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Nanocubos magnéticos para luchar contra el cáncer

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Nanocubos de unos 20 nm vistos con el microscopio electrónico de transmisión (izquierda) y células cancerosas que los han internalizado (a la derecha, con nanocubos en rojo y mitocondrias en verde) observadas con microscopía de fluorescencia. / M. Chen, J. Wu, G.R. Plaza, Y. Cheng

La investigación y desarrollo de tecnología basada en el uso de nanopartículas en el campo biomédico está en auge en los últimos años debido a su gran abanico de aplicaciones potenciales, desde la obtención de imágenes médicas a la eliminación de tumores.

Para acabar con estos tejidos cancerosos, una primera aproximación es elevar la temperatura (hipotermia) para matar las células malignas. Este efecto se puede conseguir con nanopartículas magnéticas y campos magnéticos de dirección variable y alta frecuencia.

Pero también se estudia la posibilidad de usar nanopartículas magnéticas y campos magnéticos variables de bajas frecuencias para generar las fuerzas que actúan sobre las diminutas partículas.

Este enfoque es el que han explorado científicos chinos liderados desde la Universidad de Tongji (Shanghai) en un nuevo estudio, publicado ahora en la revista Small y en el que ha participado el investigador Gustavo Plaza del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid.

El equipo ha conseguido demostrar in vitro que es posible emplear nanopartículas para unirse a las mitocondrias de células cancerosas y destruirlas gracias a las fuerzas inducidas por un campo magnético.  

Nanocubos de zinc, hierro y oxígeno

Las partículas nonométricas tienen forma de cubo, de unos 20 nanómetros de lado, y están fabricadas con átomos de zinc, hierro y oxígeno que les hace responder a determinados campos magnéticos.

Cuando se aplica uno, las partículas cúbicas tienden a agregarse, y si el campo magnético rota a lo largo del tiempo, ellas también lo hacen. Este efecto es el que permite permeabilizar y dañar las membranas mitocondriales, desencadenando el proceso de apoptosis o muerte celular.

Además, la superficie de los nanocubos está cubierta con el grupo químico trifenilfosfonio, lo que favorece su unión a las mitocondrias cuando entran en el interior celular, según se ha observado en los cultivos de células cancerosas.

“Hemos identificado las sucesivas etapas que permiten el paso de las nanopartículas desde el medio extracelular hasta la superficie de las mitocondrias”, explica Plaza, “un paso significativo en el desarrollo de la tecnología que nos permita combinar nanopartículas magnéticas y campos rotatorios de bajas frecuencias para una destrucción eficiente de tumores”.

Referencia:

Chen, MW; Wu, JJ; Ning, P; Wang, JJ; Ma, Z; Huang, LQ; Plaza, GR; Shen, YJ; Xu, C; Han, Y; Lesniak, MS; Liu, ZM; Cheng, Y. “Remote Control of Mechanical Forces via Mitochondrial-Targeted Magnetic Nanospinners for Efficient Cancer Treatmen”SMALL, 2020https://doi.org/10.1002/smll.201905424

La contribución de la Universidad Politécnica de Madrid en colaboración con la Universidad de Tongji ha sido posible gracias a los programas de intercambio de estudiantes y científicos, así como a las actividades conjuntas de investigación.

Listado de emisiones anteriores

Informe de situación COVID-19 en Bolivia

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Reporta Álvaro Justiniano Grosz, Corresponsal de El Microscopio en Bolivia y Presidente de la COLABIOCLI.

Curso online de Autoanticuerpos en la práctica clínica

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La Fundación Wiener lab. invita a colegas a sumarse al curso de “Autoanticuerpos en la Práctica Clínica: Autoinmunidad y enfermedades autoinmunitarias”. La inscripción ya está abierta y quedan pocas vacantes 

El curso será dictado por las dras: María Patricia Gentili y Romina Ranocchia

Sumate ingresando a www.fundacionwienerlab.org

Para consultas escribir a: interactiva@fundacionwienerlab.org

Comienzo del dictado del curso: 1 de Junio

Inscripción abierta hasta el 31 de Mayo

El modelo de transmisión COVID-19 basado en datos sugiere el distanciamiento social realizado en Wuhan y Shanghai

