6).

Disminución de la tasa de lisis tumoral con una fase previa de tratamiento

Los pacientes con alto riesgo de SLT también pueden recibir un tratamiento inicial de baja intensidad. La lisis más lenta de las células del cáncer renal permite la intervención de mecanismos homeostáticos para eliminar los metabolitos antes de que se acumulen y causen daños en los órganos. En los casos de linfoma de células B avanzado no Hodgkin o de leucemia de Burkitt grave se han utilizado dosis bajas de ciclofosfamida, vincristina y prednisona durante 1 semana antes del inicio de una quimioterapia intensa. Del mismo modo, para la leucemia linfoblástica aguda muchos grupos prefieren 1 semana de monoterapia con prednisona.

Fuente: IntraMed

Listado de emisiones anteriores

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Por favor, si necesita más información envíe una consulta directa a los organizadores del evento.

Infección por Escherichia coli portadora de mcr-1

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Una cuarta persona en Estados Unidos ha sido diagnosticada con una infección por una bacteria resistente a los antibióticos de último recurso, pero los investigadores informaron que hasta ahora estos precursores de súperbacterias no se han extendido a otros.

El último caso es una niña de Connecticut de 2 años de edad, que fue diagnosticada a principios de este año, informaron el 9 de septiembre los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Ella y otros tres estadounidenses han desarrollado infecciones por bacterias Escherichia coli resistentes a la colistina. Éste es un medicamento antiguo, de amplio espectro, con efectos secundarios significativos, que se reserva para los gérmenes que resisten ya a otros antibióticos de importancia.

A los funcionarios de salud les preocupa que las bacterias resistentes a la colistina propaguen esta característica especial a bacterias que ya son resistentes a otros medicamentos, preparando el escenario para las infecciones de verdaderas súperbacterias que sean resistentes a todos los antibióticos conocidos.

Los investigadores informaron la semana del 5 de Septiembre de 2016 el caso preocupante de un hombre de 76 años de edad atendidos en 2014 en un hospital de New Jersey. En las pruebas de seguimiento de este año, se encontró que había sido infectado por un germen resistente tanto a la colistina como a los carbapenemes, que también están reservados para tratar gérmenes especialmente resistentes.

Ésta fue la primera vez que se informó de este tipo de doble resistencia en Estados Unidos, aunque varios otros casos se han reportado en otras partes del mundo. Todos los casos de Estados Unidos han podido ser tratados con otros antibióticos.

Y, lo que es muy importante, los investigadores reportaron que al parecer la bacteria no ha infectado a otras personas. Cuando la bacteria se propaga, puede encontrar a otras bacterias y transferirles esa cualidad genética, creando mayores oportunidades de que se presente una súper bacteria.

“La pequeña de Connecticut desarrolló diarrea durante un viaje al Caribe en junio. Resulta que otro germen causó sus síntomas, probablemente adquirido en algún alimento que consumió. Sin embargo, las pruebas de laboratorio revelaron que ella también portaba E. coli resistente a la colistina”, dijo Maroya Walters, epidemióloga de los CDC que investigó el caso.

“Ella se recuperó”, dijo Walters. Seis miembros de su familia fueron analizados y ninguno dio positivo para bacterias portadoras del gen de resistencia a la colistina, llamados mcr-1 por los científicos.

El 9 de septiembre, los CDC también actualizaron una investigación sobre uno de los otros cuatro casos de resistencia a la colistina, una mujer de Pennsylvania cuyo caso fue reportado por primera vez en mayo.

Los investigadores no pudieron determinar dónde contrajo la infección, pero analizaron a más de 100 personas, sin encontrar pruebas de que se haya extendido a otra.1

Con base en lo que los investigadores observaron hasta el momento, “tenemos la esperanza de que el riesgo de transmisión a las personas sanas es relativamente bajo”, dijo el Dr. Alexander Kallen, epidemiólogo de los CDC que trabajó en el caso.2

  1. Puede consultar el artículo completo, en inglés, haciendo clic aquí.
  2. Puede consultar el artículo completo, en inglés, haciendo clic aquí.

Fuente: REC

La infección congénita por el virus Zika puede provocar sordera en los niños

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Hasta ahora se había relacionado el virus Zika con la microcefalia y otras enfermedades del cerebro, oculares y lesiones ortopédicas de los hijos de madres infectadas durante el embarazo, pero se sabía muy poco de la pérdida de audición infantil asociada a la infección.

Sobre ese aspecto arroja luz este nuevo estudio elaborado por el Hospital ‘Agamenon Magalhães’ de Brasil en colaboración con otras instituciones.

