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El Microscopio – Emisión 215

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Miércoles 13 de Julio de 2016

  • Entrevista con la Dra. María Ines Pinto (Canadá), miembro del Departamento de Medicina en el Instituto de Investigación Digestivo de Familia Farncombe, conversamos sobre la introducción de gluten en bebés y el riesgo de enfermedad celíaca.
  • Entrevista múltiple con la Dra. María Inés Riberi y la Dra. Ana Leila Castillo (Argentina), integrantes del Laboratorio Castillo-Chidiak SRL, hablamos sobre Prostatitis bacteriana aguda y su relevancia de niveles PSA séricos y urocultivo en el diagnóstico temprano.
  • Entrevista con el Dr. Emilio Ros (España), Médico Especialista en Medicina Interna, nos habla sobre nueva recomendación para no realizar ayuno en análisis de colesterol y triglicéridos.
  • Historia de Harald Zur Hausen.
  • Curso – Taller de Prácticas Avanzadas en Calidad Analítica.
  • Libros de James O. Westgard en la Biblioteca Académica Virtual, donados por la Fundación Wallace H. Coulter.
  • Fundación Wallace H. Coulter.Sección Reporte Epidemiológico.
  • Noticias, eventos y novedades relacionadas a la Bioquímica Clínica.


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Listado de emisiones anteriores

Reporte Epidemiológico 215

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Miércoles 13 de Julio de 2016

  • Hace unos años, parecía que la campaña global para erradicar la poliomielitis se había estancado.
  • El grupo de mujeres jóvenes representa hoy el sector con mayor riesgo de contraer el virus de inmunodeficiencia humana debido a su estado de vulnerabilidad social, aunque el mayor número de casos se registra en hombres que tienen contacto sexual con su mismo género.
  • La sarna, el cólera, la tuberculosis o la fiebre tifoidea son algunas de las enfermedades que habían pasado al desván de los recuerdos en Europa pero que ahora amenazan con renacer en los campos de refugiados.
  • Un tratamiento preventivo de dos fármacos reduce en gran medida la severidad de la malaria durante el embarazo, según un estudio financiado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

 

Historia de Harald zur Hausen

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Harald zur Hausen, nació el 11 de marzo de 1936 en Gelsenkirchen, Alemania.

Estudió Medicina en las universidades de Bonn, Hamburgo y Düsseldorf. Se doctoró en 1960 y comenzó a trabajar allí como médico asistente. Dos años más tarde ingresó en el Instituto de Microbiología de esa Universidad como asistente científico.

Ha realizado las investigaciones sobre el cáncer del cuello de útero, donde descubrió el papel del virus del papiloma humano, por lo cual recibió el Premio Nobel de Medicina en 2008, junto con Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier.

Dra. María Ines Pinto (Canadá): Introducción de gluten y riesgo de enfermedad celíaca en infantes

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La Dra. María Ines Pinto es miembro del Departamento de Medicina, en el Instituto de Investigación Digestivo de Familia Farncombe, de la Universidad McMaster, Hamilton, Ontario, Canada.

En la siguiente entrevista conversamos sobre la introducción de gluten en bebés y el riesgo de enfermedad celíaca. Una revisión sistemática y meta análisis.

Entrevista múltiple con la Dra. María Inés Riberi y la Dra. Ana Leila Castillo (Argentina): Prostatitis bacteriana aguda

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La Dra. María Inés Riberi es Bioquímica Especialista en Virología y Doctora en Ciencias Biológicas, así como Profesora de la Universidad Nacional de Córdoba. Es Jefa del área de Endocrinología y Jefa del Área Capacitación y Ciencia del Laboratorio Castillo-Chidiak SRL.

La Dra. Ana Leila Castillo es Bioquímica, Máster en Biología Molecular Médica con Especialización en Genética por la Universidad de Buenos Aires. Es Jefa del Servicio del Laboratorio Castillo-Chidiak SRL.

Con ellas hablamos sobre Prostatitis bacteriana aguda y la relevancia de los niveles de PSA séricos y urocultivo en el diagnóstico temprano.

