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Latam Hospitals: Encuentro virtual interdisciplinario de la salud

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18 al 22 de octubre

Gratuito, con traducción en simultáneo.

Es una plataforma virtual que une a la ciencia y la industria en un ciclo de conferencias y MasterTalks contando las novedades de la nueva normalidad en el sector salud.

Une profesionales, instituciones científicas, cámaras y empresas para generar un intercambio positivo en este contexto de incertidumbre y cambios constantes.

Sitio web: www.latamhospitals.com

Listado de emisiones anteriores

Qué sabemos sobre los cambios en la menstruación tras la vacuna de la Covid

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A principios de agosto, una de las actualizaciones periódicas de seguridad de las vacunas contra la covid-19 de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), se hizo eco de la comunicación de trastornos menstruales tras la vacunación y solicitó más información a las agencias comercializadoras, comprometiéndose a revisar la evidencia disponible y monitorizar este posible efecto.

Por su parte, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) también incluyó este aspecto en su séptimo informe de farmacovigilancia, el pasado 20 de julio, informando que hasta el momento no se ha encontrado una relación causal entre estas alteraciones en la regla y las vacunas de la covid-19, aunque aclara que está en estudio.

En este sentido, desde la Universidad de Granada y el Hospital Universitario San Cecilio de Granada se está realizando un estudio científico, el Proyecto EVA, liderado por la profesora Laura Baena, en el que se trata de evaluar si la vacunación está asociada con esta consulta cada vez más frecuente de trastornos menstruales.

El estudio tiene tres ramas. La primera es un cuestionario online que ya cuenta con cerca de 14.000 respuestas y que esperan cerrar en septiembre. Sin ser datos definitivos y aún no publicados, más del 70 % de las mujeres que han participado refieren haber presentado cambios en su regla tras la vacunación, entre ellos aumento del sangrado, sangrado más frecuente y retrasos en la menstruación, entre otros.

Una segunda rama se centra en el seguimiento a lo largo de un año de algo más de 100 mujeres, desde antes de la vacunación, y si estos trastornos se presentan poder caracterizarlos; entre ellas y sin haber finalizado el estudio, cerca del 30 % refieren estar presentando algún tipo de alteración. En una tercera rama, se está realizando análisis de sangre en un subgrupo de estas voluntarias (antes, entre dosis y tras la última dosis de vacuna) para intentar estudiar el mecanismo biológico que pudiese estar implicado.

Falta de comprensión

El ciclo menstrual y una autopercepción de un patrón menstrual normal es uno de los procesos fisiológicos más importantes para la salud de las mujeres, ya que su alteración es a veces un signo precoz de otras patologías, aunque también puede modificarse por factores externos, como hábitos de vida, aspectos psicológicos, actividad física y consumo de fármacos, entre otros. Sin embargo, existe aún hoy una falta de comprensión acerca de la fisiología menstrual, visible en la falta de estudios que existen en este ámbito.

La covid-19 ha afectado hasta el mes de agosto a más de 200 millones de personas en todo el mundo. La enfermedad está asociada a graves efectos, reflejados en una alta tasa de defunciones y en graves secuelas para la salud. Además, algunos estudios han asociado esta infección vírica con cambios en los niveles de hormonas sexuales de la mujer y con importantes alteraciones en determinados parámetros de la coagulación.

No obstante, los estudios realizados en este sentido continúan siendo escasos para inferir un conocimiento claro acerca del mecanismo y las consecuencias en los trastornos del ciclo menstrual, más aún si se tiene en cuenta la falta de incorporación de la perspectiva de género en la investigación científica, es decir, investigación diferenciada por sexo y análisis posterior con perspectiva de género para entender las razones de las diferencias, si las hay.