Para elaborarlo se evaluaron 70 niños menores de 10 meses con microcefalia e infección por el virus Zika entre noviembre de 2015 y mayo de 2016, de los que se descartó a uno que había recibido un tratamiento ototóxico.

Cinco de los niños (5,8%) dieron positivo en sordera neurosensorial, un tipo de hipoacusia, que es el término médico para la incapacidad total o parcial de escuchar sonidos en uno o ambos oídos.

Sordera neurosensorial y microcefalia

La hipoacusia neurosensorial está causada por el daño a estas células especiales o a las fibras nerviosas en el oído interno. Algunas veces, la hipoacusia es consecuencia del daño al nervio que lleva las señales al cerebro.

Todos los niños que dieron positivo para esta dolencia en el estudio padecen una microcefalia severa.

Lo más alarmante sobre el actual brote de fiebre zika, que afecta principalmente a América Latina y al Caribe, es su vinculación con la microcefalia.

El estudio brasileño, a falta de nuevas investigaciones al respecto, recomienda que todos los niños nacidos de mujeres infectadas por el virus Zika durante el embarazo sean sometidos a pruebas auditivas, incluso los que no presentan ninguna evidencia de microcefalia u otra enfermedad congénita al nacer.

Lo que ya se ha comprobado ampliamente es que la sordera neurosensorial congénita puede deberse a enfermedades como el citomegalovirus (CMV, relacionado con los virus que causan la varicela y la mononucleosis infecciosa), la rubéola, la toxoplasmosis, el herpes simple y la sífilis.

En estas enfermedades, la sordera es neurosensorial, de ambos oídos, severa y profunda, pero a menudo no puede detectarse en el momento del nacimiento y a veces es progresiva y fluctúa.

Tras comprobar que cuatro de los 70 niños con microcefalia estudiados mostraron tener sordera neurosensorial sin ninguna otra causa potencial, los autores del estudio recomiendan que esta dolencia sea considerada parte del espectro clínico asociado con la infección congénita por el virus del Zika y que la infección se considere un factor de riesgo de pérdida auditiva en las evaluaciones médicas.

Asimismo, los niños con infección congénita por el virus Zika que no muestren sordera en las pruebas efectuadas en el nacimiento deben recibir seguimiento regular porque la enfermedad podría desarrollarse más tarde y la pérdida de audición ser progresiva.

Puede consultar el artículo completo, en inglés, haciendo clic aquí.

Fuente: REC

Entrevista con la Prof. Hilda Tendisa Marima Matarira (Africa): Ébola

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La Profesora Hilda Tendisa Marima Matarira, es secretaria de la Federación Africana de Química Clínica y Medicina de Laboratorio. Es Profesora de patología química. Actualmente es Presidenta de la Sociedad de Patología de Zimbabwe y Presidenta de la Asociación de Química Clínica de Zimbabwe. En esta oportunidad nos comunicamos con la Profesora Marima Matarira en referencia a la enfermedad provocada por el virus del Ébola.

Segunda Parte (2014/09/17)

Primera Parte (2014/09/10)

Análisis de benzodiazepinas en cabello en Química Forense

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La química es una de las principales áreas de la ciencia forense. No en vano, un resto biológico como un cabello, se puede analizar en el laboratorio y resultar determinante en una investigación forense.

Las benzodiazepinas constituyen la familia de psicofármacos más prescritos en las sociedades occidentales, con propiedades hipnóticas, sedantes o miorrelajantes, uno de los más conocidos es el Valium.

La sangre y la orina han sido tradicionalmente las matrices empleadas en el análisis químico-toxicológico para la detección de sustancias (drogas ilícitas, contaminantes, fármacos, sustancias dopantes, etc.). La concentración de una molécula o su producto de biotransformación en sangre nos indica el grado de afectación de la persona en el momento de la toma de muestra (ej. alcoholemia), mientras la orina es una vía principal de eliminación de multitud de sustancias del organismo. Sin embargo, el tiempo de eliminación del xenobiótico del organismo limita lo que se conoce como “ventana de detección del tóxico”; en el caso de la sangre dicha ventana viene a cubrir un máximo de 48 horas, mientras que en el caso de orina puede prolongarse a unos cinco días.

En el caso del cabello, las sustancias comienzan su incorporación días después de su consumo y pueden ser retenidas de manera permanente en el mismo, y sólo la longitud del mechón de cabello tomado como muestra limitaría la detección temporal de un tóxico, teniendo en cuenta que en adultos presenta una velocidad de crecimiento promediada de 1 cm/mes, como establece la Society of Hair Testing (SoHT). De esta forma, el análisis de cabello, si bien puede emplearse en algún caso para detectar el consumo puntual de una sustancia, se ha venido empleando en Toxicología para determinar el consumo crónico o bien la exposición continuada a una determinada sustancia.