Infecciones bacterianas del tracto reproductivo masculino y su papel en la fertilidad

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El objetivo de este trabajo fue describir las bacterias involucradas en la alteración de la función reproductiva y sus efectos sobre calidad espermática, así como la capacidad de los espermatozoides para transportar infecciones y diseminarlas al tracto reproductivo femenino.

Las infecciones bacterianas que afectan el tracto reproductivo masculino se clasifican en infecciones de transmisión sexual, del tracto urinario y las asociadas a la microbiota bacteriana, donde están implicadas una gran variedad de agentes etiológicos como Chlamydia trachomatis, Ureoplasma urealyticum, Mycoplasma hominis, Escherichia coli y los Staphyloccoccus coagulasa negativos.

Aún es controversial el efecto de estos gérmenes sobre los parámetros seminales así como la presencia de microbiota en el semen; su diagnóstico depende de la calidad de la muestra, de la sensibilidad de la técnica de detección y de los factores de riesgo que presente el individuo.

Acceda desde aquí al trabajo científico completo.

Autores: Jenniffer Puerta-Suárez1, Mariluz Giraldo2, Ángela Patricia Cadavid1, Walter Cardona-Maya1.

  1. Grupo Reproducción, Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
  2. IPS Universitaria, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.

Altos niveles de anticuerpos anti-HDL y riesgo de eventos cardiovasculares

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De izquierda a derecha, Patricia López Suárez, Javier Rodríguez Carrio y Ana Suárez Díaz. / UNIOVI

Investigadores de la Universidad de Oviedo han descubierto nuevas evidencias de la relación entre los anticuerpos dirigidos frente a las lipoproteínas HDL (anti-HDL), relacionados con el llamado colesterol bueno, y la enfermedad cardiovascular. El hallazgo tiene relevancia en el ámbito clínico porque permitirá usar estos anticuerpos como potenciales biomarcadores de riesgo para patologías del sistema circulatorio.

Los autores del trabajo, que ha sido publicado en la revista Arthritis and Rheumatology, concluyen que la determinación en sangre de los niveles de los anticuerpos anti-HDL facilitará el diseño de estrategias de medicina individualizada en función de las necesidades terapéuticas de los pacientes.

Javier Rodríguez Carrio, investigador del área de Inmunología de la Universidad de Oviedo, recuerda que, desde hace tiempo, es conocido que las lipoproteínas de alta densidad, también conocidas como colesterol HDL o colesterol bueno, son un ‘factor protector’ frente a las enfermedades cardiovasculares.

“Estas lipoproteínas llevan a cabo el transporte del colesterol desde los tejidos hacia el hígado. Evitan así el depósito excesivo de grasa en capilares y arterias, tejidos diana del desarrollo de aterosclerosis y patologías cardiovasculares”, comenta Rodríguez Carrio.

Este investigador añade que, sin embargo, en los últimos años han aparecido evidencias que sugieren que el efecto protector del llamado colesterol bueno no parece ser debido en exclusiva a esta función transportadora, sino también a su efecto antioxidante y antiinflamatorio. Además, todavía no se han identificado todos los factores que explican los cambios en los niveles de estas lipoproteínas; algunos autores señalan como responsables a reacciones inmunitarias y mediadores antiinflamatorios.

Método de detección

El grupo de investigación ha desarrollado un método para la detección de anti-HDL. Los anticuerpos son proteínas de gran peso molecular que reconocen y bloquean otras estructuras. Son, por lo tanto, señala Rodríguez Carrio, ‘mediadores clave’ en la defensa del organismo frente a agentes infecciosos y otras agresiones.

El problema reside en que, en ocasiones, también pueden generarse anticuerpos que reconocen moléculas propias del organismo, como es el caso de las HDL, y terminan por atacarlas como si de un agente extraño se tratase. Este hecho es la base de la aparición de las llamadas enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario, que debería protegernos, acaba dañando estructuras propias de nuestro organismo.