Las primeras vacunas

Uno de los objetivos más importantes en la búsqueda de estrategias para frenar esta pandemia ha sido el desarrollo de vacunas eficaces contra la propagación del virus SARS-CoV-2 y una campaña de vacunación masiva a escala mundial.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) aprobó cuatro vacunas sobre la base de ensayos clínicos aleatorizados: Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen. Hasta la fecha, en España el 73,3 % de la población tiene al menos una dosis de alguna de estas vacunas. Sin embargo, ninguna de estas vacunas contempla en sus prospectos el riesgo de alteraciones menstruales como posible efecto secundario de su administración. La literatura científica es muy escasa en relación a los efectos secundarios de la vacunación sobre la salud reproductiva de la mujer.

Esto se puede deber a que este tipo de posibles alteraciones no suele estar incluido en los estudios sobre efectos adversos de las vacunas. Volvemos a la falta de una metodología científica con perspectiva de género, más aun sabiendo que el 77 % de efectos secundarios de las vacunas contra el SARS-CoV-2 notificados a la EMA se han producido en mujeres.

Esperamos en los próximos meses poder dar más respuestas sobre el efecto de estas vacunas en la salud menstrual, de forma que se pueda informar e incluir en la ficha técnica de las vacunas comercializadas al igual que el resto de efectos secundarios ya conocidos, lo que podría evitar consultas y pruebas innecesarias en las mujeres que los presenten.

Asimismo es necesario aplicar una perspectiva de género en la investigación en salud, sin simplificar y atribuir al estrés o al neuroticismo los efectos en salud observados en las mujeres, tanto por la enfermedad de la covid-19 como con otras enfermedades o en los ensayos clínicos como los realizados con la vacunación contra el SARS-CoV-2.

Autora: Olga Ocón Hernández. Ginecóloga e investigadora Juan Rodés del Instituto de Salud Carlos III en el Hospital Clínico Universitario San Cecilio de Granada y el Instituto de Investigación Biosanitaria ibs Granada.

Fuente: agenciasinc.es/Opinion/Que-sabemos-sobre-los-cambios-en-la-menstruacion-tras-la-vacuna-de-la-covid

Introducción al estudio de células madre y aplicaciones clínicas

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Comienza el 7 de octubre y finaliza el 2 de diciembre.

Modalidad virtual con evaluación final.

Organizado por el Dpto de bioquímica clínica de la Facultad de Farmacia y Bioquimica de la Universidad de Bs As.

Virtualab 2021: Ya se encuentra abierta la inscripción

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En el sitio web: www.virtualab.org.ar encontrarán toda la información referida a la inscripción, aranceles, promociones, temario, autoridades, instructivos para la presentación de las comunicaciones libres y más.

Mediante el empleo de las nuevas tecnologías de comunicación disponibles en PC o dispositivos móviles, se ofrecerán más de 30 conferencias de gran calidad científica y actividades complementarias.

Con la experiencia acumulada en las ediciones 2015, 2017 y 2019 la Fundación Bioquímica Argentina renueva su compromiso de calidad con los participantes en esta edición 2021, ofreciendo una amplia cobertura de temas relacionados con Covid-19, además de las últimas novedades y avances tecnológicos para el laboratorio clínico.

El Microscopio, radio online bioquímica – Emisión 472

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Programa de radio para los profesionales del laboratorio clínico

Miércoles 1 de septiembre de 2021

  • Entrevista con la Dra. Yury Andrea Rodríguez Garzón (Colombia), Vicepresidente del Colegio de Bacteriólogos de Bogotá y Cundinamarca, sobre las actividades del Colegio.
  • Entrevista con la Dra. Agustina Sánchez Colucci (Argentina), Magister en Enfermedades Parasitarias Tropicales, sobre las parasitosis en Argentina y Latinoamerica.
  • Sección Reporte Epidemiológico.
  • Noticias, eventos y novedades relacionadas a la Bioquímica Clínica.

Reporte Epidemiológico 472

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Reporte epidemiológico semanal

Miércoles 1 de septiembre de 2021

  • Candida auris. En Estados Unidos surgieron brotes del hongo Candida auris resistente a los medicamentos, inmune a las tres principales clases de medicamentos.
  • SARS-CoV-2. Una variante del SARS-CoV-2 conocida como Lambda, está causando casi todas las nuevas infecciones en Perú.
  • SARS-CoV-2. Uno de cada 10 latinoamericanos ha sido completamente vacunado. En países como Honduras y Guatemala, la cifra es inferior a 1%.