Además de esta capacidad de almacenamiento, el cabello es una matriz de fácil recolección (no se requiere para ello de ningún procedimiento invasivo), así como de fácil almacenamiento (sequedad a T ambiente).

Sin embargo, presenta también inconvenientes para el análisis, dado que el cabello es una matriz compleja (encontramos en su composición lípidos, minerales y en mayor proporción proteínas como la queratina y pigmentos como la melanina), donde las sustancias se incorporan en muy bajas cantidades, y no todas ellas presentan una buena incorporación.

El empleo de sustancias químicas para disminuir o alterar el grado de consciencia de una persona, fenómeno conocido como “sumisión química”, ha sido documentado a lo largo de la historia, y las benzodiazepinas han estado presentes en casos documentados en diversos países. La sedación y la amnesia anterógrada que pueden producir estos fármacos, pueden provocar que la víctima no sea consciente en un primer momento de que se encontraba bajo sus efectos, por lo que el retraso en la toma de muestras tradicionales como sangre y orina, provocan que no sean detectadas en estas matrices. Es ahí donde el cabello juega un papel fundamental.

Desde el punto de vista químico, las benzodiazepinas presentan una estructura común, la de heterociclos de siete miembros con presencia de átomos de nitrógeno, fusionados con anillos bencénicos, lo cual es relevante a la hora de suponer unas características de lipofilia y basicidad adecuadas para la incorporación al pelo.

En el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (departamento de Madrid), bajo la dirección del Dr. Óscar Quintela, se realizó la puesta a punto y la validación de un método analítico para la determinación simultánea de diferentes tipos de benzodiazepinas en muestras de cabello. Se seleccionaron once benzodiazepinas y productos de su biotransformación (diazepam, nordiazepam, bromazepam, alprazolam, alfa-hidroxi-alprazolam, 4-hidroxi-alprazolam, oxazepam, midazolam, halazepam, lorazepam, lormetazepam) y zopiclona, un fármaco con estructura química diferente pero con efectos similares. El oxazepam deuterado fue empleado como estándar interno.

La técnica de análisis empleada es la cromatografía de líquidos (LC) acoplada a la espectrometría de masas (MS) en tándem (LC-MS/MS). Mediante la cual, es posible conseguir la separación de los diferentes constituyentes de una mezcla, de forma que cada molécula investigada (analito), exhibe distinto tiempo de retención en la columna cromatográfica. Posteriormente, los analitos llegan al espectrómetro de masas, donde cada uno de ellos se fragmenta originando transiciones de masa/carga características para cada una de las moléculas, lo que permite la determinación de estos compuestos de forma específica e inequívoca.

Es decir, para cada pico cromatográfico se obtiene simultáneamente el espectro de masas, lo que permite identificar y cuantificar el compuesto de que se trata.

HPLC benzodiazepinas

De esta manera, se desarrolló un método sensible y fiable para el análisis rutinario de benzodiazepinas en muestras de cabello, permitiendo la detección de estas sustancias a nivel de trazas, en concreto picogramos de benzodiazepina/miligramos de cabello (partes por billón, ppb).

Fuente: La Química en el siglo XXI, Dr. Justo Giner Martínez-Sierra

La vitamina D podría reducir los ataques de asma

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Se han relacionado los bajos niveles de vitamina D en la sangre con un mayor riesgo de ataques de asma en niños y adultos con asma.

Una nueva revisión Cochrane, publicada en ‘The Cochrane Library’ y presentada en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea, ha encontrado pruebas a raíz de ensayos aleatorios sobre que tomar un suplemento de vitamina D oral, además de la medicación estándar para el asma, es probable que reduzca los ataques de asma severos.

Ha habido un creciente interés en el potencial papel de la vitamina D en el tratamiento del asma, ya que podría ayudar a reducir las infecciones del tracto respiratorio superior, como el resfriado común, que pueden llevar a exacerbaciones del asma. Varios ensayos clínicos han analizado si la ingesta de vitamina D como un suplemento tiene un efecto sobre los ataques de asma, los síntomas y la función pulmonar en niños y adultos con asma.

El equipo de investigadores de Cochrane encontró siete ensayos que incluían a 435
niños y dos estudios que incluyeron a 658 adultos. Los participantes en el análisis eran
étnicamente diversos, lo que refleja una amplia gama de configuraciones geográficas
globales, con participación de Canadá, India, Japón, Polonia, Reino Unido y Estados
Unidos.