Una vez desarrollado el método, los investigadores han evaluado los niveles de anticuerpos anti-HDL en muestras de suero de diferentes grupos de población: individuos sanos, con diferentes factores de riesgo cardiovascular –diabetes, obesidad, dislipemia, hipertensión o tabaquismo–, y pacientes con artritis reumatoide. Los científicos eligieron a afectados por esta patología por el hecho de tratarse de una enfermedad autoinmune, que lleva asociado un elevado riesgo cardiovascular, sin que se conozca muy bien por qué.

Dos estudios

El primer estudio realizado reveló que alrededor del 20% de los pacientes de artritis reumatoide mostraban niveles elevados de anticuerpos anti-HDL. Además, presentaban también incrementos en los niveles de varias moléculas implicadas en inflamación.

Los resultados de esta primera aproximación indican que la presencia de anticuerpos anti-HDL puede explicar los niveles reducidos de HDL o colesterol bueno y pone de manifiesto, por lo tanto, la relación entre estas lipoproteínas y la enfermedad cardiovascular.

El segundo estudio se centró en abordar si, además, la presencia de estos anticuerpos interfería también en el efecto antioxidante del colesterol bueno. Los investigadores observaron que esta afectación estaba regulada por causas genéticas.

“La presencia de anticuerpos anti-HDL parecía conferir un riesgo cardiovascular especialmente relevante en individuos portadores de variantes genéticas que determinan una menor funcionalidad”, comenta Javier Rodríguez Carrio.

Este mismo investigador señala que estas conclusiones “son importantes” porque apoyan la participación de mecanismos inmunitarios en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y, aunque los resultados se han extraído de pacientes con artritis reumatoide, podrían aplicarse a otras patologías e incluso a la población general. De hecho, algunos individuos sanos también presentan altos niveles de estos anticuerpos. El equipo ha logrado ya una patente para la protección del método desarrollado y su potencial aplicación práctica.

La realización de los estudios ha sido posible gracias a la colaboración de profesionales clínicos del servicio de Reumatología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), así como de médicos de Atención Primaria del Servicio de Salud del Principado (SESPA). Se ha establecido además una colaboración con el grupo de epidemiología genética y arterioesclerosis en enfermedades inflamatorias sistémicas (IDIVAL), del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander. Las investigaciones se enmarcan dentro de un proyecto financiado por el Instituto de Salud Carlos III.

Referencias bibliográficas:

  • Rodríguez-Carrio J, López-Mejías R, Alperi-López M, López P, Ballina-García FJ, González-Gay MA, Suárez A (2016); PON activity is modulated by rs662 polymorphism and IgG anti-HDL antibodies in rheumatoid arthritis patients: potential implications for CV disease; Arthritis Rheumatol.
  • Rodríguez-Carrio J, Alperi-López M, López P, Ballina-García FJ, Abal F, Suárez A (2015); Antibodies to high-density lipoproteins are associated with inflammation and cardiovascular disease in rheumatoid arthritis patients; Transl Res 166(6):529-39.

Fuente: Agencia Sinc

Linfocitos modificados genéticamente para actuar contra las enfermedades autoinmunes

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Esquema de como los receptores quiméricos de autoanticuerpos, que muestran fragmentos de autoantígenos de la Dsg3 para actuar frente al pénfigo vulgar. Imagen: Christoph T. Ellebrecht, MD, Perelman School of Medicine, University of Pennsylvania.

Los resultados del estudio amplían el rango de utilización de los linfocitos modificados con fines terapéuticos y abren un camino muy atractivo para el desarrollo de tratamientos frente a aquellas enfermedades en las que el sistema inmunitario reconoce y ataca erróneamente a las propias células del organismo.

La inmunoterapia o utilización de las mismas herramientas que emplea el sistema inmunitario frente a infecciones y agentes exógenos para luchar contra el cáncer, ha alcanzado en los últimos años resultados prometedores en la lucha contra algunos tipos tumorales. Una de las aproximaciones consiste en modificar genéticamente los linfocitos de los pacientes para que produzcan receptores de superficie llamados receptores de antígenos quiméricos (o CAR por sus siglas en inglés).  Estos receptores les permiten identificar proteínas o partes de las mismas específicas de las células, para posteriormente inducir su eliminación.