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Un nuevo modelo de transmisión COVID-19, basado en datos de encuestas de contacto de casi 1200 personas en las ciudades de Wuhan y Shanghai, China, sugiere que las estrictas medidas de distanciamiento social implementadas allí fueron suficientes para reducir la transmisión del virus del SARS-CoV-2. responsable de la pandemia de COVID-19. Los resultados muestran que los contactos interpersonales diarios del residente promedio se redujeron de 7 a 9 veces, de 14 y 20 personas por día en Wuhan y Shanghai, respectivamente, a aproximadamente dos contactos por día en ambos lugares a principios de febrero, después de que se tomaron medidas de distanciamiento social. poner en su lugar. Los datos de la encuesta muestran además que entre el 78% y el 94% de estos contactos ocurrieron en el hogar, entre otros miembros del hogar, durante el período de distancia social. Juanjuan Zhang y sus colegas utilizaron los datos de la encuesta de contactos, junto con los datos de rastreo de contactos recopilados en la provincia cercana de Hunan, para construir un modelo matemático de la dinámica de transmisión del SARS-CoV-2. Los resultados de su modelo sugieren que las medidas de distanciamiento social, y la disminución resultante en los contactos interpersonales diarios, llevaron a que las tasas de transmisión cayeran por debajo de los niveles epidémicos en Wuhan y Shanghai, dicen los investigadores. El modelo también estimó que, en China, los niños menores de 15 años son aproximadamente 40% más susceptibles a la infección por SARS-CoV-2 que las personas mayores de 64 años. Los resultados del modelo sugieren que, aunque el cierre de escuelas ayudó a detener la tasa de transmisión de enfermedades en China, reduciendo el número total de casos y la carga sobre el sistema de salud allí, tales cierres no habrían sido suficientes para calmar el brote. En conclusión, resultó necesario restringir el contacto humano de los residentes con otros que residen en su propio hogar.

Fuente: Eurekalert

Foto: Tandem X Visuals on Unsplash

FDA: El uso inadecuado de hidroxicloroquina, cloroquina para COVID-19

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La FDA emitió una alerta de seguridad advirtiendo a los profesionales de la salud y a los pacientes que eviten el uso de hidroxicloroquina y cloroquina fuera de los entornos hospitalarios o de ensayos clínicos debido a un mayor riesgo potencial de eventos adversos graves relacionados con el corazón y muerte.

Los medicamentos, que pueden usarse para tratar a pacientes hospitalizados con COVID-19, pueden provocar eventos adversos que incluyen taquicardia ventricular, prolongación del intervalo QT, fibrilación ventricular y muerte en algunos casos, según una alerta de MedWatch de la FDA.

Los comentarios del presidente Trump sobre la hidroxicloroquina y la cloroquina para el tratamiento de COVID-19 han llevado a un aumento en la demanda de estos medicamentos a pesar de la falta de resultados de ensayos clínicos.

La agencia recientemente autorizó el uso temporal de hidroxicloroquina y cloroquina para el tratamiento de pacientes hospitalizados con COVID-19 a través de una autorización de uso de emergencia a pesar de que los medicamentos tienen varios efectos adversos, incluidas arritmias potencialmente mortales. Según la alerta, la FDA está revisando la seguridad del uso de los medicamentos fuera del hospital y los entornos de ensayos clínicos.

Según la alerta, los informes de casos han documentado problemas relacionados con el corazón, particularmente arritmias, en pacientes que toman hidroxicloroquina o cloroquina sola o combinada con azitromicina u otros medicamentos que prolongan el QT.

A principios de este mes, la American Heart Association, el American College of Cardiology y la Heart Rhythm Society emitieron una guía sobre el uso de hidroxicloroquina y azitromicina, recomendando contra su uso concomitante en pacientes con síndrome de QT largo congénito basal o un QT de al menos 500 milisegundos y alentando a los pacientes a los que se les recetó a ambos que controlen su ritmo cardíaco y su intervalo QT.

La alerta de la FDA señaló que la hidroxicloroquina y la cloroquina deben usarse con precaución en pacientes con enfermedad cardíaca y renal conocida, ya que pueden tener un riesgo elevado de sufrir los efectos adversos cardíacos.