Entrevista con la Dra. Yury Andrea Rodríguez Garzón (Colombia): Actividades del Colegio de Bacteriólogos de Bogotá y Cundinamarca

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Yury Andrea Rodríguez Garzón es Bacterióloga y Laboratorista Clínico, especialista en Auditoría y Garantía de Calidad en Salud. Es Magister en Seguridad del Paciente y Gestión del Riesgo Sanitario. Es también Auditor interno Sistema de Gestión de Calidad ISO 9001:2015 y Diplomada en ISO 15189:2012. Es Docente de todos los niveles. Está Certificada en Yellow Belt, Green Belt y Lean Six Sigma. Es Revisor y Colaborador en la publicación del Libro el ABC del Control de Calidad en el laboratorio Clínico.–Perú y en la publicación del Libro Validación y Verificación Básica del Método, cuarta Edición. Es Vicepresidente del Colegio de Bacteriólogos de Bogotá y Cundinamarca.

Nos comentará que actividades está programando el Colegio de Bacteriólogos de Bogotá y Cundinamarca.

Entrevista con la Dra. Agustina Sánchez Colucci (Argentina): Parasitosis en Argentina y Latinoamérica

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Agustina Sánchez Colucci es Bioquímica por la Universidad Juan Agustín Maza de la provincia de Mendoza, Argentina, adonde es Jefa de Trabajos Prácticos en la Cátedra de Parasitología. Es Especialista en Bioquímica Clínica por el Consejo Deontológico de Mendoza. Es Magister en Enfermedades Parasitarias Tropicales por la Universidad de Valencia, España. Trabaja como Bioquímica en el Área de Serología y Parasitología del Hospital Central de Mendoza.

Nos hablará sobre las parasitosis en Argentina y Latinoamérica.

Microbiota intestinal en el síndrome de intestino irritable

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El síndrome de intestino irritable (SII) es un desorden digestivo funcional caracterizado por dolor abdominal recurrente asociado con cambios en el hábito evacuatorio, hinchazón, distensión abdominal y flatulencia. Actualmente es el desorden gastrointestinal funcional más frecuente, afectando al 10 % de la población adulta en todo el mundo, llegando al 15 % en países industrializados, siendo frecuente su asociación con depresión como principal comorbilidad. Se estima que un 40 % de los pacientes tienen entre 35 y 50 años. Si bien no es una afección grave, tiene un gran impacto en la calidad de vida, lo cual lleva a la necesidad de numerosos tratamientos médicos, causando además ausentismo laboral y pérdidas económicas.

Los pacientes con SII pueden presentar una prueba de aliento de hidrógeno con lactulosa patológica, demostrando crecimiento bacteriano excesivo en el intestino delgado (SIBO por sus siglas en inglés). Según este concepto, un alto porcentaje de pacientes con SII tienen un número anormal de microorganismos en el íleon distal, que a su vez producen una cantidad de productos biológicos que alteran la función intestinal, lo que conduce a una respuesta inflamatoria crónica de bajo grado, que constituye el hito fisiopatológico del SII.

Dado que no se dispone de biomarcadores sensibles y específicos, el diagnóstico se realiza mediante criterios clínicos, actualmente los denominados Roma IV. Si bien no se conoce exactamente el origen del SII, las evidencias indican que los factores implicados tienen que ver con la dieta, el metabolismo de los ácidos biliares, infecciones, el uso de antibióticos, y también el sexo y fenómenos psicosociales. Los mecanismos fisiopatológicos descriptos involucran disrregulación del eje intestino-cerebro, disfunción de la barrera mucosa intestinal y alteraciones en la microbiota intestinal.