Los linfocitos modificados han sido utilizados hasta el momento dentro contexto del cáncer. No obstante, el nuevo estudio, publicado en Science, plantea la posibilidad de reprogramar también a estas células inmunitarias para expresar aquellas moléculas que desatan una respuesta exacerbada del sistema defensor del organismo. De este modo los linfocitos modificados podrían atraer las células inmunitarias ejecutoras hacia ellas, en lugar de hacia su objetivo, para eliminarlas antes de que destruyan el tejido sano.

“Pensamos que podríamos adaptar esta tecnología que es realmente buena en eliminar todos los linfocitos B del organismo para dirigirla a los linfocitos que producen anticuerpos que provocan enfermedades autoinmunes,” señala Michael C. Milone, profesor de Patología y Medicina de Laboratorio en la Universidad de Pensilvania, y co-director del trabajo.

Para desarrollar esta idea, los investigadores se enfocaron en una enfermedad autoinmune  de la piel denominada pénfigo vulgar, caracterizada por la producción de autoanticuerpos frente a la proteína de adhesión de keratinocitos desmogleina 3. Como consecuencia del ataque a las células que producen la desmogleina 3 se forman ampollas y úlceras en piel y membranas mucosas, que si no son tratadas pueden llevar a la muerte. El pénfigo vulgar es tratado en la actualidad con fármacos inmunodepresores. No obstante, las recaídas son frecuentes y la supresión del sistema inmunitario hace a los pacientes más vulnerables a las infecciones.

En el estudio, los investigadores diseñaron linfocitos que expresaran un receptor quimérico de autoanticuerpos (denominado CAAR en este caso) formado por dos elementos: parte de la propia desmogleina 3 y un dominio CD137-CD3 al que está fusionada. Estos linfocitos estaban dirigidos específicamente a destruir los linfocitos B autorreactivos que atacaban las células que expresan Dsg3.

“Esta es una estrategia poderosa para actuar únicamente sobre las células autoinmunitarias y evitar a las células inmunitarias beneficiosas que nos protegen de la infección,” manifiesta Aimee S Payne, profesora de dermatología en la Universidad de Pensilvania y co-directora del trabajo.

Inicialmente el equipo probó la eficacia de los linfocitos T modificados  para atacar los linfocitos B anti Dsg3 en cultivo celular e identificó cuál de los diferentes diseños (qué parte de la proteína Dsg3 hacía más eficaces a los linfocitos modificados) era más eficaz. A continuación, comprobaron el sistema en un modelo de ratón para el pénfigo vulgar en él se observó que además de eliminar los linfocitos B autorreactivos, los linfocitos modificados prevenían la formación de úlceras y otros síntomas de la enfermedad en los animales.

Por último, los investigadores confirmaron la seguridad de los linfocitos modificados descartando posibles efectos no deseados sobre las células que producen de forma natural la desmogleína 3, tanto en cultivo celular como en un modelo en ratón. Además, los linfocitos modificados permanecían, se integraban y permanecían en el bazo tras su administración, incluso en ausencia de células a las que atacar, lo que sugiere que podrían ser utilizados para tratamientos a largo plazo.

El equipo concluye el trabajo indicando que los linfocitos CAAR-T representan una nueva estrategia terapéutica  para las enfermedades autoinmunes mediadas por anticuerpos, capaz de generar una memoria a largo plazo mediada por linfocitos CAAR-T. Esta aproximación, testada en el caso del pénfigo vulgar, podría evitar los riesgos de las terapias inmunodepresoras actuales y ser utilizada no sólo en diferentes enfermedades autoinmunes, sino también para el tratamiento tras un trasplante, que también requiere terapia inmunosupresora. “Si puedes identificar un marcador específico de un linfocito B que quieres usar como diana, entonces en principio esta estrategia puede funcionar,” señala Payne.