La FDA recomendó que los pacientes que actualmente toman hidroxicloroquina y cloroquina para el tratamiento de enfermedades autoinmunes o malaria deben continuar tomándolos según lo prescrito, ya que los beneficios superan los riesgos a las dosis recomendadas. Estos pacientes no deben dejar de tomarlos sin consultar a su proveedor de atención médica, según la alerta.

“Tenga en cuenta que no hay tratamientos probados para COVID-19 y ninguna vacuna”, declaró la FDA en la alerta. “Si está recibiendo hidroxicloroquina o cloroquina para COVID-19 y experimenta latidos cardíacos irregulares, mareos o desmayos, busque atención médica de inmediato llamando al 911”.

La alerta también instruyó a los consumidores a no comprar estos medicamentos en farmacias en línea sin receta médica. Los consumidores también tienen instrucciones de no tomar hidroxicloroquina o cloroquina si no les ha sido recetada por un proveedor de atención médica, ya que se han reportado muertes e intoxicaciones graves con productos de cloroquina que no están destinados al consumo humano.

La FDA recomendó que los profesionales de la salud evalúen y supervisen a sus pacientes que toman hidroxicloroquina y cloroquina según la autorización de uso de emergencia. Varios elementos que deben controlarse incluyen electrolitos, ECG, pruebas hepáticas y función renal.

La hidroxicloroquina y la cloroquina han sido aprobadas por la FDA para el tratamiento o prevención de la malaria. Además, la hidroxicloroquina ha sido aprobada por la FDA para tratar pacientes con afecciones autoinmunes, como lupus eritematoso sistémico en adultos, lupus eritematoso discoide crónico y artritis reumatoide.

Fuente: IntraMed

Líderes de todo el mundo exigen una vacuna universal y gratuita contra la COVID-19

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Una carta abierta firmada por 140 figuras, entre ellos gobernantes y exmandatarios de una veintena de países, fue divulgada el 14 de mayo con propuestas dirigidas a la Asamblea Mundial de la Salud, que deliberará virtualmente el 18 y 19 de mayo.

Los gobiernos y entidades internacionales “deben unirse para crear una garantía mundial que asegure que, cuando se desarrolle una vacuna segura y eficaz, se produzca rápidamente a gran escala y se ponga a disposición de todas las personas, en todos los países, de forma gratuita”, dice la carta.

La misma demanda “se aplica a todos los tratamientos, diagnósticos y otras tecnologías para frenar la COVID-19”, añadió el texto.

Encabezan las firmas Matamela Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica y de la Unión Africana, los presidentes de Ghana, Nana Addo Dankwa Akufo-Addo, de Senegal, Macky Sall, y el primer ministro de Pakistán, Imran Ahmed Khan Niazi.

El documento señaló que gracias a los esfuerzos de los sectores público y privado se avanza con rapidez en el proceso, y varias “vacunas candidatas” ya entraron en la fase de los ensayos clínicos.

El mundo “solo estará seguro cuando todos podamos acceder a una vacuna”, por lo que la Asamblea “debe forjar un acuerdo mundial que asegure el acceso rápido y universal a vacunas y tratamientos de calidad garantizada, en los que la necesidad se priorice por encima de la capacidad de pago”, postularon.

“Ya es hora de que los ministros renueven los compromisos contraídos en el momento de la fundación de la Organización Mundial de la Salud, en el que todos los Estados aceptaron proporcionar el más alto nivel posible de salud como derecho fundamental de todo ser humano”, reza la carta.

Subrayaron que “ahora no es el momento de permitir que los intereses de las empresas y gobiernos más ricos se antepongan a la necesidad universal de salvar vidas, ni de dejar esta tarea tan importante y ética a merced de las fuerzas del mercado”.

Recordaron las “dolorosas lecciones” dejadas por la historia del acceso desigual a los medicamentos para tratar el VIH y a la enfermedad por el virus del Ébola”, epidemias que siguen cobrando centenares de miles de vidas y comprometiendo enormes recursos para su combate.