Menos ingresos hospitalarios y atención de urgencia

La mayoría de las personas reclutadas para los estudios presentaban asma de leve a moderada y una minoría sufría asma grave. La mayoría de las personas continuaron tomando su medicación habitual para el asma durante su participación en los análisis, los cuales duraron entre seis y 12 meses.

Los autores descubrieron que la administración de un suplemento de vitamina D por vía oral reduce el riesgo de ataques de asma graves que requieren ingreso hospitalario o asistencia al servicio de urgencias desde un 6 a un 3 por ciento. También vieron que los suplementos de vitamina D disminuyeron la tasa de ataques de asma que necesitan tratamiento con comprimidos de esteroides.

Estos resultados se basan en gran medida en ensayos en adultos. En ellos, los investigadores también hallaron que la vitamina D no mejoró la función pulmonar o los síntomas del asma diarios, además de que no aumentó el riesgo de efectos secundarios a las dosis que se estudiaron.

El autor principal de la revisión Cochrane, el profesor Adrian Martineau, del Centro para la Investigación Aplicada del Asma de Reino Unido, de la Universidad Queen Mary de Londres, explica: “Hemos encontrado que tomar un suplemento de vitamina D, además del tratamiento estándar para el asma, reduce significativamente el riesgo de ataque de asma severa, sin causar efectos secundarios”.

“Éste es un resultado interesante, pero hace falta cierta cautela. En primer lugar, las conclusiones relativas a los ataques de asma severos provienen de sólo tres ensayos: la mayoría de los pacientes que participaron en estos estudios fueron adultos con asma leve o moderada. Se necesitan ensayos adicionales de vitamina D en los niños y en adultos con asma grave para averiguar si estos grupos de pacientes se beneficiarán también”, matiza.

“En segundo lugar, todavía no está claro si los suplementos de vitamina D pueden reducir el riesgo de ataques de asma severos en todos los pacientes, o si este efecto se ve en aquellos que poseen niveles bajos de vitamina D. Se están realizando nuevos análisis para investigar esta cuestión y los resultados estarán disponibles en los próximos meses”, concluye.

Fuente: InfoSalus

Describen cómo la bacteria Bordetella pertussis evade al sistema inmune

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“Nuestro trabajo constituye un aporte para el diseño futuro de nuevas estrategias preventivas y terapéuticas, ya que plantea caminos para explorar la creación de vacunas y antibióticos más efectivos”, indicó la Dra. María Eugenia Rodríguez, jefa del Laboratorio de Microbiología Celular y Desarrollo de Vacunas del Centro de Investigación y Desarrollo
en Fermentaciones Industriales (CINDEFI), en la ciudad de La Plata.

Hasta 2010, los científicos creían que la bacteria Bordetella pertussis –causante de la enfermedad– era un patógeno que habitaba en el exterior de las células humanas. “Sin embargo, para nuestra sorpresa, descubrimos que ese microorganismo es capaz de sobrevivir dentro de macrófagos humanos, que son células del sistema inmune que debieran eliminarla”, explicó la investigadora del CINDEFI, que depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Luego de un corto período, la bacteria es capaz de establecer una infección intracelular “compatible con lo que sería un nicho de persistencia”, agregó.

Un estudio realizado íntegramente por el grupo de Rodríguez reveló una serie de mecanismos moleculares por los cuales B. pertussis evade las defensas inmunes y causa infecciones persistentes. Para ello, realizaron estudios en muestras de macrófagos humanos infectados con la bacteria. Y descubrieron que el patógeno “tiene la capacidad de
modular la respuesta microbicida e inflamatoria de la célula inmune que la hospeda, asegurando su sobrevida en ese nicho protegido”, indicó Rodríguez.

La investigación identificó dos toxinas específicas de la bacteria, Ptx y CyaA, que actúan sobre los genes de las células invadidas y “manipulan” su respuesta para que no cumplan su función.

“Nuestros resultados sugieren que esta bacteria convierte al macrófago en un tipo particular, llamado M2, con características tales que lo vuelve más permisivo y débil”, puntualizó la científica del CONICET.

En la actualidad, el grupo de Rodríguez está realizando trabajos para explorar el diseño de vacunas y antibióticos efectivos que tengan a esos mecanismos biológicos como blanco terapéutico.

La tos convulsa se transmite de persona a persona al toser o estornudar. Y se previene con dosis y refuerzos de vacunas incluidas en el calendario nacional de vacunación: la pentavalente, la cuádruple o la triple bacteriana celular y acelular. En Argentina, se notificaron unos 9.000 casos durante 2015.

Del avance también participaron los doctores Hugo Valdez, Yanina Lamberti y Juan Pablo Gorgojo, y el becario doctoral Juan Marcos Oviedo, todos del CINDEFI.

Fuente: REC

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