“Nuestro estudio expande la aplicación de esta tecnología anti-cáncer al tratamiento de un rango mucho más amplio de enfermedades, incluyendo la autoinmunidad y rechazo de trasplantes,” añade Milone.

El siguiente paso de los investigadores será probar el tratamiento en perros, especie que también puede desarrollar pénfigo vulgar. “Si podemos utilizar esta tecnología para curar el pénfigo vulgar de forma segura en perros, podría ser un gran descubrimiento para la medicina veterinaria y podría pavimentar el camino para los ensayos de esta terapia en pacientes humanos,” manifiesta Payne.

Referencia: Ellebrecht CT, et al. Reengineering chimeric antigen receptor T cells for targeted therapy of autoimmune disease. Science. 2016 Jun 30. Doi: 10.1126/science.aaf6756

Fuente: Revista Genética Médica

Aumento de Prolactina: causas y diagnósticos diferenciales

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Puntos de aprendizaje

  • La prolactina es una hormona del estrés. Las concentraciones transitorias que duplican el límite superior del rango de referencia son comunes.
  • Los fármacos antipsicóticos y los tratamientos para las náuseas son causas comunes de la hiperprolactinemia.
  • Las concentraciones de prolactina de más de 3.000 mUI / L sugieren la presencia de un prolactinoma.

Viñeta clínica

Una mujer de 29 años que trabaja en la oficina de un abogado presentó con amenorrea secundaria. Se encontró que tenía una concentración de prolactina sérica de 2.940 mUI/L (límite superior de referencia <600) y hormona estimulante de la tiroides (TSH) con una concentración de 5,2 mUI/L (referencia desde 0,27 hasta 4,2 mUI/L). Tenía un historial de depresión y había sido tratada previamente para la ansiedad y el hipertiroidismo. No había antecedentes de acné o hirsutismo y, hasta hace ocho meses antes de la presentación, sus períodos menstruales habían sido regulares. Su índice de masa corporal (IMC) fue de 18 en comparación con 19,8 del año anterior.

¿Cuál es la siguiente investigación?

Una historia más detallada sería de mucha utilidad. En particular, preguntar sobre:

  • Los posibles síntomas de la hiperprolactinemia, como secreción del pezón y galactorrea (o en hombres, disminución de la líbido y nueva aparición de la disfunción eréctil).

Posibles causas de hiperprolactinemia, por ejemplo:

  • Embarazo y lactancia
  • Drogas, como muchos medicamentos de uso común aumentan las concentraciones de prolactina.
  • Eventos estresantes y ejercicio excesivo
  • Historia de insuficiencia renal.

La paciente había reiniciado la toma de citalopram hacía tres meses a causa de una reaparición de los síntomas depresivos que disminuían considerablemente su rendimiento en el trabajo. La terapéutica anterior de la tirotoxicosis había ocasionado hipotiroidismo, y ella admitió que a menudo se olvidaba de tomar la levotiroxina prescrita. No tomó otras drogas. Los controles clínicos previstos fueron a menudo salteados debido a la ansiedad social y profesional, fobia a las agujas, y horarios de trabajo frenético.

El examen físico debe incluir una evaluación cuidadosa de los campos visuales.

En la práctica el hirsutismo, un rasgo característico del síndrome de ovario poliquístico, tiende a ser informado en lugar de observado ya que la mayoría de las mujeres utilizan métodos físicos para eliminar el vello que consideran excesivo. Si una mujer niega el crecimiento excesivo de vello no es necesario confirmarlo y es inapropiado examinarla buscando signos de virilización. Del mismo modo, no es apropiado examinar a una mujer por la presencia o ausencia de galactorrea.

Se enumeran algunos de los diagnósticos a considerar en pacientes con hiperprolactinemia. Los diagnósticos a considerar en pacientes con concentración de prolactina elevada*:

Microprolactinoma

  • Uso de los antipsicóticos (particularmente risperidona), antidepresivos tales como los tricíclicos, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina particularmente selectivos.
  • Tratamientos para las náuseas y vómitos como la metoclopramida o domperidona.