Numerosos ex gobernantes suscriben la carta, entre ellos los latinoamericanos Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; Laura Chinchilla Miranda, de Costa Rica; Ricardo Froilán Lagos Escobar, de Chile; Juan Manuel Santos Calderón, de Colombia; y Ernesto Zedillo Ponce de León, de México.

Entre los europeos destacan James Gordon Brown, de Gran Bretaña; Felipe González Márquez, de España; José Manuel Durão Barroso, de Portugal; Vigdís Finnbogadóttir, de Islandia; Mary Therese Winifred Robinson, de Irlanda; Horst Köhler, de Alemania; Jan Pieter Balkenende, de los Países Bajos; y Víktor Andríyovich Yúschenko, de Ucrania.

De África, Asia y Oceanía sumaron sus firmas Oluṣẹgun Mathew Okikiọla Arẹmu Ọbasanjọ, de Nigeria; Festus Gontebanye Mogae, de Botswana; Chandrika Kumaratunga, de Sri Lanka; José Manuel Ramos Horta, de Timor-Este; y Helen Elizabeth Clark, de Nueva Zelanda.

También figuraron los economistas Joseph Eugene Stiglitz, Michael Spence y Thomas Pikeytty, el Nobel de la Paz 2014 y activista de los derechos de la infancia Kailash Satyarthi, y la directora del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida, Winnie Byanyima.

El documento demanda que la asamblea de ministros de Salud “garantice el intercambio obligatorio en todo el mundo de los conocimientos, datos y tecnologías relacionados con la COVID-19, además de la creación de patentes conjuntas y de libre acceso para todos los países”, sobre esta enfermedad.

Piden que se establezca “un plan global y justo de fabricación y distribución rápida, totalmente financiado por las naciones ricas, para la vacuna y todos los productos y tecnologías en relación con la COVID-19”, y que garantice precios de costos reales, transparentes y que se suministre según la necesidad. La prioridad debe estar en “el acceso de los trabajadores de primera línea, las personas más vulnerables y los países pobres con menor capacidad para salvar vidas”, según el documento.

Insistieron en que “solo una vacuna universal, que tenga los valores de la igualdad y la solidaridad en su epicentro, puede proteger a toda la humanidad y hacer que nuestras sociedades vuelvan a funcionar de forma segura”, por lo que “ha llegado la hora de crear un valiente acuerdo internacional”.

Fuente: ipsnoticias.net/lideres-mundo-exigen-vacuna-universal-gratuita-covid-19

Imagen: Reuben Kim on Unsplash

Sesgos y dificultades para adherir a las medidas preventivas

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La crisis de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es una pandemia que desafía a la biología humana, la capacidad de los hospitales de atención aguda, la capacidad de recuperación financiera de las economías y la red de comunicación para las personas.

Las estrategias para reducir la transmisión han incluido lavarse las manos repetidamente, distanciarse físicamente y el autoaislamiento. Estas estrategias preventivas están disponibles de inmediato, son altamente asequibles y claramente efectivas; sin embargo, un desafío importante es la necesidad de mantener la adherencia.

El propósito de este comentario es revisar ocho dificultades de razonamiento y de comportamiento reportadas por la ciencia psicológica, que son relevantes para contextos que requieren juicio bajo incertidumbre.

Sugerimos que la conciencia de estas dificultades podría ayudar a mantener el cambio de comportamiento para combatir la crisis COVID-19.

  • Miedo a lo desconocido
  • Vergüenza personal
  • Descuido de los riesgos competitivos (visión en túnel)
  • Enfermedades invisibles
  • Ausencia de retroalimentación clara
  • Sesgo del statu quo.
  • Normas sociales arraigadas
  • Sesgo retrospectivo

1. El primer escollo es el miedo a lo desconocido. Un factor tradicional que llama la atención es la respuesta psicológica a las amenazas que son misteriosas1. Esta intensa sensibilidad a las amenazas inciertas (un miedo hipervigilante a lo desconocido) es común y, a menudo, es la raíz de las psicopatologías basadas en el miedo. COVID-19 se denotó inicialmente. como el coronavirus de origen desconocido, generando un espectro particularmente siniestro de problemas invisibles.