Las evidencias indican que se observa una disbiosis, es decir alteraciones cualitativas o cuantitativas de la microbiota intestinal, tanto en la mucosa como en heces de los pacientes con SII, con una disminución de la relación Firmicutes/Bacteroidetes y menor diversidad. Esta disbiosis genera una alteración de la comunicación bidireccional del eje Intestino-cerebro, que es clave en la perpetuación de los síntomas del SII, ya que cambios en la concentración de metabolitos y neurotransmisores contribuyen a la hipersensibilidad visceral y producen alteraciones en los sistemas endócrino e inmune.

ALTERACIONES DE LA MICROBIOTA EN SII

La microbiota intestinal contiene trillones de bacterias, y más de 1.000 especies diferentes. El número de genes que portan excede en 100 veces el genoma humano. El perfil genómico de la microbiota intestinal se conoce como microbioma. Las funciones más importantes de la microbiota intestinal son la metabolización de sustancias indigeribles por el intestino humano, la protección frente a patógenos y la modulación del sistema inmune, incluyendo la tolerancia a antígenos dietarios, dado que el 70% de las células inmunes de todo el organismo están localizadas en el intestino. La interacción entre las bacterias comensales y las células inmunes a través de los receptores Toll en macrófagos y células dendríticas, resulta en una regulación negativa de genes proinflamatorios y la inducción de genes antiinflamatorios.

La microbiota intestinal está dominada por 5 filos principales: Firmicutes (Gram positivos anaerobios), entre ellos Lactobacillus, Clostridiales, Eubacterium, Ruminococcus, etc; Bacteroidetes (Gram negativos anaerobios), siendo los más abundantes Bacteroides y Prevotella; Proteobacteria (Gram negativos facultativos), que incluye a las enterobacterias; Actinobacteria (Gram positivos anaerobios), con su principal género Bifidobacterium; y Verrucomicrobia (Gram negativos anaerobios), del cual su  representante principal es Akkermansia muciniphila, especie asociada a la salud por su importante función en el equilibrio de la capa de mucina de la barrera intestinal. Los estudios metagenómicos parecen indicar que hasta un 40% de los genes bacterianos de la microbiota intestinal son compartidos por un elevado número de individuos, por lo que puede definirse un microbioma central (core) de genes altamente conservados, con una elevada redundancia funcional entre diferentes microorganismos.

En términos generales, las investigaciones en SII sugieren que existe un incremento en la abundancia de especies bacterianas proinflamatorias, como la familia Enterobacteriaceae, con una reducción en Lactobacillus y Bifidobacterium. Estas bacterias probióticas interactúan con otras especies y con el hospedador para modular la microbiota y el sistema inmune induciendo una respuesta tolerogénica vía células dentríticas y pueden secretar bacteriocinas que protegen contra patógenos.

Adicionalmente, en el SII se han hallado disminuidas las bacterias productoras de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como Clostridiales y Ruminococcus, así como Faecalibacterium prausnitzii, involucrado en el equilibrio de la capa de mucus de la barrera intestinal. En cuanto al índice Firmicutes/Bacteroidetes, marcador de disbiosis intestinal, los estudios han reportado tanto un aumento como una disminución del mismo, posiblemente por diferencias técnicas en la extracción del ADN o por variaciones de las técnicas genómicas utilizadas en los diferentes ensayos. En trabajos en que se comparó la microbiota a nivel de género entre pacientes con SII y depresión se han observado alteraciones similares, excepto por algunos géneros que sólo cambiaron en el grupo con depresión, como Parabacteroides, Roseburia, Veillonella y Suterella, los cuales podrían ser responsables de los diferentes síntomas observados en ambos grupos. El hecho de que SII, depresión y su comorbilidad compartan características en su microbiota, sugeriría que en estas condiciones está involucrado el eje microbiota-intestino-cerebro. Un hallazgo interesante es la asociación del SII con la producción de metano, con menores niveles en SII asociado a diarrea, y mayores niveles en SII asociado a constipación. Este aumento se debe al sobrecrecimiento de Metanobacteriales (pertenecientes a las Arqueas) que son capaces de convertir hidrógeno en metano.