Macroprolactinoma

  • Adenomas hipofisarios no funcionantes (causando la compresión del tallo hipofisario).
  • Hipotiroidismo (en una minoría, a menudo todavía dentro del rango de referencia y sólo rara vez por encima de 1200 mIU/L).
  • Síndrome de ovario poliquístico (en el 10-20%; rara vez por encima de 1.000 mIU/L).
  • Otros (idiopática, ansiedad y estrés, insuficiencia renal, acromegalia).

* En el orden aproximado de frecuencia de acuerdo con una serie de casos. En la atención primaria, el estrés y los efectos de fármacos son las causas más probables de la hiperprolactinemia leve.

Repetir la medición de la concentración de prolactina

La macroprolactina es un complejo bioinactivo de la IgG y la prolactina. Su presencia puede sugerir la presencia de hiperprolactinemia severa y potencialmente conducir a un manejo inadecuado en pacientes que están siendo investigados, por ejemplo, para la infertilidad. La mayoría de los laboratorios no incluyen rutinariamente la determinación de la macroprolactinemia cuando se encuentra una concentración de prolactina elevada, pero cuando esto no sea de rutina, podría tener que ser solicitada.

Una sola estimación de la concentración de prolactina es normalmente suficiente para excluir la hiperprolactinemia. Sin embargo, la fobia a las agujas o simplemente la sangría traumática pueden duplicar o cuadruplicar ocasionalmente las concentraciones de prolactina basal, 2 3 y repetir la prueba en diferentes circunstancias puede proporcionar tranquilidad.

Fármacos

Los tratamientos para las náuseas y los vómitos, como la domperidona y la metoclopramida, pueden aumentar de forma aguda las concentraciones circulantes de prolactina hasta alrededor de 3.000 mUI/L y concentraciones similares se pueden encontrar en los pacientes tratados con fármacos antipsicóticos como la risperidona y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. No obstante, sólo el 15 % de los pacientes que toman medicamentos antipsicóticos tienen concentraciones de prolactina más del doble del rango de referencia, y los síntomas de la hiperprolactinemia, como oligomenorrea o galactorrea son inusuales.

Insuficiencia renal

La insuficiencia renal se asocia ocasionalmente con hiperprolactinemia leve, por lo general menos de 2.000 mUI/L. El nivel de la insuficiencia renal en la que las concentraciones de prolactina se elevan no está claro, pero en un estudio de más de 450 pacientes con enfermedad renal crónica, las concentraciones de prolactina medias en los que tienen tasas de filtración glomerular estimada de 78 ml/min y 26 ml/min fueron 420 UI/L y 935 UI/L , respectivamente.

Embarazo

Durante las últimas etapas del embarazo, las concentraciones de prolactina podrían subir fisiológicamente hasta un máximo de 10000 UI/L y permanecerán elevadas durante la lactancia, aunque bajan a la normalidad entre las gestaciones.

En otras circunstancias, las concentraciones circulantes de prolactina superiores 6-8000 IU/L indican la presencia de un macroprolactinoma. Sin embargo también se producen micro y macro prolactinomas asociados con concentraciones de prolactina de más de 8.000 UI/L y menos de 2.000 UI/L respectivamente.

Tipos

Los macroprolactinomas son los prolactinomas de ≥ 10 mm de diámetro y/o que se extienden más allá de la fosa pituitaria. Por el contrario, microprolactinomas son < 10 mm de diámetro y no distorsionan ni se extienden más allá de la fosa pituitaria. El término “macroprolactinoma” sin embargo, no debe confundirse con el fenómeno de la macroprolactinemia, que se refiere a la presencia de macroprolactina.

Los microprolactinomas tienden a persistir, pero sólo en raras ocasiones a convertirse en macroprolactinomas. Los macroprolactinomas son generalmente muy sensibles al tratamiento con agonistas de la dopamina.