Sin embargo, con el tiempo la novedad relativa y el misterio de COVID-19 se desvanecerán, lo que conducirá a una reducción proporcional de la atención. La adaptación a circunstancias familiares significa que la sensación de amenaza se atenuará, junto con el cumplimiento de las recomendaciones de salud pública. Los recordatorios creativos repetidos vinculados a la evolución de la situación son importantes para evitar la complacencia a medida que las personas se van acostumbrando.

2. La segunda trampa es la vergüenza personal. Una estrategia preventiva para COVID-19 es evitar los comportamientos de contacto personal, como colocar una mano en la cara. Esta recomendación es sensata porque la infección viral requiere contacto con una membrana mucosa. Sin embargo, surge una dificultad porque las personas tienen acciones habituales reflejas que son difíciles de suprimir.

Un lapsus puede interpretarse como un fracaso personal que es visible para otros y causa vergüenza. Además, una infección posterior relacionada con un lapsus anterior podría agregar la culpa. Los líderes de opinión pueden destacar a una de las muchas celebridades que han dado positivo como una forma de mitigar el estigma. Además, las autoridades deben advertir que los lapsus momentáneos son completamente naturales, a menudo superables, y deben ser seguidos por el regreso a los mejores comportamientos.

3. El tercer escollo es el descuido de los riesgos competitivos. COVID-19 es una preocupación abrumadora. Las personas en particular tienden a centrar toda su atención en la amenaza, lo que provoca una visión de túnel que hace que sea fácil descuidar una multitud de consideraciones menos destacadas (aunque no menos peligrosas).

El sueño organizado, el ejercicio regular y la compañía humana merecen atención continua, lo que es contrario a una abrumadora sensación de que todo lo demás puede esperar. Una forma de abordar este desafío es colaborando con los médicos para mantener el contexto del paciente y alentarlo de manera que promueva la seguridad contra otros daños distintos del coronavirus.

Los pacientes individuales aún necesitan controlar las enfermedades crónicas de manera adecuada mediante el cumplimiento continuo de la toma de medicamentos, dieta y atención periódica. Hacer un seguimiento de los riesgos secundarios sigue siendo importante, incluso durante una pandemia.

4. Otro escollo son las enfermedades invisibles. COVID-19 recibe atención parcialmente porque tiene una prueba objetiva que establece el diagnóstico. Por el contrario, la mayoría de los trastornos de salud mental no pueden rastrearse con una prueba o un signo tangible.

El distanciamiento físico recomendado para COVID-19 también conlleva una desventaja para las fricciones domésticas potencialmente crecientes debido al aislamiento en el hogar para algunas personas o el aumento de las interacciones en el hogar para otras. Esta situación puede exacerbar un trastorno psiquiátrico crónico (p. Ej., Esquizofrenia paranoide, depresión mayor, abuso de sustancias) junto con un menor acceso a la atención psiquiátrica. El aumento de la atención y la comunicación de la salud mental, que respaldan un entorno hogareño saludable, deberían estar garantizados para un cambio de comportamiento constante.

5. Un escollo adicional es que no se proporciona retroalimentación clara. COVID-19 es inquietante debido al largo período de incubación que incluye una espera prolongada entre la implementación de una intervención y la búsqueda de sus resultados. Estas características son la antítesis de reforzar el comportamiento positivo a través de una retroalimentación rápida e inequívoca (el feedback de la conducta indicada no es inmediatamente visible).

El retraso en el tiempo también conduce a un intervalo desconcertante marcado por síntomas psicosomáticos y una sensación de fatalidad inminente en las primeras etapas de la crisis.

Estas emociones irritantes son inevitables cuando un riesgo tiene una importancia generalizada, pero de inicio lento. Además, los sentimientos probablemente fluctuarán en etapas posteriores debido a las dificultades para reconocer un falso final del peligro o una segunda ola. Las autoridades deben instar a la precaución de no actuar sobre la base de los informes diarios de la epidemia porque la volatilidad aleatoria podría confundirse con una tendencia real.