Los AGCC son los principales productos finales resultantes de la fermentación de carbohidratos no digeribles en el colon por parte de algunos miembros de la microbiota. Los niveles intestinales de ácido propiónico (producido sobre todo por el género Bacteroides) y de ácido butírico (producido por los Firmicutes, especialmente Roseburia, Faecalibacterium y Eubacterium), parecen estar relacionados con determinados estados de salud y enfermedad, sobre todo aquellos asociados a procesos inflamatorios y disbiosis. Además de los AGCC, la microbiota también produce aminoácidos, algunos de los cuales son precursores para la síntesis de neurotransmisores, como serotonina y ácido gamma-aminobutírico (GABA), indicando una vinculación directa de la microbiota con el sistema nervioso central (SNC).

Por otra parte, estudios recientes demuestran que en un 15 a 50 % de los pacientes con SII existe un aumento de la permeabilidad intestinal. Este incremento permite la translocación de bacterias intestinales a los tejidos, conduciendo a un estado de inflamación con aumento de citokinas circulantes, que a su vez ejercen su influencia sobre el SNC. Esta inflamación puede también promover la producción de serotonina por las células enterocromafines del intestino, que podría ser responsable de algunos síntomas neurológicos persistentes y de la hipersensibilidad visceral.

Por último, no podemos dejar de mencionar la influencia del estrés, que tiene un gran impacto en la sensibilidad, la motilidad, la secreción y la permeabilidad intestinal. Estas alteraciones son mediadas por el SNC, las neuronas periféricas y la microbiota intestinal. Se ha demostrado que una microbiota saludable juega un rol crítico en la respuesta al estrés, por sus acciones sobre el eje hipotálamo-hipófiso-adrenal (HPA), el cual también forma parte del eje intestino-cerebro, junto con el SNC y el sistema nervioso entérico (SNE). El SNE ha sido denominado “segundo cerebro”, ya que contiene miles de ganglios y unos 500 millones de neuronas, y es capaz de producir más de 30 neurotransmisores, entre ellos el 90 % de la serotonina y el 50 % de la dopamina del organismo. Estos neurotransmisores influencian la señalización entre las células epiteliales y las bacterias comensales, que poseen receptores para ellos, activando células inmunes y generando productos microbianos en el intestino, que pueden salir a circulación y actuar sobre otros órganos, especialmente el cerebro. Alteraciones de estas vías podrían dar cuenta de la generación y perpetuación de los síntomas observados en el SII.

OPCIONES TERAPÉUTICAS PARA EL MANEJO DEL MICROBIOMA INTESTINAL EN SII

La utilización de intervenciones terapéuticas sobre la microbiota intestinal en SII se basa en varios hechos que sugieren que la disbiosis precede y podría influir en el desarrollo de esta enfermedad. Se ha demostrado en modelos animales libres de gérmenes, que la hipersensibilidad visceral puede transferirse de pacientes con SII a estos ratones, mediante un transplante fecal; ensayos clínicos randomizados con el uso de un antibiótico no absorbible como rifaximina benefician a los pacientes con SII; algunos probióticos y prebióticos pueden mejorar los síntomas; e intervenciones dietarias que modifican la microbiota intestinal han sido efectivas en estudios controlados por placebo.

Varios meta-análisis han analizado el rol de los probióticos en pacientes con SII. Los probióticos son microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas, producen un beneficio en la salud (OMS). Ford et al analizando 35 ensayos randomizados controlados, observó una disminución de síntomas persistentes en los pacientes que usaban probióticos vs placebo (RR: 0.79). Didari et al analizaron 15 ensayos randomizados controlados, demostrando una disminución de los síntomas en pacientes recibiendo probióticos después de 8 semanas. Un tercer meta-análisis incluyó 21 estudios randomizados controlados, observando que la terapia con probióticos produjo una mejora en los síntomas generales y en la calidad de vida. Los probióticos más utilizados en los ensayos mencionados fueron distintas cepas de Lactobacillus, Bifidobacterium y Streptococcus, pero otros han evaluado combinaciones de estas cepas o bien un probiótico mono cepa (Bacillus coagulans) demostrando una mejora en el dolor y la hinchazón abdominal. Otros han evaluado el uso de Saccharomyces boulardiB. infantis y Lactobacillus rhamnosus GG, con buenos resultados. En resumen, el uso de probióticos parece ser efectivo en el tratamiento del SII, si bien se necesita una estandarización en los estudios, respecto de la especie y cepa utilizada, la dosis y el tiempo de administración.