Función tiroidea

Aunque en un tercio de los pacientes con hipotiroidismo se ha notificado tener hiperprolactinemia leve, lo que ha sido definido como concentraciones circulantes de prolactina que se inician dentro del rango de referencia y bajan a un promedio más bajo con la corrección según la función tiroidea anormal.10 Los aumentos clínicamente relevantes y potencialmente engañosos en las concentraciones de prolactina son raros y sólo se encuentran en el hipotiroidismo grave prolongado. El hipotiroidismo tiende a causar menorragia en lugar de oligomenorrea o amenorrea.

En el presente caso, los problemas de concordancia (comorbilidad) hacen que valga la pena repetir las pruebas de función tiroidea (TSH). Las concentraciones de la hormona estimulante de la tiroides permanecen bajas o dentro del rango de referencia en el hipotiroidismo secundario (es decir, enfermedad de la hipófisis) y la medición de T4 libre, que normalmente está en o por debajo de la parte inferior del rango de referencia, es un estudio adicional importante si se está considerando un prolactinoma o adenoma hipofisario endocrinológicamente inactivo que comprime el tallo hipofisario.

Prueba de embarazo, gonadotropinas y testosterona

Si todavía no se han hecho, las pruebas para comprobar las concentraciones séricas de beta-HCG para excluir el embarazo y la testosterona sérica o el índice de andrógenos libres con concentraciones en el suero de la hormona estimulante del folículo (FSH) y luteinizante (LH) son útiles para considerar la posibilidad de síndrome de ovario poliquístico.

En el presente caso, la historia de una menstruación regular antes de la aparición de la amenorrea secundaria y la ausencia de hirsutismo u otros signos de hiperandrogenismo hacen el diagnóstico de síndrome de ovario poliquístico muy poco probable.

Los aumentos en la concentración de prolactina en el síndrome de ovario poliquístico suelen ser modestos, y las concentraciones normalmente permanecen dentro del rango de referencia (media de 220 (SD 100) mUI/L en comparación con 350 (SD 200) mUI/L en aquellos afectados) como lo hacen en el hipotiroidismo. La utilidad de medir la prolactina cuando se sospecha el síndrome de ovario poliquístico como causa de oligomenorrea o amenorrea es excluir el diagnóstico alternativo de un prolactinoma.

Hiperprolactinemia en hombres

En los hombres, la hiperprolactinemia y la supresión de FSH y LH que causa conducen a hipogonadismo secundario, con concentraciones de testosterona reducidas resultante en energía disminuida, pérdida de la libido y disfunción eréctil. La pérdida de la libido a menudo retrasa la presentación de la disfunción eréctil, y los hombres necesitan ser preguntados específicamente por el síntoma.

La hiperprolactinemia en el intervalo de 600-3000 mUI/L es relativamente común. Interrumpir el tratamiento con antipsicóticos o antidepresivos rara vez es necesario o conveniente, pero podría ser posible tomar en cuenta factores como el estrés o la fobia a las agujas. Discontinuar otras drogas antidopaminérgicas, y repetir la medición de prolactina si reaseguro por sí sola no será suficiente.

En ausencia de causas secundarias de la hiperprolactinemia y, desde luego, si la concentración de prolactina es persistentemente superior a 3000 mUI/L, la consulta a un endocrinólogo para futuras investigaciones, como la resonancia magnética de la fosa pituitaria es apropiado.

Evolución de la paciente

Se exploraron la ansiedad, la pérdida de peso y el ejercicio como causas de la amenorrea de la paciente. Cuando tomó la levotiroxina según lo prescrito, la concentración de la hormona estimulante del tiroides regresó a 2,3 mUI/L, dentro de la mitad inferior del rango de referencia (0,27-4,2 mUI/L). Redujo la intensidad de su rutina de ejercicios y la menstruación se reanudó.

La hiperprolactinemia en este caso, probablemente se debió a una combinación de estrés en el momento en que se tomó la muestra de sangre y a los efectos antidopaminérgicos de un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina. El hipotiroidismo leve concurrente y la amenorrea hipotalámica podrían haber contribuido modestamente. En tales circunstancias, no había necesidad de repetir la medición de prolactina.

Fuente: IntraMed

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