6. Otra trampa es que abunda el sesgo del statu quo. El comportamiento humano es impulsado por una fuerte aversión a las pérdidas y un deseo de mantener el statu quo, que es un impulso que favorece la recuperación de las pérdidas en lugar de aprovechar las opciones que conducen a resultados superiores. Por lo tanto, una sacudida temporal del status quo es una oportunidad para reenfocarse y mirar las cosas de nuevo.

Una vez que disminuye la urgencia inicial, por ejemplo, los hospitales pueden reconsiderar cómo los médicos se adaptan a las nuevas formas de telemedicina. Una sugerencia más radical podría revisar los debates políticos más amplios sobre si las naciones sin atención médica universal podrían volver a una nueva normalidad. En general, algunos avances importantes de salud pública podrían ser más fáciles de implementar durante una epidemia que antes de su inicio o una vez que la epidemia haya disminuido en gran medida.

7. Las normas sociales arraigadas son otra trampa. El comportamiento humano está fuertemente influenciado por normas sociales profundamente arraigadas. Dar la bienvenida a los pacientes con gusto (contacto físico), estar cerca de colegas, cenar con amigos y cuidar a los abuelos son comportamientos que se han promovido y pulido durante toda la vida. Tales normas no son fáciles de cambiar.

Transmitir y recordar a los pacientes las normas cambiadas por la nueva circunstancia a través de lemas, imágenes y ejemplos personales puede ayudar a facilitar el cambio de comportamiento necesario. Los médicos y las enfermeras son miembros respetados en la comunidad y necesitan ser transmisores de buena información y modelos a seguir para las normas correctas dentro y fuera del hospital. Este enfoque también podría ayudar a contrarrestar la información errónea que puede circular a través de las fuentes de Internet.

8. El sesgo retrospectivo es el último escollo. La pandemia de COVID-19 finalmente desaparecerá. En ese punto, el sesgo retrospectivo llevará a castigar a las autoridades médicas que podrían haber reaccionado de forma exagerada o insuficiente (potencialmente exacerbada por acusaciones políticas adversas de incompetencia). La distribución desigual de los casos dentro de los países y entre ellos generará cargos de desigualdad e injusticia.

No hace falta decir que algunas de las críticas serán correctas y justificadas. Sin embargo, los datos dinámicos y contradictorios podrían dificultar establecer exactamente qué era lo que se sabía en ese preciso momento y de qué manera diferente podrían haber resultado de otra manera.

La mentalidad colectiva de que todos estamos juntos en esto fue un desafío cuando comenzó la pandemia de COVID-19 y podría resultar igualmente difícil de mantener después de que termine. El conocimiento de las dificultades y sesgos de razonamiento o de juicio podría ayudar a facilitar un poco las cosas.

Fuente: Intramed

Foto: Michael Amadeus on Unsplash

El Microscopio – Emisión 407

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Miércoles 20 de mayo de 2020

  • Entrevista con la Dra. Sonia Gómez (Argentina), Investigadora Independiente CONICET, sobre los mecanismos de resistencia antimicrobiana.
  • Espacio COLABIOCLI – Entrevista con el Dr. Raul Girardi (Argentina), Director del Programa de Evaluación Externa de Calidad de la Fundación Bioquímica Argentina, sobre control de calidad en procedimientos analíticos cuantitativos.
  • Sección Reporte Epidemiológico.
  • Noticias, eventos y novedades relacionadas a la Bioquímica Clínica.

Reporte Epidemiológico 407

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Miércoles 20 de mayo de 2020

  • Aedes aegypti. La comunidad Brasília Teimosa de la ciudad de Recife, en el noroeste de Brasil, ha sido escenario de la liberación de 350.000 mosquitos Aedes aegypti estériles, para lograr el descenso de la población y controlar así el avance del virus del dengue en esa región.
  • Infecciosas. Un reciente estudio estimó que mejorar las tasas de lavado de manos de los viajeros que pasan por solo 10 de los principales aeropuertos del mundo podría reducir significativamente la propagación de muchas enfermedades infecciosas.
  • Vacunas. Un reciente estudio demostró que la vacunación infantil contra la enfermedad meningocócica del grupo B ha provocado una disminución significativa en los casos de la enfermedad en niños pequeños desde que se introdujo el programa en el Reino Unido.

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