Los prebióticos son compuestos, principalmente carbohidratos, que son metabolizados selectivamente por ciertas bacterias de la microbiota, aumentando su abundancia y confiriendo un beneficio en la salud. Los prebióticos llegan intactos al colon, donde son fermentados por bifidobacterias, lactobacilos y otras bacterias comensales, generando AGCC, los cuales promueven la homeostasis intestinal y modulan la respuesta inflamatoria. Si bien a la fecha existen pocos ensayos randomizados controlados con prebióticos en pacientes con SII, han demostrado una mejora en la consistencia de las heces y en síntomas como flatulencia e hinchazón, y además se ha observado un incremento en la abundancia de los géneros beneficiosos como BifidobacteriumEubacterium. Se requieren más estudios para establecer el tipo de prebiótico, la concentración y dosis óptima a utilizar en estos pacientes.

Finalmente, los simbióticos se definen como una mezcla de probióticos y prebióticos que confieren un beneficio a la salud. Algunos ensayos han evaluado el uso de simbióticos en SII, como especies de Bifidobacterium y Lactobacillus con carbohidratos y vitaminas, o Bacillus coagulans más fructooligosacáridos (FOS), o Bifidobacterium lactis más inulina, con resultados prometedores, si bien son necesarios más estudios para efectuar recomendaciones de rutina.

Las intervenciones futuras están dirigidas a desarrollar protocolos estandarizados para la transferencia de microbiota fecal (TMF), el uso de terapia con bacteriófagos, la utilización de postbióticos, que son formulaciones de productos bacterianos no viables o metabolitos purificados a partir de cepas probióticas, que mediante su actividad biológica generan un beneficio para la salud, y por último la manipulación genética de bacterias de manera personalizada. 

CONCLUSIONES

  • El SII es una condición multifactorial compleja, que involucra cambios en la microbiota intestinal (disbiosis), así como alteraciones en la señalización del sistema inmunológico y del eje intestino- cerebro.
  • En la actualidad existen pocas herramientas terapéuticas para la mejora de los síntomas y de la calidad de vida del paciente a largo plazo.
  • Los estudios genómicos (metataxonómicos) en heces pueden aportar información relevante sobre el estado de la microbiota intestinal en los pacientes con síntomas persistentes y resistencia a los tratamientos habituales.
  • La manipulación de la microbiota, a través de probióticos, prebióticos y simbióticos para promover un entorno intestinal saludable, podría resultar una alternativa terapéutica valiosa tanto en el SII como en otros trastornos digestivos funcionales.

Autora: Dra. Lorena Keller – Área de Microbioma Humano de Fares Taie Instituto de Análisis

Contacto: microbioma@farestaie.com.ar

BIBLIOGRAFÍA

  1. Raskov, Burcharth, Pommegaard , Rosenberg (2016). Irritable bowel syndrome, the microbiota and the gut-brain axis. Gut Microbes; 7(5): 365-383
  2. Rodiño-Janeiro, Vicario, Alonso-Cotoner, Pascua García, Santos (2018). A Review of microbiota and Irritable bowel syndrome: Future in therapies. Adv Ther; 35:289-310
  3. Y. Liu, Lu Zhang, Huaiqiu Zhu, Liping Duan. Similar fecal microbiota signatures in patients with diarrhea-predominant irritable bowel syndrome and patients with depression. Clin Gastroenterol and Hepatology 2016; 14:1602-1611. https://dx.doi.org/10.1016/j.cgh.2016.05.033
  4. Bustos Fernández, Lasa, Man (2020). Microbiota en el síndrome de intestino irritable. Experiencia argentina. An Microbiota Probióticos Prebióticos; 1(1): 21-23

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